Diccionario Biblico letra inicial A

 

 

 

Diccionario Biblico letra inicial A

 

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Diccionario Biblico letra inicial A

 

A

 

Nombre, A

tip, ABEC

ver, TEXTO Y VERSIONES CLÁSICAS DE LA BIBLIA

(alef).

Primera consonante del alfabeto hebreo, que según la Másora se repite 27.055 veces en el Pentateuco y 42.377 en toda la Biblia. Fue expresada por una variedad de signos, pasando de los cananeos a los fenicios y transmitiéndola éstos posteriormente a los griegos hasta formar la A griega o latina que ha quedado en nuestro alfabeto.

A (alfa) y O (omega). Primera y última letras del abecedario griego, describen a Dios como principio y fin del mundo y de la historia (Ap. 1:8; 21:6; cfr. Is. 41:4; 44:6; 48:12). En Ap. 22:13 Cristo glorificado es llamado así (cfr. Ap. 1:8, 17). En las ediciones hebreas, griegas y de carácter científico de la Biblia la A designa el códice Alejandrino, manuscrito del siglo v que contiene toda la Biblia, y se encuentra en el Museo Británico. La A hebrea (alef) designa en las ediciones científicas el códice llamado Sinaítico.

nom, AARÓN

tip, BIOG SACE TIPO HOMB HOAT HSHA

ver, ÉXODO, SUMO SACERDOTE

= «maestro» o «excelso».

Hermano mayor de Moisés, primer sumo sacerdote de la antigua ley y figura de primera importancia en los acontecimientos del Éxodo. Era hijo de Amram y Jocabed del linaje levítico de Coat (Éx. 6:20). Nació en Egipto tres años antes que su hermano (Éx. 7:7). Tomó por esposa a Elisabet, con la que tuvo cuatro hijos: Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar (Éx. 6:23).

Asociado por Dios a Moisés como intérprete o portavoz de éste a causa de su elocuencia (Éx. 4:13-16), desempeñó esta misión tanto ante el pueblo (Éx. 4:27-31) como en presencia de Faraón (Éx. 5:1-5), haciendo, con su hermano, un oficio análogo al de profeta (Éx. 7:1-2). Bajo su dirección ejecutó prodigios superiores a los magos egipcios (Éx. 7:8-12).

Intervino en la producción de las plagas con que Dios quebrantó la resistencia de Faraón para que dejara libre a su pueblo, lo cual hizo exclamar a los sabios egipcios: «El dedo de Dios está aquí» (Éx. 7:1-2). Acompañó a Moisés, aunque no se le menciona expresamente más que en sus misiones ante el soberano (Éx. 8:21; 9:27; 10:3, 8, 16; 11:10; 12:1; Sal. 77:20).

Un mes después de la salida de Egipto, en el desierto de Sin, hubo de escuchar, junto con su hermano, las murmuraciones del pueblo, al que apaciguaron con la promesa del maná y de las codornices, viendo Aarón reforzada su autoridad, mientras hablaba a la turba, con la aparición de la gloria de Jehová en forma de nube (Éx. 16:1-10). Por orden de Moisés conservó una urna llena del maná, que colocó juntamente con las tablas de la Ley en el arca (Éx. 16:33-34). Defensor de su hermano también con la oración, nos lo encontramos sosteniendo los brazos de Moisés en alto hasta la puesta del sol, durante la batalla librada por Josué contra los amalecitas en Refidim (Éx. 17:8-13). En el banquete que el suegro de Moisés, Jetro, ofrece a los ancianos para estrechar los lazos familiares con Israel aparece también Aarón (Éx. 18:1-12).

Tuvo el raro privilegio de subir con Moisés al monte Sinaí, acompañado de sus hijos Nadab y Abiú y de los setenta ancianos de Israel, y de ver a Dios sin perder la vida, recibiendo el encargo, juntamente con Hur, de resolver las dificultades que se pudiesen presentar durante la ausencia del dirigente de Israel, que había de prolongarse durante cuarenta días y cuarenta noches (Éx. 24:9-18).

Aarón cedió ante las presiones del pueblo, temeroso de que Moisés no regresara, e hizo fabricar un becerro de oro que marchase al frente de la caravana. Con la esperanza de disuadirlos, les pidió los pendientes de oro que llevaban en las orejas, pero habiéndose desprendido todos de las joyas, Aarón las hizo fundir, en un simulacro muy semejante a los que habían conocido en Egipto, y el pueblo gritaba ante él: «He aquí tu Dios que te sacó de Egipto», mientras, se prepararon los enseres necesarios para un holocausto y sacrificio a la mañana siguiente (Éx. 32:1-6). Los cantos y las danzas fueron interrumpidos por la llegada imprevista de Moisés, que, montando en cólera, redujo el ídolo a cenizas y las arrojó al agua, que bebieron los culpables.

Moisés reprochó la conducta de su hermano Aarón por haber llevado al pueblo a semejante ocasión de pecado, y hubiese perecido él mismo víctima de la venganza de los sacerdotes, que pasaron a cuchillo a unos tres mil hombres, de no haber intervenido el mismo Moisés en su favor. Las palabras que dio como excusa de semejante proceder indican que obró por coacción del pueblo, enceguecido en su rebeldía (Éx. 32:17-29).

El relato de la promoción de Aarón y de sus hijos al sacerdocio da una idea de la importancia que el culto a Jehová tenía en la ley de Moisés. Se describen sus vestiduras con todo detalle (Éx. 39:1-31), y el ceremonial de su toma de posesión, que culminó con la bendición de Aarón al pueblo y la manifestación de la gloria de Jehová (Lv. 8-9). Una falta de confianza en la Palabra de Dios en Cades atrajo sobre Aarón y Moisés el castigo de no entrar en la tierra prometida (Nm. 20:1-13). Murió a la edad de 123 años en el monte Hor, y el pueblo le lloró durante treinta días (Nm. 20:22-29; Dt. 10:6; 32:50-51).

La casa sacerdotal se designa con el nombre de «Casa de Aarón» (Sal. 115:10-12). Su carácter careció de la firmeza y las dotes de dirigente de su hermano Moisés, habiendo pecado juntamente con el pueblo, aunque supo humillarse y reconocer su falta.

Dios usa a quienes, habiendo pecado, se arrepiente y reconocen sus errores. Su vara se guardó en el arca (He. 9:4). Su sacerdocio es una sombra del Sacerdocio de Cristo, que no termina, es eterno y perfecto (He. 5:1-10; 7:11-19). (Véase ÉXODO, SUMO SACERDOTE.)

A pesar de sus flaquezas, fue un tipo de Cristo por haber sido llamado por Dios, y ungido; por haber llevado sobre su pecho los nombres de las doce tribus y por ser el intercesor del pueblo entrando en el santuario con la sangre expiatoria en el día de la expiación (He. 6:20).

nom, AARONITAS

tip, TRIB

Los descendientes de Aarón reciben este nombre y con él son designados en diversas partes de la Biblia (1 Cr. 12:27; 27:17). A los descendientes de Aarón fueron asignadas trece ciudades en Judá y Benjamín (Jos. 21:13-19; 1 Cr. 6:57-60).

nom, AB

tip, CALE ABEC

ver, CALENDARIO

Quinto mes (julio-agosto) que los judíos adoptaron en la época posterior al exilio. No se cita en la Biblia, sino en los textos de la Misnah y del Talmud.

Era un mes triste para el calendario judío, por el recuerdo del destierro a Babilonia. En este mes se cortaban los juncos. (Véase CALENDARIO.)

Como partícula hebrea que se deriva de la palabra «Abba», es usada como prefijo en muchos nombres propios tales como Abner = «Padre de la luz», Absalón = «Padre de la paz».

nom, ABADÓN

tip, ANGE DIAB

Significa en hebreo «destrucción».

Se usa en Jb. 26:6 y Pr. 15:11 como equivalente de sheol o muerte. En Ap. 9:11 aparece como el ángel del abismo, que en su traducción griega es Apolión, «destructor».

nom, ABAGTA

tip, FUNC HNHA HOAT HOMB BIOG

Hebreo, «dispensador de fortuna».

Nombre propio de un funcionario de la corte del rey Asuero (Est. 1:10). El nombre es de origen persa. El historiador griego Esquilo menciona un cierto Abagta entre los siervos de Jerjes I que perecieron con él en la batalla de Salamina.

nom, ABANA

tip, RIOS

(y FARFAR).

Nombre de dos ríos de Siria, mencionados por Naamán, el general sirio curado por el profeta Eliseo (2 R. 25:12). El militar Sirio afirma que son cristalinos y mejores que todos los ríos de Israel, y se enoja con el siervo de Dios que le recomienda bañarse en el Jordán. Naamán no es curado hasta que no obedece al profeta.

El río Abana se llama hoy Barada, y después de pasar por la ciudad de Damasco, desemboca en un lago pantanoso al este de la ciudad. Aun hoy provee el agua para la moderna Damasco.

El río Farfar es el moderno Awaj, que nace en el Hermón y desemboca a 14 kilómetros de Damasco, después de regar una fértil llanura.

nom, ABARIM

tip, MONT

Nombre dado por los habitantes de Canaán a la región montañosa situada al este del río Jordán (Nm. 33:47; Dt. 32:49; Jer. 22:20). Era una cadena de montañas (Nm. 33:47-48) que atravesaba el territorio de Moab asignado a la tribu de Rubén. Las cumbres de los montes Nebo, Pisga y Peor forman parte del Abarim (Nm. 27:12; 33:47-48; Dt. 32:49; 34:1). En su peregrinación por el desierto durante el éxodo, el pueblo de Israel acampó dos veces en un sitio llamado Ije-Abarim, cuando rodeaba la «tierra de Moab» (Nm. 21:11).

nom, ABBA

tip, ABEC

ver, PADRE

Palabra aramea que Jesús emplea frecuentemente para dirigirse al Padre (Mr. 14:36). También los cristianos de la primera generación la usaban (Ro. 8:15; Gá. 4:6) para expresar una relación muy íntima entre Dios y sus hijos. El Señor Jesús usó probablemente esta palabra muchas veces, aun en algunas en que los pasajes bíblicos han transmitido la versión griega: «Padre», «Padre mío», y también «mi Padre». Es una expresión de plena confianza y adhesión con la voluntad del Padre, que Jesús quiere comunicar a sus discípulos. La palabra no aparece en la literatura profana ni rabínica del tiempo, y es característica del vocabulario de Cristo. En los evangelios se la usa siempre acompañada de su respectiva traducción con la palabra «Padre». Es sólo por medio de Cristo que recibimos el espíritu de adopción y aprendemos a llamar a Dios «Padre nuestro» (Jue. 11:2: Jn. 17:11; 20:17). La palabra se usaba solamente en el lenguaje familiar antes de Jesús. En el Antiguo Testamento figura en varios nombres hebreos como radical, por ejemplo: Abimelec, Abner, Ardénago, Eliab.

nom, ABDÍAS

tip, BIOG SACE PROF FUNC HOMB HOAT HSHA

Nombre propio que significa «adorador o servidor del Eterno».

(a) Mayordomo de la casa de Acab (1 R. 18:3-16).

(b) Descendiente de David (1 Cr. 3:21).

(c) Padre de Ismaías, príncipe de Zabulón (1 Cr. 27:19).

(d) Príncipe de Judá (2 Cr. 17:7).

(e) Levita en tiempos del rey Josías (2 Cr. 34:12).

(f) Profeta que escribió el libro de Abdías.

nom, ABDÍAS (Libro)

tip, LIBR ESCA LIAT

El cuarto de los profetas menores. Anunció la destrucción de Edom, nación que fue hostil a Israel desde épocas inmemoriales. El libro no menciona fechas, pero probablemente fue escrito en la última parte del siglo VIII a.C., durante el reinado de Acaz de Judá, cuando Edom y los filisteos se unieron en batalla contra Judá.

La conclusión escatológica se compone de dos partes (poesía en los vv. 15 a-16 s; prosa en los vv. 18-21). Llama la atención la identidad que se advierte entre varios versículos de Jer. 49:7-22 (también profecía contra Edom) y Abd. 10 (cfr. especialmente Abd. 5 comparado con Jer. 49:14-16:9; y Abd. 5 con Jl. 2:32).

El libro, que consta de un solo capítulo, está dirigido contra Edom, ciudad enemiga de Jerusalén, por haberse aliado con otros para conspirar contra la ciudad de Dios. Anuncia la venida del día de Jehová, quien triunfará de todos sus enemigos y establecerá su Reino sobre la tierra.

En el libro hay una nota de esperanza, que lo coloca en el rango de lo escatológico. Israel será restaurado entre las naciones.

nom, ABDÓN

tip, BIOG JUEZ CIUD HOMB HSHA HOAT CISH

= «servil».

(a) Hijo de Hilel, de Piratón, juzgó ocho años a Israel. Tuvo muchos descendientes y prosperidad (Jue. 12:13-15).

(b) Jefe principal de la tribu de Benjamín (2 Cr. 8:23, 26, 28).

(c) Un benjaminita antecesor de Saúl (1 Cr. 8:30; 9:35-39).

(d) Siervo del rey Josías (2 Cr. 34:20).

(e) Ciudad levítica asignada a la casa de Gersón (Jue. 21:27, 30).

nom, ABED-NEGO

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

(también ABDENAGO).

Es el nombre babilónico de Azarías, compañero de Daniel en Babilonia (Dn. 1:7). Juntamente con Mesac y Sadrac, fue nombrado como esclavo para servir al rey Nabucodonosor (Dn. 2:49). Cuando los tres jóvenes creyentes israelitas rehusaron adorar la estatua de oro que el rey había mandado levantar, se les condenó a morir en un horno de fuego (Dn. 3:13-22). Dios intervino para salvarlos (Dn. 3:24-26), y sus cargos oficiales les fueron restituidos (Dt. 3:30). La fe de estos tres jóvenes ha servido de ejemplo a través de las edades tanto para los judíos en el Antiguo Testamento como para los cristianos, por saber resistir a quienes invitan a adorar ídolos o dioses falsos, o a dar más respeto a los hombres que a Dios (He. 11:33-34).

nom, ABEJA

tip, FAUN ALIM

Hebreo, «débora» = Débora.

Las abejas abundan en Palestina debido a la gran cantidad de flores y al cálido clima que reina en la región. Son numerosísimas en el valle del Jordán y en la región sudoriental. Si bien en tiempos bíblicos no se conocía su cultivo científico, desde muy antiguo se conocía en estado salvaje. En la Biblia se la menciona cuatro veces (Dt. 1:14; Jue. 14:8; Sal. 118:12; Is. 7:18). En cambio, como nombre de mujer (Débora «la Abeja») era frecuente entre los israelitas (Gn. 35:8; Jue. 4:4).

La miel de abejas fue la fuente casi única para endulzar los manjares hasta ya bien entrado el siglo XVIII. Algunos exegetas creen que las abejas mencionadas en el episodio de Sansón (Jue. 14:8) no serían abejas fabricadoras de miel, sino otra especie, que los hebreos también llamaban con el nombre de «Débora».

nom, ABEL

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

= «vapor» o «soplo».

Segundo hijo de Adán, de oficio pastor. Era justo (Mt. 23:35) y lleno de fe (He. 11:4). Por envidia le asesinó su hermano Caín. Abel tipifica la «sangre inocente» (Mt. 23:34). Se han hecho muchas conjeturas acerca del porqué su ofrenda fue aceptada por Dios y no lo fue la de Caín.

La que más concierta con el conjunto de la doctrina bíblica es la de que el sacrificio de un cordero pudo haber sido mandato de Dios como anticipo del «Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo», o sea, el plan de la Redención. Una prueba incidental de ello puede ser los numerosos altares de los tiempos prehistóricos que se encuentran esparcidos en el mundo. El paganismo distorsionó el propósito divino, llegando a ofrecer víctimas humanas, pero la orden de los sacrificios expiatorios que hallamos en el Pentateuco, después de la salida de Israel de Egipto, pudo ser, al igual que la institución del matrimonio y del día de reposo, una restitución de un antiguo mandato, más que una innovación. «Acordarte has del día de reposo», dice en Éxodo. Y en cuanto a sacrificios, leemos que Abraham los ofrecía mucho antes de la institución del ministerio levítico. ¿De dónde le vino la idea a Abraham sino de una tradición procedente de la primitiva revelación de Dios en el Edén? La carta a los Hebreos (He. 11:4) dice que «por fe Abel ofreció mejor sacrificio». ¿Fe a qué? La fe requiere el conocimiento, o, en este caso, revelación.

El sacrificio de Abel es prueba de un carácter obediente a Dios, mientras que la ofrenda de Caín es prueba de un carácter altivo, que trató de imponer su propio culto de homenaje al Creador, y no quiso humillarse a depender de su hermano, para su ofrenda, a pesar de la probable revelación de Dios.

En el Nuevo Testamento Abel es considerado como mártir (Mt. 23:35) de su fe (He. 11:4) y de su justicia (1 Jn. 3:12). El primero en morir de la raza humana fue el primero en entrar en la gloria de Dios y una prenda de las primicias que nadie puede enumerar. «La sangre de Abel» clamó justicia sobre la tierra, pero la sangre de Jesucristo trajo el perdón y la salvación para todos los que se arrepienten (He. 12:24; 1 Jn. 1:7).

nom, ABEL-BET-MAACA

tip, CIUD CISH

o ABEL DE BETH-MAACHA = «pradera de Bethmaaca».

La Abelmaim de 2 Cr. 16:4. Villa fortificada de Neftalí, donde se refugió Seba en su rebelión contra David (2 S. 20:14-18). (Véanse 1 R. 15:20; 2 R. 15:29.) Hoy Abil o Abl, a 20 Km. al norte del lago de Hulé.

nom, ABEL-IZRAIM

tip, LLAN

= «pradera de los egipcios».

Nombre que se dio al plano de Atad, donde se detuvo el cortejo fúnebre de Jacob, procedente de Egipto, al llevarlo a sepultar a Canaán (Gn. 50:9-13).

nom, ABEL-MEHOLA

tip, CIUD CISH

= «pradera de la danza».

Lugar del nacimiento de Eliseo (Jue. 7:22; 1 R. 4:12; 19:16). Situación dudosa, probablemente en Manasés.

nom, ABEL-SITIM

tip, CIUD

= «valle de las acacias» en la llanura de Moab, cerca del monte Peor, al este del río Jordán. Fue lugar de uno de los campamentos de los israelitas en la peregrinación por el desierto antes de la muerte de Moisés (Nm. 33:49). Al sitio se le llama también Sitim =«acacia» (Jos. 2:1), y allí el pueblo fue seducido a la impureza de la idolatría de Baal-peor por las mujeres de Moab y de Madián y perecieron en gran número (Nm. 25).

nom, ABÍAS

tip, BIOG JUEZ SACE REYE HOMB HOAT HSHA MUJE MUAT MSHA

«Jehová es Padre o Jehová es cuidadoso».

Nombre bastante común en hebreo y que se usa también en su forma femenina. Entre los personajes principales mencionados están:

(a) Segundo hijo de Samuel, que, juntamente con su hermano, fue juez de Israel por nombramiento de su padre. La corrupción y mala administración de la justicia hizo levantar al pueblo, que pidió un rey (1 S. 8:1-5).

(b) Fundador de una familia entre la descendencia de Aarón y Eleazar. En tiempos de David, cuando se organizó el servicio del Templo, la octava división llevaba su nombre (1 Cr. 24:10). En el Nuevo Testamento se le llama con el nombre de Abía (Lc. 1:5). De la clase de Abías era el sacerdote Zacarías, padre de Juan el Bautista.

(c) Uno de los hijos de Jeroboam, el primer rey de Israel. Era un joven apreciado y popular que fue llorado por el pueblo cuando murió siendo aún joven (1 R. 14:1-18).

(d) Hijo de Roboam, el primer rey de Judá (Mt. 1:7); en 1º Reyes. recibe el nombre de Abiam. Su reinado fue corto, solamente tres años, y subió al trono en el año 18 de Jeroboam, 958 a.C. Fue un militar de cierto ingenio y venció a Jeroboam en una memorable batalla (2 Cr. 13); a pesar de ello siguió los malos ejemplos de su padre (1 R. 14:23-24).

(e) En su forma femenina llevan este nombre:

la madre de Ezequías (2 Cr. 29:1)

y la esposa de Hezrón, nieto de Judá (1 Cr. 2:24).

La madre de Ezequías es llamada Abía en 2 R. 18:2.

nom, ABIASAF

tip, SACE BIOG HOMB HOAT HSHA

Levita hijo de Coré (Éx. 6:24)

nom, ABIATAR

tip, SACE BIOG HOMB HOAT HSHA

Nombre propio que significa «Padre de la abundancia».

Hijo de Ahimelec, sumo sacerdote a quien sucedió en el cargo (1 S. 22:20). Fue un fiel consejero de David (2 S. 15:24; 17:15; 19:11); juntamente con Zadoc trajo el arca de la alianza a Jerusalén (2 S. 15:24 y 1 Cr. 15:11-12).

nom, ABIB

tip, CALE

Hebreo, «abib» = «espigas maduras».

Antiguo nombre de un mes israelita correspondiente a marzo-abril en nuestro calendario y en el cual tuvo lugar el paso del mar Rojo. Este nombre es más antiguo que el de Nisán que se le daba en los tiempos del Nuevo Testamento (Éx. 13:4; 23:15; 34:18; Dt. 16:1). Nisán se le llama después del retomo de la cautividad. Era el primer mes del año israelita y en él comenzaba la siega y se celebraba la Pascua (Éx. 12:15-23; Dt. 16:1).

nom, ABIEL

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

= «padre de la fuerza» o «Dios es un padre».

(a) Abuelo de Saúl y Abner (1 S. 9:1; 14:51).

(b) Uno de los «valientes de David» (1 Cr. 11:32); llamado también Abi-albón (2 S. 23:31).

nom, ABIMELEC

tip, BIOG SACE REYE HOMB HOAT HNHA FUNC

ver, ABIATAR

«Padre del rey».

Son varios los que llevan este nombre:

(a) Rey de Gerar. Creyendo que Sara era hermana de Abraham, la tomó para su harén; advertido por Dios, devolvió a Sara, llamando hermano a Abraham, a modo de reproche (Gn. 20).

(b) Cosa similar les sucedió a Isaac y Rebeca bajo otro rey del mismo nombre, siendo este nombre un título de los reyes filisteos, como Faraón era el título del rey de Egipto (Gn. 26:1-16).

(c) Hijo de Gedeón con una concubina siquemita. Indujo a los hombres de Siquem a que le eligieran como su rey, y a continuación dio muerte a 70 de sus hermanos. Solamente escapó Jotam, que lanzó una maldición sobre los asesinos. Esta maldición se cumplió con la muerte de muchos de los hombres de Siquem, y con la muerte del mismo Abimelec, causada pon una mujer en el sitio de Tebes (Jue. 8:31; 9; 2 S. 11:21).

(d) Sacerdote en el tiempo de David (1 Cr. 18:16), también llamado AHIMELEC (2 S. 8:17). (Ver ABIATAR)

nom, ABINADAC

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA HNHA

= «padre de abundancia».

(a) Hombre de Quiryat-jearim; el arca devuelta por los filisteos estuvo veinte años en su casa (1 S. 7:1). Su hijo Eleazar fue encargado de su custodia.

(b) Segundo hijo de Isaí (1 S. 16:8; 17:13).

(c) Hijo de Saúl (1 S. 31:2).

(d) Padre de un yerno de Salomón (1 R. 4:11); el yerno era gobernador en Dor.

nom, ABIRAM

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

ver, ABRAM

= «padre de elevación», es una variable admisible de Abram. (Ver)

(a) Un rubenita, hijo de Eliab, que se unió a la conspiración acaudillada por Coré contra Moisés y Aarón, muriendo bajo el juicio de Dios (Nm. 16).

(b) Hijo mayor de Hiel, de Betel. Hiel echó los cimientos de Jericó sobre su primogénito, cumpliendo así la primera parte de la maldición profética de Josué (Jos. 6:26; 1 R. 16:34). Ejemplo señalado de cómo incluso los israelitas menospreciaban la palabra del Señor. 

nom, ABISAG

tip, BIOG MUJE MUAT MSHA

ver, CANTAR

= «padre de error», es posible que signifique también «padre de emigración».

Una joven de Sunem, en Isacar, de gran hermosura, cuidó del rey David en su vejez. El rey, empero, «nunca la conoció» (1 R. 1:4). Al morir él, Adonías, que ya había intentado arrebatar el trono para sí y había sido perdonado, la pidió, por medio de la reina madre, a Salomón, para que fuera su mujer. Salomón no solamente negó su petición, sino que lo hizo ejecutar, por implicar ello la pretensión al trono (1 R. 2:13-26). (Ver CANTAR)

nom, ABISAI

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

= «fuente de riqueza» o «padre del don».

Hijo de Sarvia, la medio hermana de David, y hermano de Joab. Sirvió muchos años a David como uno de sus valientes. Fue con David al campamento de Saúl mientras Saúl dormía (1 S. 25:6-9), y expresó la intención de matarlo, a lo que David se opuso (1 S. 26:5-9). Juntamente con Joab, se vengó traicioneramente de Abner por la muerte de su hermano Asael, tenida en buena lid (2 S. 2:18-24; 3:30). Permaneció fiel a David durante la rebelión de Absalón (2 S. 18:2).

nom, ABISMO

tip, CIEN ESCA

Griego, «abyssos» = «sin fondo». Término usado en la versión de los LXX para traducir la palabra hebrea que significa «hondura». En el Antiguo Testamento significa el mar universal que envolvía todo lo existente, cielo y tierra. En el segundo día Dios separa las aguas que estaban sobre el firmamento, de las que estaban debajo. A estas aguas se referirá en adelante la palabra «abismo» (Gn. 1:2; Dt. 33:13; Sal. 104:6).

En el NT aparece especialmente en Apocalipsis, donde vemos que el abismo es el lugar donde los poderes satánicos están encerrados; su castigo será posteriormente, en el lago de fuego (Ap. 9:1, 2; 20:10). Es de Apocalipsis (Ap. 9:1-11) que se ve que una estrella caída del cielo recibe las llaves del abismo, surgiendo una espesa tiniebla moral al ser abierto, y surgiendo de ella agentes destructores: Abadón (en hebreo), o Apolión (en griego), el «destructor», es su rey. El futuro imperio romano es representado como una bestia que surge del abismo (Ap. 11:7; 17:8). Durante el Milenio, Satanás será confinado en el abismo, quedando imposibilitado totalmente de engañar y actuar (Ap. 20:1, 3). En Lc. 8:31, los demonios le ruegan a Cristo que no los arroje al abismo; en Ro. 10:7 aparece en contraste a los cielos.

nom, ABISÚA

tip, BIOG SACE HOMB HOAT HSHA

«padre del bienestar».

Sumo sacerdote, el cuarto en tener esta dignidad. Hijo de Fineas (1 Cr. 6:4-5). Era bisnieto de Aarón (1 Cr. 5:30-31; 6:35; Esd. 7:5).

nom, ABIÚ

tip, BIOG SACE HOMB HOAT HSHA

«Dios es mi padre».

Nombre del segundo de los hijos de Aarón con Elisabet (Éx. 6:23 ), honrado con su hermano Nadab (Éx. 24:1) y escogido para formar parte de la familia sacerdotal con sus tres hermanos (Éx. 28:41). Fue castigado por Dios por no haber tenido el debido respeto a las cosas santas, habiendo quemado el incienso con fuego común, desoyendo las prescripciones de usar el fuego del altar de los holocaustos (Lv. 6:9-12; 10:1-2; 16:12; Nm. 16:46). Muchos comentaristas creen que Abiú y Nadab estaban borrachos cuando profanaron el culto a Jehová, ya que inmediatamente después el libro sagrado narra la prohibición del vino a los sacerdotes. Su muerte es una lección que nos enseña que Dios sabe las condiciones con las cuales se le han de honrar: un corazón puro y una atención como solamente Él merece de parte de los que le sirven.

nom, ABLUCIONES

tip, CERE LEYE

ver, LAVATORIO DE PIES

Nombre dado en He. 9:10 a los lavamientos ceremoniales prescritos por la Ley de Moisés (Lv. 6:27, 28; 8:6; 11:25, 28, 40; 15:5, 6, 7, 11, etc.); con este lavamiento, y el transcurso de un lapso de tiempo, el adorador israelita quedaba ceremonialmente puro de las contaminaciones legales que hubiera contraído (por lepra, contacto con cadáver, por emisión seminal, menstruación en la mujer, o por contacto con los así contaminados, etc., y que eran un impedimento para participar en las actividades del culto), y era de nuevo apto para participar en el culto.

En el sacerdocio aarónico, así como en el ministerio levítico había también una provisión de lavamientos o abluciones, tanto para su consagración (Lv. 8:6; Nm. 8:7) como en el ejercicio de sus funciones (Lv. 16:4; etc.). Debe notarse aquí distinción; Aarón y sus hijos fueron lavados «una vez» íntegramente por Moisés al ser consagrados (Éx. 40:12). Después se les demandó que se lavaran sólo los pies y las manos en la fuente de bronce (Éx. 40:30-32). En Nm. 19 se dan más detalles de la purificación de los contaminados.

En el NT el lavamiento tiene un sentido y aplicación moral. (Ver LAVATORIO DE PIES)

nom, ABNER

tip, BIOG EJER HOMB HOAT HSHA

= «padre de luz».

Hijo de Ner, tío de Saúl, era primo del rey (1 S. 14:51). Era el general del ejército de Saúl cuando David mató a Goliat, y presentó a David a Saúl (1 S. 17:55, 57). Cuando Saúl acosaba a David en el desierto de Zif, descuidó Abner la protección del rey, y David le increpó como digno de muerte (1 S. 26:1-16). A la muerte de Saúl, Abner tomó partido de la hostilidad de las otras tribus contra la de Judá, y en Mahanáyim proclamó rey de Israel a un hijo de Saúl, Is-boset, enfrentándose abiertamente a David, proclamado rey en Judá (2 S. 2:8-10). Abner fue vencido en una de las batallas entre las dos casas, y Asael, hermano de Joab, se lanzó a la persecución de Abner, que se vio obligado, después de insistirle a que desistiera, a matarlo en defensa propia. Abner tomó por mujer a una anterior concubina de Saúl, Rizpá. Is-boset se lo reprochó a Abner, posiblemente pensando que esto indicaba un deseo de Abner de asumir él mismo el trono. Ello enfureció de tal manera a Abner que se rebeló contra su señor, e hizo pacto con David. Éste le puso por condición que le fuera devuelta Mical, su anterior esposa e hija de Saúl. Cumplida esta condición, David hizo una fiesta en honor de Abner y de sus hombres. En esto Joab, que había estado ausente, al conocer lo sucedido, y posiblemente celoso y temeroso de que Abner le arrebatara el puesto, lo mató a traición, dando como razón que Abner había dado muerte a su hermano Asael. David quedó muy afectado por este hecho, y lanzó una maldición sobre Joab (2 S. 3:6-39) que se cumplió, bajo Salomón, que siguió las últimas voluntades de su padre (1 R. 2:5; 28-34). Pero es indudable que se ve el justo gobierno de Dios en la muerte de Abner. Fue por puntillo personal que se volvió a David, a pesar de que ya sabía muy bien, en tanto que prestaba su apoyo a la casa de Saúl, que David era el rey ungido por Dios.

nom, ABOGADO

tip, LEYE DOCT

ver, ESPÍRITU SANTO

Uno que toma la causa de otro, a quien uno apela en petición de ayuda, defensor (1 Jn. 2:1). La misma palabra griega se traduce «Consolador» (Jn. 14:16, 26; 15:26; 16:7). Vemos entonces que se aplica tanto al Señor Jesús como al Espíritu Santo. Esto también se ve en sus palabras: «Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador.» Las palabras «si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo» se aplican al presente oficio de Cristo ahora en la gloria; no está Él abogando por los inconversos, sino por los cristianos cuando cometen pecado; y ello ante el Padre, por cuanto el que peca es hijo. El pecado del creyente quebranta su comunión con Dios, y la acción de Cristo es restaurar esta comunión. Él es el Paracleto en el cielo, que intercede por el santo, y el Espíritu Santo es el Paracleto en la tierra, para asegurar el bienestar espiritual del pueblo de Dios. Cp. también Ro. 8:34; He. 7:25; 9:24. (véase ESPÍRITU SANTO)

nom, ABOMINACIÓN

tip, LEYE

Esta palabra se usa en el AT en referencia a cualquier iniquidad tal como es considerada por Dios. También designa lo que no era apropiado para el servicio de Dios, como animales con taras presentados como sacrificio. Indica el sentimiento de repulsión que provocaba cualquier acto en contra del sistema religioso establecido. De esto último tenemos un ejemplo en que para los egipcios era abominación comer con los hebreos (Gn. 43:32). El mismo servicio religioso venía a ser una abominación a Dios al caer en una mera observancia externa o al asociarse con la iniquidad (Is. 1:13; Pr. 28:9). Pero es específicamente la idolatría que es declarada abominación para Jehová. Los mismos ídolos son designados así (2 R. 23:13; Is. 44:19); en Ez. 8 vemos la secreta práctica de la idolatría, y la gran abominación de introducirla en el atrio mismo de la casa del Señor. Esta palabra se usa en pocas ocasiones en el NT, y se aplica entonces a la maldad de manera general (p. ej., Lc. 16:15; Ap. 17:4).

nom, ABOMINACIÓN DESOLADORA

tip, ESCA DIAB

ver, SETENTA SEMANAS

Esta expresión se halla en Dn. 11:31; 12:11; Mt. 24:15; Mr. 13:14. Queda por ello relacionada con la gran tribulación mencionada por el Señor en los pasajes evangélicos. La profecía de Daniel tuvo un cumplimiento parcial en la profanación del templo por parte de Antíoco Epifanes el año 168 a.C. Es evidente que este cumplimiento no agota la profecía, por cuanto el Señor Jesús, en los pasajes evangélicos arriba mencionados, sitúa su cumplimiento en el futuro. En Dn. 9:27 se muestra que esta abominación tiene lugar en la segunda mitad de la última de las setenta semanas de Daniel (Dn. 9:24). El que hace un pacto con los judíos en aquellos días y después lo quebranta es el caudillo del futuro imperio romano restaurado. (Ver SETENTA SEMANAS) De esta persona se hará una imagen, y todos serán forzados a adorarla (Ap. 13:14, 15). Sin embargo, no se dice que vaya a ser llevada al futuro templo, en tanto que el Señor anuncia que la abominación estará en el lugar santo. Del Anticristo sí se anuncia que «se exalta sobre todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el santuario de Dios como Dios» (2 Ts. 2:4). Es evidente que la «abominación desoladora» está relacionada con la trinidad de maldad descrita en Ap. 13, y que será obra de Satanás, de la Bestia, y del falso profeta. Ello terminará en una terrible asolación. El asolador es el asirio (Is. 8:8, 9; 28:2, 18), el rey del norte que entonces dominará el territorio de Asiria (Dn. 11:40). Este cumplimiento final y definitivo tuvo también un cumplimiento parcial durante el asedio de Jerusalén por las tropas de Vespasiano y Tito; el lugar santo fue profanado por los zelotes judíos, y los cristianos de Judea, conocedores del aviso del Señor, huyeron a Pella (Mr. 13:14-16).

nom, ABORRECER

tip, LEYE

El verbo castellano está cargado de tonos emotivos y significa, algunas veces, abominar; otras, abandonar o dejar y, finalmente, aburrirse de una persona o situación. En el aborrecer bíblico también entran estos diversos matices, y además, a veces, está preñado de ira, odio o mala voluntad hacia una situación o hacia una persona.

Aborrecer al prójimo o al hermano es pecado a los ojos de Dios (Gn. 27:41; 37:4; Lv. 19:17; 2 S. 13:22). Quien aborrecía a su mujer y la abandonaba sin justo motivo era castigado y debía recibirla de nuevo (Dt. 22:13-19). Pero la ley afirma que cuando existen causas legítimas para abandonarla, entonces el marido no tiene la obligación de juntarse a ella de nuevo (Dt. 24:3, 4). Cuando los sentimientos que unen a dos personas están basados meramente en la carne, el aborrecimiento puede ser un peligro muy posible (2 S. 13:15). En la Biblia, «aborrecimiento» puede designar, a veces, un grado inferior de amor (Gn. 29:30, 31; Dt. 21:15; Pr. 13:24; Mal. 1:2, 3; Lc. 14:26; Ro. 9:13).

nom, ABORRECIMIENTO

tip, LEYE

Es una emoción que lleva a la persona que la siente a una fuerte oposición contra su objeto de esta intensa aversión. La Biblia marca el aborrecimiento como móvil del homicidio punible con la muerte, en lugar de lo que hacen muchas legislaciones modernas, que dan como causa atenuante un sentimiento exaltado de odio (Nm. 35:9-28). El homicida accidental era protegido, en tanto que el que mataba por enemistad no podía ser exculpado por causa alguna (Nm. 35:19-21).

No se podía repudiar a la mujer propia por simple aborrecimiento (Dt. 22:13-19). Debía darse una causa justa. Si ésta no existía, y el marido había acusado falsamente a su esposa, debía ser castigado, multado y no podía jamás abandonar a su mujer (Dt. 22:19). Si la acusación de falta de castidad prematrimonial era cierta, la mujer era castigada duramente (Dt. 22:21).

El aborrecimiento es una consecuencia del pecado, el cual siempre provoca división, desconfianza, celos y aborrecimiento. Una de las consecuencias del pecado en relación con Dios es el aborrecimiento que siente Dios por el pecado, y contra el carácter del hombre pecador, desde Su santidad (Sal. 11:5; Mal. 1:3), aunque deseando la salvación del pecador (Ez. 18:32). El hijo de Dios debe en ello imitar a su Señor (He. 1:9; Ro. 5:8; cp. 2 Co. 5:19-21).

La exhortación a aborrecer a padre, madre y esposa (Lc. 14:26), dada por el Señor a Sus seguidores, se ha de entender en sentido relativo. El amor al Señor es tan delicado que, en comparación, los otros amores son aborrecimiento. Ver, a este respecto, el caso de Lea (Gn. 29:30, 31, donde «menospreciada» es traducción del verbo hebreo «aborrecer»); y también el del padre que consintiendo a su hijo, actúa en realidad como aborreciéndole, al privarle del bien de la disciplina (Pr. 13:24).

nom, ABORTO

tip, LEYES

Las leyes del Antiguo Oriente (babilónicas y asirias) castigaban cuando se maltrataba a una mujer grávida, distinguiendo varios matices de pena, según fuesen las consecuencias sufridas por la lesionada. El Código de Hammurabi castiga el aborto con una sanción económica, cuya importancia varía según la categoría social de la mujer; únicamente cuando ésta es hija de un gran señor y muere en el parto, la hija del causante del mismo es sentenciada a muerte. En las leyes asirias se trata solamente del aborto de la hija de un señor por causa de otro; éste pagará una crecida multa, recibirá cincuenta azotes y trabajará para el rey durante cincuenta días, o su mujer recibirá el mismo trato, compensando la pérdida del feto con su vida; si la accidentada muriera, el culpable recibirá la muerte. Como se ve hasta aquí, un aborto entre los antiguos era algo que trascendía los muros caseros y era considerado como una verdadera cuestión social.

Entre el pueblo de Dios la ley era todavía más tajante aún: «Cuando dos hombres riñen y chocan con una mujer encinta, de modo que pare, sin que resulte otro accidente, el culpable habrá de entregar la multa que el marido de la mujer le imponga, pagándola tras un arbitraje. Pero si resultare accidente, tendrá que dar vida por vida, ojo por ojo...» (Éx. 21:22-25); es decir, se aplicará la ley del talión.

«Sin que resulte otro accidente» se refiere a que no resulten dañados ni la madre ni el niño expulsado antes de tiempo, como lo muestran Keil y Delitzsch en su Comentario. El verbo hebreo usado, «yatsa», traducido «abortare» en varias versiones castellanas, significa «salir», y la traducción literal del pasaje es: «de manera que su fruto salga». Por ello, la pena en caso de que «hubiere muerte», que era de «vida por vida», se aplica tanto si hay muerte de la madre como del «fruto».

La misma palabra que sirve para designar a las criaturas que no tienen una forma perfecta al nacer, se emplea para expresar lo que es indigno o miserable. San Pablo se compara a un abortivo, con lo cual quiere indicar que se considera el más indigno entre los apóstoles (1 Co. 15:8).

nom, ABRAHAM

tip, BIOG RELI TIPO HIST CRIT HOMB HOAT HSHA

ver, MELQUISEDEC, PACTO, FE, JUSTIFICACIÓN, SENO DE ABRAHAM, MARDIKH, TELL, NUZU

(ABRAM) = «Padre de elevación».

Su nombre fue alterado por Dios, que lo llamó ABRAHAM. No se conoce una explicación etimológica del cambio de Abram a Abraham. El texto comenta así este cambio: «porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes». En este nombre (Abraham) se asegura la bendición de los gentiles.

La familia de Abraham moraba en Ur de los caldeos, y eran todos idólatras (Jos. 24:2). Con el paso del tiempo, las naciones, descendientes de Noé, habían dado la espalda al conocimiento de Dios, y Dios, en consecuencia, los había entregado a una mente reprobada; en el desarrollo del sistema pagano, se pervirtieron y oscurecieron muchas verdades originalmente transmitidas por la línea de los antiguos patriarcas, y se pervirtieron todas las relaciones naturales que Dios había creado (Ro. 1:18-32).

De este estado de cosas, Dios llamó soberanamente a Abram a que dejara no solamente la nación idolátrica a la que pertenecían sus antepasados, sino también a su familia y a la casa de su padre. Debía dirigirse a una tierra que Dios le mostraría. Por su respuesta de fe, vino a ser el padre de los creyentes, y el amigo de Dios.

1. Su vida.

Contaba con 75 años de edad cuando recibió la palabra de dirigirse a Canaán (Gn. 12:4), y la promesa de que los que le bendijeren serían bendecidos, y malditos los que le maldijeren; y que en él serían benditas todas las familias de la tierra (Gn. 12:3). En Ur de los Caldeos se había casado con Sarai. Fue después de la muerte de su hermano Harán que Abram partió de Ur con su esposa; partió para Harán; obedeció sólo parcialmente al principio, por cuanto salió con su padre y su sobrino Lot, y permaneció varios años en Harán, hasta la muerte de su padre. A partir de entonces, parece que Abram empieza a obedecer. Dios le repite la orden en Harán. Pero otra vez su obediencia no fue total, pues se llevó consigo a Lot. No será hasta la separación de Lot que empezarán a cumplirse las promesas dadas a Abram (Gn. 13:14).

Se desconoce si Abram fue el primogénito de Terá, aunque es citado el primero en la lista entre sus hermanos (Gn. 11:26-27). Es posible que este primer lugar le haya sido dado por su llamamiento, como padre del pueblo escogido.

De Harán a Canaán había la ruta de Damasco, que muy posiblemente tomara Abram al dirigirse al sur. Tenía 75 años al salir de Harán, y habitó 10 años en Canaán antes de tomar a Agar como concubina (Gn. 16:3); cuando Agar tuvo a Ismael, Abram tenía 86 años (Gn. 16:16). En consecuencia, el viaje de Harán a Canaán duró menos de un año.

Durante los primeros diez años de sus peregrinaciones en Canaán, Abram plantó sus tiendas en Siquem, donde Dios le prometió aquella tierra para su descendencia. Allí edificó un altar a Jehová. Pasó después a Bet-el, donde erigió otro altar, invocando el nombre de Jehová (Gn. 12:6-8). Se desató un hambre, y Abraham descendió a Egipto, donde, temiendo por su vida, y faltándole la fe entonces, dijo que Sarai era su hermana; por su belleza, fue llevada a la casa del Faraón, pero Dios la protegió, y Abraham y Sarai fueron expulsados de Egipto después de una reprensión (Gn. 12:10-20). Volvió a Canaán, y plantó de nuevo sus reales en Bet-el, ante el altar que había erigido antes (Gn. 13:3). Visto el gran incremento de sus riquezas en ganado, surgieron riñas entre sus pastores y los de Lot, por lo que decidieron separarse. Abraham cedió a Lot el derecho de elegir a dónde dirigirse (Gn. 13:9), y éste eligió el valle del Jordán (Gn. 13:11). Abram entonces puso sus reales en el encinar de Mamre, en Hebrón (Gn. 13 :18), declarando Jehová que le daría toda la tierra que podía ver, a él y a su innumerable descendencia (Gn. 13:14-17).

Abram moró en Mamre al menos 15 años, quizá 23 o 24. Había entrado en alianza con unos príncipes amorreos (Gn. 14:13). Junto con ellos, Abram emprendió una expedición guerrera contra Quedorlaomer y otros reyes coligados con él; éstos habían invadido Sodoma y Gomorra, y las habían saqueado, y se habían llevado cautivos a sus habitantes, incluyendo a Lot. Después de su victoria sobre estos reyes y la liberación de Lot y de todos los demás, Abram rehusó tomar ni un hilo del despojo que le ofrecía el rey de Sodoma; no quería enriquecerse de tal procedencia (Gn. 14:23); pero recibió la bendición de Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió con pan y vino a recibirle: a él le dio Abram diezmos de todo. Dios se le reveló ahora como su escudo y gran galardón.

Lamentándose Abram de su falta de descendencia, Dios le confirma la promesa (Gn. 15:5). "Y [Abram] creyó a Jehová, y le fue contado por justicia". Ésta es la primera mención de la fe. A su pregunta de cómo iba a saber él que iba a poseer la tierra, Dios dispuso con él un pacto con sacrificio, como era la costumbre en Oriente (Gn. 15:9-10). Sin embargo, este pacto no fue confirmado por las dos partes, sino únicamente por Dios (Gn. 15:17-21) al ser solamente Dios, bajo la apariencia de una antorcha de fuego, quien pasó entre los animales divididos, habiendo quedado Abram sobrenaturalmente postrado. Así, Dios se ligó incondicional y unilateralmente a Abram por este pacto.

También se le dijo a Abram que su descendencia moraría en tierra ajena, donde sería afligida durante 400 años.

Por sugerencia de Sarai, toma a su criada Agar, cohabitando con ella, y teniendo de ella un hijo, Ismael. Esto según las costumbres de la tierra (véase Gn. 16:2; cp. Gn. 30:3). Sin embargo, 13 años después la promesa se verificaría. Los esfuerzos del hombre, tratando de cumplir por si mismo la promesa, no cambian en absoluto el plan de Dios. Tenemos aquí una figura de la ley, esto es, el intento del hombre de conseguir la bendición mediante sus propios esfuerzos.

Dios se reveló luego a Abraham, ya de 99 años de edad, como «el Dios Todopoderoso», nombre que indica que los recursos se hallan en el mismo Dios. Entonces cambió su nombre de Abram por el de Abraham, debido a que iba a ser el padre de muchedumbre de gentes, o naciones. Jehová, renovando su pacto con Abraham, le prescribió el signo de la circuncisión (que es una figura de la no confianza en la carne), y que puso en práctica en el acto. También cambió Jehová el nombre de Sarai por el de Sara, porque iba a ser una princesa, e iba a tener un hijo (Gn. 17).

Abraham acogió a tres visitantes. Dirigiéndose dos de ellos a Sodoma, el tercero (Jehová) dijo: «¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?» Según Jn. 15:14, 15, aquí tenemos la clave de que Abraham sea llamado «el amigo de Dios» (2 Cr. 20:7; Is. 41:8; Stg. 2:23). Dios le reveló Sus propósitos, y Abraham se vio con libertad para interceder por los justos en Sodoma, si los hubiera, en un número que va reduciendo hasta 10, pero como no los hay, Sodoma es destruida, y sólo Lot y sus hijas escapan al ser sacados de la ciudad por los ángeles (Gn. 18,19).

Al cabo de unos 15 años, durante la infancia de Isaac, en Gerar, nuevamente Abraham hace pasar a Sara por hermana suya. Por intervención de Dios se evita que la inclusión de Sara en el harén del rey de Gerar lleve al pecado, y Abraham es de nuevo reprendido, esta vez por Abimelec (Gn. 20:2).

Nace Isaac (Gn. 21:2), y surge un conflicto entre el que era tipo de la carne (Ismael) y el que era tipo del hombre espiritual (Isaac). Ismael es descubierto incomodando a Isaac, y Agar e Ismael son expulsados (Gn. 21:9-21; cp. Gá. 4:22-31). Después de varios incidentes con los hombres de Abimelec acerca de pozos abiertos por Abraham, hacen un pacto, y Abraham llama a su pozo Beerseba (Gn. 21:31), «pozo del juramento».

Habiendo ya crecido Isaac (el historiador judío Flavio Josefo le supone una edad de 25 años), Dios prueba la fe de Abraham; le ordena que se lo ofrezca en holocausto. Abraham obedece, y si no hubiera intervenido la mano de Dios, hubiera dado muerte a su hijo, creyendo «que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos» (He. 11:19). Después de la muerte y resurrección en figura de Isaac, se confirma a Abraham la promesa incondicional de que en su simiente (que es Cristo) serán benditas todas las naciones de la tierra (Gn. 22:18; Gá. 3:14-18). Si alguno es de Cristo, simiente de Abraham es, y heredero, conforme a la promesa. Y esta promesa es firme a toda la simiente, no solamente a la que es de la ley, sino a la que es de la fe de Abraham, que es padre de todos nosotros los que creemos. (Ro. 4:16.)

20 años después, Sara muere a la edad de 127 años. Abraham era tan totalmente un peregrino, que tiene que comprar un terreno de los hijos de Het para tener un sepulcro en la tierra (Gn. 23). Se tomó gran cuidado en que Isaac no contrajera matrimonio con las hijas de los cananeos, enviando a su siervo (posiblemente Eliezer) a su propia familia para conseguir una esposa para Isaac, convencido de que Dios enviaría a Su ángel, y daría éxito a la misión, que resultó en que Rebeca vino a ser la esposa de Isaac (Gn. 24). Abraham pasó alrededor de 38 años en el Negev, después de la muerte de Sara, y se informa que tuvo otra esposa, Cetura, y varias concubinas, de las que tuvo hijos; a ellos les dio dones, y los envió al Oriente, para que Isaac pudiera morar pacíficamente en la tierra prometida (Gn. 25). Murió a la edad de 175 años, y fue enterrado con Sara, en la cueva de Macpela.

2. Su fe.

La religión en la baja Mesopotamia, en el período histórico, es muy compleja y desarrollada, apartándose de religiones tan degeneradas como el fetichismo, animismo, totemismo. En el panteón de los dioses de Mesopotamia se hallan los dioses del mundo, las divinidades astrales, los dioses de la naturaleza, y los dioses nacionales. El culto usaba templos, zigurats y un cuerpo sacerdotal, e incluía magia, astrología y adivinación. Toda esta religión está centrada en una mitología poética.

Sin embargo, la religión de Abraham es totalmente diferente. Abraham creía en un Dios todopoderoso (Gn. 17:1), eterno (Gn. 21:33) y Altísimo (Gn. 14:22); Señor y Creador de los cielos y de la tierra, dueño real y legítimo de toda la creación (Gn. 24:3), Juez justo, administrador del mundo (Gn. 18:25). Abraham creyó a Jehová, al Dios único que le había llamado (Gn. 15:6; cp. Ro. 4:3; Gá. 3:6); y lleno de fe en El, obedeció, adoró y mantuvo la honra a su Dios.

Para fortalecer la fe de Abraham, Dios empleó dos medios:

a) Se le reveló de manera personal a fin de que, mediante tal revelación, Abraham aprendiera a conocerle (Gn. 12:1-3; 13:14-18; 15; 17:1-21).

b) Puso en acción la fe de Abraham, poniéndole en circunstancias en las que iba a tener que ejercitarla. Como ejemplo de ello, podemos ver la rotura de sus vínculos nacionales y familiares; las épocas de hambre y de riqueza; de lucha y de poder; la ansiosa espera del heredero, y la prueba suprema de la fe, por la que Abraham fue llamado a sacrificar a Isaac, el heredero de las promesas, su hijo tan amado.

3. El pacto.

Toda la vida de Abraham se centra en el pacto que Dios celebró con él; y es de tal importancia que supera al pacto en Sinaí (Gá. 3:15-18). El pacto en Sinaí tenía que ver con Israel; la promesa a Abraham con «todas las familias de la tierra», incluyendo también, ciertamente, la promesa de la tierra a su descendencia física a través de la línea de la promesa a perpetuidad, por cuanto Israel iba a ser instrumento de salvación (cp. Gn. 12:3; Is. 49:7). Suspendida ahora en cuanto a Israel por la desobediencia de la nación, verá su cumplimiento final cuando en la restauración de todas las cosas, en los tiempos mesiánicos, Israel, convertida a Cristo, será reinjertada, siguiendo el símil del apóstol Pablo, a las prerrogativas del pacto (Ro. 11).

4. Tipología.

La historia de Abraham en Génesis se divide en tres secciones:

a, caps. 12-14, su vida y testimonio público, como llamado por Dios;

b, caps. 15-21, su andar privado y doméstico con Dios, ilustrando el crecimiento del alma;

c, en los caps. 22 a 25 tenemos en tipo una secuencia profética de acontecimientos: el sacrificio de Cristo (cap. 22); la puesta a un lado de Israel por un tiempo (cap. 23); el llamamiento de la novia (cap. 24), y el final establecimiento de las naciones en bendición al final de los tiempos (cap. 25).

5. Conclusión.

Abraham fue padre de Ismael, Madián y de muchos otros grupos orientales. No es de asombrarse que grandes multitudes lo aclamen como padre en aquel inmenso territorio del mundo, y que haya numerosas tradiciones con respecto a él. Su vida es para el cristiano digna de la más profunda atención, en vista de las maneras en que Dios se le reveló, en vista también de la formación de su carácter bajo las circunstancias en que Dios lo probó. También es digno de mucha atención como tipo de la vida del cristiano como peregrino y extranjero en esta tierra, buscando, como Abraham antaño, «la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artífice y constructor es Dios» (He. 11:9-10).

6. Su historicidad.

Los críticos destructivos han atacado la historicidad de la vida de Abraham con la peregrina razón de que no se hallan textos extrabíblicos de aquella época que apoyen la credibilidad de los escritos bíblicos. Sin embargo, el procedimiento correcto ya para los escritos meramente históricos, es su concordancia interna con el contexto histórico, arqueológico y documental de la época. Albright, una de las máximas autoridades en arqueología del Antiguo Testamento, ya en el año 1926, demostró que la evidencia arqueológica concuerda con la pauta de vida afincada en ciudades y aldeas en los montes de Palestina en el período exigido por la Biblia para la época de los patriarcas, alrededor de 2.000-1.800 a.C. En todo caso, el centro de Canaán estaba punteado por ciudades, y toda la evidencia arqueológica sirve de espléndido marco para la narración bíblica, cosa bien difícil si todo ello hubiera sido invento de un redactor en el período del exilio o postexílico, como pretenden los críticos. Además, los recientes descubrimientos de Ebla (Telí Mardikh), investigada por Paolo Matthiae y Giovanni Pettinato, dan adicional e importante evidencia no sólo de las condiciones históricas, sociales, lingüísticas y culturales de la época patriarcal, sino que se ha conseguido evidencia escrita, anterior a Abraham, de la existencia de las cinco ciudades de la llanura: Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela (cp. Gn. 14:2), tenidas por los críticos durante muchos años como creaciones legendarias o semilegendarias de algún escriba del periodo babilónico. Además, también se ha conseguido evidencia del uso del nombre de Canaán para la tierra de Palestina; los críticos no creían que hubiera sido aplicado en fecha tan temprana. No hay razón alguna para rechazar la historicidad de los tempranos capítulos de la Biblia; no hay evidencia alguna en contra de ellos, aunque sí muchos ataques gratuitos, y toda la evidencia concuerda armónicamente con los registros bíblicos.

nom, ABROJOS. Véase CARDOS Y ESPINAS.

nom, ABSALÓN

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

= «padre de la paz».

Tercer hijo de David. Fue notable por su hermosura y por la abundancia de su cabello (2 S. 1:25, 26).

Amnón, otro hijo de David, se enamoró de su hermanastra Tamar, hermana de Absalón por parte de su padre y de su madre Maaca, hija de Talmai (2 S. 3:3), y éste, en venganza, lo mató (2 S. 13:1-29). Luego huyó a Gesur, donde su abuelo por parte de madre era rey (2 S. 13:37-39).

Después de tres años de destierro Absalón regresó a Jerusalén por la intercesión de Joab, pero no fue recibido por su padre David sino hasta dos años después (2 S. 14:28), cuando se reconcilió con éste.

Al no existir por entonces en Israel leyes fijas sobre la sucesión, Absalón quería ser el heredero al trono a toda costa. Absalón hacía todo cuanto le era posible para que conociese el pueblo sus derechos de primogénito después de la muerte de Amnón. Ganaba partido no solamente entre los poderosos y ricos, sino especialmente entre los pobres, por su carácter sencillo y su fama de hombre amigo de la justicia. Absalón sabía, como lo sabían todos en Israel, que Salomón sería el sucesor de David en el trono y tramó varias veces contra la vida de David, se hizo proclamar rey en Jerusalén en ausencia de David, y finalmente, habiendo querido darle batalla de una manera traidora al otro lado del Jordán, mientras huía, su cabellera se enredó en un árbol y fue muerto por Joab, uno de los hombres de David (2 S. 18:17, 18; Jos. 7:26), y enterrado con deshonra. Su padre sintió tanto su muerte que entró silencioso en Jerusalén como si hubiese perdido la batalla. En Jerusalén existe una «tumba de Absalón» construida en los tiempos de Herodes.

nom, ABUBILLA

tip, FAUN LEYE AVES

Ave del tamaño de un tordo, pico largo, delgado y algo curvo, con airosa cresta doble, de costumbres sucias y voz estridente, declarada inmunda por Moisés (Lv. 11:19; Dt. 14:18).

nom, ACAB

tip, BIOG REYE PROF HOMB HOAT HSHA

Hebreo, «hermano del padre».

(a) Séptimo rey de Israel, que sucedió a su padre Omri en el año 918 a.C. y reinó veintidós años. Casó con Jezabel, hija de Ed-Baal, rey de Tiro, mujer ambiciosa e idólatra, por cuya influencia fue introducido en Israel el culto de Baal y Astoret. Acab erigió en Samaria un templo a Baal, persiguió a los profetas de Dios, y se dice en la Biblia que hizo más para provocar al Señor a ira que todos los reyes anteriores a él. A causa de esta apostasía Dios castigó a Israel con tres años de sequía y hambre, hasta que el profeta Elías desafió y eliminó a los profetas de Baal en el monte Carmelo (1 R. 18:20-40). Otro crimen repugnante de Acab, por consejo de su esposa, fue el asesinato legalizado por engaño de su vecino Nabot, para apoderarse de su propiedad.

Hombre voluble, combatió primero contra Benadad, rey de Siria, al que venció dos veces, y como éste se humillara, Acab hizo alianza con él. Una inscripción monolítica de Salmanasar III, rey de Asiria, demuestra que, haciendo honor a esta alianza, peleó contra los asirios en la batalla de Karcar en el año 853 a.C. Finalmente, Acab, aprovechándose de una visita de Josafat, rey de Judá, le propuso una expedición común para recobrar Ramot de Galaad al otro lado del Jordán. Los profetas de Baal le animaron a la empresa, pero Miqueas (el único profeta de Jehová) predijo la muerte de Acab. Éste se disfrazó para evitar el cumplimiento de la trágica profecía, procurando no llamar la atención; pero un individuo del ejército enemigo, tirando al azar, hirió mortalmente al impío rey Acab y, según había profetizado Elías años antes, su sangre fue lavada sobre su carro en el estanque de Samaria, y los perros la lamieron después de un reinado de veintidós años. Fue sucedido por Ococías, su hijo.

(b) Profeta mentiroso e inmoral, de quien predijo Jeremías que Nabucodonosor, rey de Babilonia, le haría quemar vivo (Jer. 29:21-23).

nom, ACACIA

tip, FLOR ARBO

(en hebreo «shittah»).

Son varios los tipos que crecen en Egipto y Palestina, siendo la más común la «Acacia seyal». Su madera fue extensamente usada en la construcción del tabernáculo, y también el arca, la mesa de los panes de la proposición, y los altares estaban hechos con ella (Éx. 25-38; Dt. 10:3). La madera de este árbol era y es muy apreciada por su ligereza, dureza, y admisión de un pulimentado extremo. Es mencionada por Herodoto; Josefo también menciona su resistencia y durabilidad; es virtualmente incorruptible. Livingstone pensaba que para el tabernáculo se usó la «Acacia giraffa», que él denominaba «madera indestructible». Se ha considerado la «Acacia nilótica», una especie de acacia silvestre, como la zarza que Moisés vio ardiendo y sin consumirse (Heb. «seneh»). Ciertas variedades de acacia producen goma arábiga. Se menciona también en Is. 41:19.

nom, ACAD

tip, CIUD CINH

Una de las cuatro ciudades babilónicas sobre las que reinó Nimrod (Gn. 10:10), situada en la tierra de Sinar, y que dio su nombre a la región adyacente. Probablemente la misma llamada en lengua sumeria Agadé.

nom, ACAICO

tip, BIOG HOMB HONT

= «perteneciente a Acaya».

Un creyente que, con Estéfanas y Fortunato, visitó a Pablo en Éfeso. Ellos confortaron a Pablo en espíritu (1 Co. 16:17). La nota al final de la epístola afirma que fue enviada a Corinto por mano de los tres ya mencionados, acompañados por Timoteo.

nom, ACÁN

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

«perturbador».

Hijo de Carmi, de la tribu de Judá, que desobedeció el mandato divino tomando una parte de los despojos de Jericó (Jos. 6:18-19; 7:1-26; 1 Cr. 2:7), por cuyo motivo el pueblo de Israel, hasta entonces victorioso en la conquista de Canaán, sufrió una derrota ante la ciudad de Hai. Descubierto por la suerte guiada por la providencia, Dios ordenó que el culpable fuese castigado y, junto con toda su familia, fue apedreado (Jos. 22:20; 1 Cr. 2:7).

nom, ACAYA

tip, REGI

Originalmente, un estado griego al norte del Peloponeso (la actual Morea); incluía a Corinto y su istmo; en los tiempos del NT, Grecia entera estaba dividida entre Macedonia y Acaya, bajo la administración romana; Acaya era una provincia senatorial; sin embargo, en los poetas, Acaya designaba frecuentemente a la totalidad de Grecia. Tiberio unió a los dos distritos en una provincia imperial bajo procuradores; pero Claudio devolvió Acaya al Senado bajo un procónsul. Así, Lucas estaba en lo cierto al mencionar a Galión como procónsul de Acaya (Hch. 18:12). El NT emplea esta designación en el sentido de la administración romana. Epeneto fue el primer converso de Acaya (Ro. 16:5); Estéfanas, entre los primeros (1 Co. 16:15). (Ver también Hch. 18:27; 19:21; Ro. 15:26; 2 Co. 1:1; 9:2; 11:10; 1 Ts. 1:7, 8.)

nom, ACAZ

tip, BIOG REYE ARQU HOMB HOAT HSHA

= «sostenido».

Hijo de Jotam, que reinó dieciséis años, desde el año 734 a.C. (2 R. 16:1). Se distinguió por su idolatría y desprecio del verdadero Dios, y contra él se dirigen muchas profecías de Isaías (véanse 2 R. 7, 8, 9). Quemó a sus propios hijos consagrándolos a los ídolos. Levantó un altar en el templo de Jerusalén según el modelo sirio, y aun lo cerró enteramente, por lo cual perdió el favor de Jehová y sufrió varias derrotas en la guerra con Peka y Rezín.

Peka, rey de Israel, le tomó varios cautivos que fueron liberados por intervención del profeta Obed (2 Cr. 28:5-15), y sufrió otros reveses a manos de los edomitas y los filisteos (2 Cr. 28:16-20). Desoyendo los consejos de Isaías, solicitó auxilio de Tiglat-pileser, rey de Asiria, lo que éste lo aprovechó para hacerle tributario suyo.

Su nombre aparece en una inscripción de Tiglat-pileser como uno de sus vasallos, y ello es una prueba de la historicidad del relato bíblico, en contra de los racionalistas de hace un par de siglos, que lo negaban.

Fue tan aborrecido por sus propios súbditos que le negaron sepultura entre los reyes de Israel.

nom, ACCIÓN DE GRACIAS

tip, LEYE

ver, SACRIFICIO

La expresión de gratitud a Dios por Sus beneficios dados; en el AT se ofrecían sacrificios en acción de gracias (Lv. 7:12, 13; 22:29, etc.). En la ofrenda de acción de gracias, que era un sacrificio de paz, no se contemplaba la cuestión del pecado; el adorador daba gracias a Dios por Sus bendiciones otorgadas; no era para alcanzar la paz, sino que, en paz con Dios, le ofrecía sacrificio en gozo y gratitud. (Ver SACRIFICIO.) En el NT se acentúa el llamado a la acción de gracias en todo (Ef. 5:4, 20; cp. Ro. 8:28); las mismas peticiones deben ser hechas con acciones de gracias (Fil. 4:6), conscientes de «cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» (Ro. 12:2), y aceptando la acción de Dios de enseñamos a vivir mirando más allá de las circunstancias, reposando en Él (Fil. 4:12). La acción de gracias tiene como base el conocimiento de la aceptación por parte de Dios de quien a Él se allega por medio de Jesucristo, mediante Su obra consumada en la cruz; y por la multiforme gracia de Dios que fluye libremente en base a esta reconciliación efectuada por el Señor Jesucristo.

nom, ACEITE

tip, ALIM SACE LEYE TIPO COSM

ver, UNCIÓN, UNGÜENTO

Para los hebreos, se trataba eminentemente del aceite de oliva. En la descripción de la riqueza de la tierra, una de las cosas mencionadas es «una tierra que fluye aceite...»; entre las bendiciones mencionadas con las que Dios iba a enriquecer a Su pueblo obediente se hallaba la de que su aceite sería multiplicado (Dt. 7:13; 8:8). Era un artículo valioso, y se empleaba para distintos propósitos.

Se usaba como:

alimento (2 Cr. 2:10, 15; 11:11; Sal. 55:21);

para ungir a los sacerdotes y a los reyes (Lv. 8:12; 1 S. 10:1; 16:1, 13);

en los sacrificios de la ofrenda de alimento (Heb. «minchãb», Lv. 2:1-16);

como ingrediente en el aceite de la santa unción (Éx. 30:24, 25); (ver UNCIÓN)

como cosmético (Sal. 23:5; 92:10; Lc. 7:46);

como combustible en lámparas (Éx. 35:8, 14);

como emoliente (Lc. 10:34).

El aceite es un tipo del Espíritu Santo (Mt. 25:3-10; He. 1:9).

(Ver también UNGÜENTO)

nom, ACEITUNA

tip, ALIM FRUT

Fruto del Olivo, y del cual, por diversos medios, se consigue el aceite. Su color, cuando es madura, es el negro. Su recolección se efectúa a mano; en Palestina ya está lista para recoger en septiembre. Se puede extraer de ella hasta más del 30 por ciento de aceite en peso. (Ver Dt. 28:40; Mi. 6:15; Stg. 3:12.)

nom, ACÉLDAMA

tip, LUGA

«campo de sangre».

Un pequeño terreno en Jerusalén, que antes de la muerte de Cristo se llamaba «Campo del alfarero» (Jer. 19), comprado por los sacerdotes con el dinero devuelto por Judas, quienes lo destinaron a cementerio de extranjeros, ya que, considerándolo «precio de sangre» y, por tanto, contaminado, no podía dedicarse a sepultura de judíos (Mt. 27:7; Hch. 1:19). La voz popular, recordando el origen de dicho cementerio, hizo un fácil juego de palabras y convirtió su nombre en «akeldama», «campo de sangre». Puede localizarse casi con certeza en el lado sur del valle de Hinom, donde existen multitud de tumbas de los cruzados.

nom, ACEPCIÓN DE PERSONAS

tip, LEYE DOCT

En hebreo existen varias expresiones, como «nasa panim», «mirar a la cara», y «gur mi pene», «temer ante el rostro», que significan, literalmente, juzgar a alguien por el exterior, dejándose llevar demasiado por las apariencias. Nuestras versiones castellanas de la Biblia traducen estas expresiones por «mirar la persona», «tomar en consideración o aceptar a la persona». Siendo la cara lo primero que se ve en una persona, es natural que, muchas veces, se las juzgue por el rostro. Esta es también la razón por la cual indica, con frecuencia, a toda la persona. La expresión hebrea, griega y latina significan «levantar la máscara para ver lo que se oculta detrás de las apariencias», y en sentido metafórico quiere decir «prestar atención a las apariencias», al exterior, en perjuicio de la justicia y de la imparcialidad con que se debe juzgar al prójimo. Esta costumbre de mirar las apariencias es severamente enjuiciada en la Biblia (Dt. 1:17; 16:19), porque sabe del mal que se sigue, especialmente en los

juicios emitidos al juzgar según las apariencias (Pr. 18:5; 24:23); y esta enseñanza se da tanto en los profetas como en la ley de Moisés (Lv. 19:15; Am. 5:12; Is. 1:23; Jer. 22:3; Ez. 22:12). La Biblia recuerda con frecuencia que Dios no juzga a los hombres según las apariencias, y que trata a todos los hombres con igual justicia (Hch. 10:34; Ro. 2:6; Gá. 2:6; Ef. 6:9; Col. 3:25; 1 P. 1:17; Mt. 22:16; Lc. 20:21).

nom, ACERO

tip, META

Este término debe traducirse, en el Antiguo Testamento, «metal» o «bronce» (1 S. 17:5; Jb. 20:24; Sal. 18:34, etc.).

nom, ÁCIMOS

tip, LEYE TIPO ALIM

ver, LEVADURA, PASCUA, PAN, PAN DE LA PROPOSICIÓN

(griego, «azumos», denotando sin levadura, y en hebreo «matz-tzah'»).

Eran unas tortas planas de pan, carentes de levadura; se mencionan por vez primera en la visita de los tres varones a Abraham (Gn. 19:3). En la institución de la Pascua y de la fiesta que seguía de siete días, se prohibe totalmente la presencia de levadura en las casas (Éx. 12:8, 15-21). Estaban ordenadas en todas las ofrendas en las que entraba el pan (Lv. 2:11-12), tipificando la ausencia de toda corrupción en el sacrificio, figura del de Cristo, a excepción de la ofrenda de paces ordenada en Lv. 7:13, de acción de gracias, donde se acepta la persona imperfecta del adorador.

A todo lo largo de las Escrituras, la levadura simboliza iniquidad; es por esto que, siguiendo el tipo de la fiesta de los ácimos, somos exhortados a celebrar la fiesta no con levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad (1 Co. 5:8). (Ver LEVADURA, PASCUA, PAN, PAN DE LA PROPOSICIÓN)

 

nom, ACMETA

tip, CIUD CINH

Ciudad que los griegos y romanos llamaban Ecbátana y que los judíos designaban con el nombre arameo de Acmeta. Desde los años 700 antes de Cristo fue capital de Media, así como residencia de los monarcas persas cuando cayó en poder de éstos en el año 550. Se la menciona en el libro de Esdras (Esd. 6:2) y en diversos libros de la literatura apócrifa.

nom, ACO. Véase TOLEMAIDA.

nom, ACOR (Valle)

tip, VALL

ver, ACÁN

Acor significa «angustia», y es el lugar donde fue apedreado Acán, con todos los suyos, por haber atraído la maldición sobre Israel, al haber tomado del anatema de Jericó para sí (Jos. 7). El valle se hallaba entre Jericó y Ai, en los límites de la tribu de Judá. Identificado con Wadi Kelt, 31º 50' N, 35º 24' E. Será una puerta de esperanza para Israel (Os. 2:15) en el futuro, cuando, en confesión y arrepentimiento, quitando de entre ellos su pecado, recuerden que fue allí donde empezó a caer sobre ellos el juicio de Dios, seguido de bendición: así será como la tribulación de los últimos días terminará en bendición (65:10). (Ver ACÁN.)

nom, ACRABIM

tip, PUER

= «los escorpiones».

Puerto de montaña al sur del mar Muerto, que constituía el límite meridional de Palestina, y que era también «la frontera del amorreo» (Nm. 34:4; Jue. 1:36; Jos. 15:3). Se menciona también en la literatura apócrifa, bajo el nombre de Acrabatane, como campo de batalla entre Judas Macabeo y los edomitas (1 Mac. 5:3).

nom, ACSÁ

tip, BIOG MUJE MUAT MSHA

(en versión Valera antigua, «Axá»).

Hija de Caleb, otorgada como esposa a Otoniel, porque éste conquistó Quiriat-séfer (Debir) (Jos. 15:16-19; Jue. 1:12-15; 1 Cr. 2:49).

nom, ACSAF

tip, CIUD

Ciudad en la frontera de la tribu de Aser. Es nombrada entre Betén y Alamelec (Jos. 19:25). Su rey estuvo entre los treinta y un reyes muertos a manos de los hijos de Israel, al haberse levantado en contra de la división de la tierra (Jos. 11:1; 12:20). Ha sido identificada con «Kefr Yasif», 32º 57' N, 35º 10' E.

nom, ACZIB

tip, CIUD

«un torrente de invierno», o «engaño».

(a) Ciudad de Judá (Jos. 15:44; Mi. 1:14), probablemente la misma que recibe también el nombre de Quezib (Gn. 38:5) y Cozeba (1 Cr. 4:22). Identificada con «Ain Kezbeh», 31º 42' N, 35º E.

(b) Ciudad en la tribu de Aser, pero de la que no se pudo expulsar a sus habitantes (Jos. 19:29; Jue. 1:31). Identificada con «ez-Zib», en la costa del Mediterráneo, 33º 3' N, 35º 6' E, a unos 17 Km. al norte de Acre.

nom, ADA

tip, BIOG MUJE MUAT MSHA

ver, BASEMAT

Tiene un significado incierto, variando las opiniones entre «placer», «compostura» o «belleza».

(a) Una de las dos esposas de Lamec, madre de Jabal y Jubal (Gn. 4:19, 20, 23).

(b) Una de las esposas de Esaú, hija de Elón heteo. Fue madre de Elifaz (Gn. 36:2-4, 10). Elifaz fue padre de siete de los jefes de Edom (Gn. 36:2, 4, 15, 16). (Ver BASEMAT.)

nom, ADAM

tip, CIUD

Ciudad a unos dos kilómetros al oriente del Jordán, cerca de la desembocadura del Jaboc en el mar de Tiberias, al principio del Jordán, donde las aguas de este río comenzaron a acumularse para abrir un paso seco a los judíos, que, al elevarse el valle entero del Jordán, desde este lugar, pudieron atravesar el río en el sur. A esta ciudad parece referirse 1 R. 7:46 y 2 Cr. 4:17 (léase «bema'abar 'adama»: junto al vado de Adam), así como Jos. 3:16 (léase «me'adam ha'ir»: lejos de la ciudad de Adam); hoy tell ed-damiye.

nom, ADÁN

tip, BIOG TIPO HOMB HOAT

Nombre dado al primer hombre creado por Dios. La palabra hebrea aparece en el Antiguo Testamento más de 500 veces y casi siempre significa «hombre» o «ser humano» (Gn. 7:23; 9:5-6). Adán es el nombre común para indicar el primer progenitor del linaje humano. Muchos ven el origen de la etimología de esta palabra en el sumerio «Adan», o «mi Padre». Flavio Josefo dice que en la Antigüedad era común la opinión que hacía derivar el nombre de Adán de la palabra «rojo», aludiendo a la coloración de la piel y de acuerdo con la costumbre egipcia de poner en sus monumentos los hombres coloreados en rojo.

El primer hombre creado por Dios, Adán, estaba en íntima relación con la tierra, «Adamah» (Gn. 2:5; 3:19-23; 10:9; 34:15; Sal. 7:1). Adán fue un hombre dotado de una personalidad y de características propias (Gn. 4:1-25; 5:1-3 ss; 1 Cr. 1:1). Adán es padre de todos los hombres; Dios lo creó primero a él y luego a su mujer Eva, y ambos fueron los padres de toda la Humanidad: «Los creó macho y hembra» (Gn. 1:26-28). Los hijos de Adán y Eva nombrados en la Biblia son Caín, Abel y Set (Gn. 4:1, 2, 25), aunque engendró después otros anónimos. Al nacer Set, Adán tenía 130 años, y vivió hasta 930 años (Gn. 5:3-5). Adán fue el único entre los seres de la tierra creado a la imagen y semejanza de Dios, con razón, con imaginación creativa y con inteligencia superior que le capacitaba para conocer, amar y comunicarse, no tan sólo con los demás seres inferiores, sino también con Dios. Fue la mayor y la última de las obras de la Creación de Dios, y recibió dominio sobre todo lo que la tierra contenía.

Para que no estuviese solo, Dios le dio a Eva como compañera y ésta llegó a ser su mujer. Adán fue hecho hombre perfecto (completo en todas las dotes físicas, mentales y espirituales) y colocado en el jardín del Edén para someterlo a prueba, inocente y feliz, pero expuesto a la tentación y el pecado. Adán cayó por haber quebrantado el expreso mandamiento de Dios, por la tentación de Satanás y las instancias de Eva, y así incurrió en la maldición él mismo y toda su posteridad.

En el Nuevo Testamento el nombre de Adán aparece 9 veces. Ocho veces en relación al primer hombre (Lc. 3:38; Ro. 5:14; 1 Co. 15:22, 45; 1 Ti. 2:13, 14; Jud. 14). Y una en relación a Cristo (1 Co. 15:45). En distintas ocasiones se hacen alusiones a Adán, el primer hombre, pero como nombre propio no aparece (Mt. 19:2-8; Mr. 10:6-8; Ro. 5:8, 15-19).

De estas diferentes citas del Nuevo Testamento podemos concluir que Adán es único porque no tenía padre ni madre, es el primero entre los hombres, y fue hijo de Dios por creación (Lc. 3:38), no por descendencia de ninguna raza animal. Por esto tiene una relación espacialísima con la raza humana. El Nuevo Testamento la compara con la de Cristo, que es el último Adán progenitor espiritual de todos los redimidos. Entre estas dos generaciones: la de Adán (el padre de todos los hombres) y Jesucristo (el nuevo Adán) se desarrolla toda la historia de la raza humana (1 Co. 15:45-49; Ro. 5:13-19). No hay nadie que haya vivido antes de Adán, porque es el primer hombre; y así, tampoco hay nadie que haya vivido antes de Cristo en la gracia, porque Cristo es el segundo Adán. Todos los hombres viven por y en Cristo cuando son nacidos a Él por la fe. Adán se convierte de este modo en un prototipo de Jesucristo, el que habría de redimir a todos los hombres.

Por Adán entraron la muerte y el pecado. La Epístola a los Romanos nos dice explícitamente que por la trasgresión de Adán el pecado entró en el mundo (Ro. 5). En Adán todos los hombres pecaron y murieron. A través de la transgresión de un hombre (Adán), todos fueron hechos pecadores (Ro. 5:18). A través de su traspaso de la ley y de su condenación, todos los hombres llegaron a ser pecadores y mortales; a través de la obra de Cristo, todos los hombres que siguen a Cristo son rescatados y liberados del pecado y de la muerte.

El Nuevo Testamento confirma así la historicidad de los relatos de los primeros capítulos de Génesis que se relacionan con Adán. En 1 Co. 15:45-47 tenemos una alusión clarísima a Génesis, (Gn. 2:7), y en la primera Epístola a Timoteo, (1 Ti. 2:13), tenemos otra referencia a Génesis, (Gn. 2:20-23). Son muchos los pasajes que en el Nuevo Testamento presentan alusiones clarísimas (algunas veces implícitas, pero muchas veces explícitas) de los hechos sucedidos antes de que se escribiese la Biblia y que ésta nos relata en sus primeros capítulos. El Nuevo Testamento no pone en duda la historicidad de Adán, nos garantiza la historicidad de aquellos relatos antiquísimos sobre el origen de la Humanidad, sobre la entrada del pecado en el mundo, sobre la vida que el Señor tenía preparada para los hombres que fueran obedientes, y sobre la nueva vida que nos promete a través del nuevo Adán si nosotros seguimos a Jesucristo.

nom, ADAR

tip, CALE

(del babilonio «adaru» probablemente «oscuro», «nuboso»).

Último de los doce meses del calendario judío, aproximadamente febrero-marzo actuales, en que se efectuaba la fiesta del Purim (Est. 3:7; Esd. 6:15). Fue también nombre propio (Gn. 36:39) y parte del nombre de varios reyes de Siria.

nom, ADEREZO. (Véase ADORNO.)

nom, ADIVINACIÓN

tip, LEYE DIAB DOCT

ver, MAGO

Condenada con pena de muerte en la Ley (Lv. 20:27, etc.). Las numerosas referencias en las Escrituras a las varias formas del ocultismo, como ahora se le denomina, y las fuertes denuncias en contra de que los israelitas tuvieran participación alguna en tal cosa, muestran que se trataba de una peligrosa realidad, por mucho que fuera el engaño que en ocasiones pudiera haberse incluido en ello. Leemos por primera vez acerca de la adivinación cuando Faraón convoca a todos los magos, «chartummim», de Egipto, y a los sabios, para que interpreten su sueño (Gn. 41:8). Habiendo fracasado todos sus intentos, fue llamado el varón de Dios que estaba en la cárcel para que interpretara el sueño, y ello resultó la ocasión de llevar a cabo los propósitos de Dios con respecto a José. Es indudable que la anterior clase de hombres eran eminentes por su acervo de conocimientos, como lo eran los que se hallaban en la corte de Babilonia, sobre los que Daniel fue hecho jefe (Dn. 4:7, 9).

Entre los magos de Egipto los había algunos, al menos, que podían ejercitar poderes más allá de los obtenidos por el conocimiento humano. Cuando Moisés estaba tratando de convencer a Faraón del poder de Dios mediante señales, los magos de Egipto pudieron convertir sus varas en serpientes, y simular las dos primeras plagas con sus encantamientos (Éx. 7:22; 8:7). Éstas fueron la transformación del agua en sangre, y la plaga de las ranas. Esto se hallaba más allá del poder meramente humano, y es evidente que los magos no obraban por el poder de Dios; tiene que haber sido entonces por el poder de Satanás. Se desconoce la naturaleza de los encantamientos utilizados; la palabra es «lat», y significa «artes secretas, mágicas». Satanás puede sugerir qué encantamientos emplear, si el hombre está dispuesto, y puede ejercitar sus poderes hasta allí donde Dios se lo permite. Después de estas dos plagas, el poder fue refrenado, y los magos tuvieron que admitir, cuando se formaron los piojos, «Dedo de Dios es éste».

En Dt. 18:10-11 se da una lista de cosas que tienen que ver con la adivinación que fueron denunciadas por el Señor:

(a) Adivinación, «qesen», «predicción».

Un notable pasaje en Ez. 21:21-22 da unos ejemplos de cómo adivinaban los paganos. El rey de Babilonia había llegado a una encrucijada; deseando saber si debía tomar el camino a Rabá o a Jerusalén, recurrió a la adivinación. Primeramente, «sacudió sus flechas». Es indudable que se inscribieron dos o más flechas con los nombres de las ciudades, agitándolas en el carcaj; la flecha tomada con la mano derecha decidiría cuál era el camino a tomar. Jerusalén cayó a la mano derecha. Es posible que el rey tuviera todavía dudas, por lo que se desconoce cómo se usaban éstas en adivinación; cp. Zac. 10:2. El rey buscó aún otra guía: «miró el hígado». Había ciertas normas por las que se decía que las entrañas de un sacrificio eran propicias para algo, o no. Que el rey utilizara tres maneras diferentes de adivinación demuestra que no tenía una gran confianza en ellas; es posible que hubiera sido engañado por ellas anteriormente. ¡Qué diferencia de una respuesta que Dios concediera a Israel!

Se mencionan otros medios de adivinación, como «adivinación por la copa» (Gn. 44:5, 15). Esto era practicado por los egipcios y persas, y se describe así: se echaban pequeños trozos de metal y piedrecitas, marcados con signos, a la copa, y se obtenían respuestas de ellas al caer. En ocasiones se llenaba la copa con agua, y al caer la luz del sol sobre el agua, se veían o imaginaban imágenes sobre la superficie. Otra referencia es: «Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde» (Os. 4:12). Los árabes usaban dos varas, sobre una de las cuales se escribía «Dios lo quiere», y sobre la otra «Dios lo prohíbe». Se agitaban juntas, y la primera en caer, o en ser sacada, era aceptada como la respuesta; o se lanzaba una vara, y la respuesta quedaba dada por la dirección en la que caía. Se verá aquí que se invocaba a un «ídolo de madera», y que lo que «el leño», o la vara, dijera, quedaba controlado por él. Así que en toda adivinación se usaban encantamientos, y se invocaba a los dioses

para que dieran las respuestas más favorables. Sabemos que detrás de todo ello se hallaban demonios que controlaban los resultados dados, para llevar a cabo los propósitos de Satanás.

En Hechos hallamos a una joven poseída por espíritu de adivinación, o de Pitón. Éste era un oráculo profético en Delfos, considerado como el centro focal de la adivinación pagana. Un espíritu maligno relacionado con aquel oráculo poseía a esta joven. Es notable el testimonio del espíritu maligno hacia los siervos del Dios Altísimo; puede haberse visto forzado a hablar así al verse ante el poder de Dios (como los demonios reconocían atemorizados a Cristo); sin embargo, el apóstol no podía tolerar recomendaciones procedentes de tal fuente: el espíritu fue echado por un poder superior. Aquí acabó su adivinación, y su dueño perdió la fuente de sus inicuos beneficios (Hch. 16:16-19).

(b) Agorero o, como otros lo traducen, «observador de los tiempos»: puede haber incluido ambas cosas. El término es anan, que también se traduce como encantador, hechicero. El observador de los tiempos determinaba los días propicios y no propicios, y nada debía hacerse sin consultar a los dioses. Tenemos un ejemplo de ello en Ester, cuando Amán echó suertes para hallar el día en que llevar a cabo sus planes contra los judíos (Est. 3:7). Es indudable que al echar la suerte invocaron a sus dioses para asegurar el éxito. Otros practicaban los augurios con el similar propósito de determinar la voluntad de su dios. La respuesta a sus preguntas podía venir de los truenos, relámpagos, de la forma de las nubes, o del vuelo o aparición de ciertas aves.

(c) Sortilegio, nachash, «un murmurador».

Esto parece referirse a los cánticos o a los encantamientos murmurados como un preliminar para obtener la respuesta de los espíritus que deseaban consultar. Ésta es una de las formas a las que recurrió Manasés (2 R. 21:6).

(d) Hechicero.

El término utilizado es «kashaph», y se refiere a la práctica de las artes mágicas, con el intento de dañar a hombres o animales, o de pervertir la mente; hechizar. Puede que no tuvieran poder para dañar a otros a no ser que aquella persona, por curiosidad o amistad, oyera voluntariamente los encantamientos utilizados. Manasés también practicó esta iniquidad (2 Cr. 33:6). Nínive es comparada a una ramera bien favorecida, maestra en hechizos (Nah. 3:4).

(e) Encantador.

Viene de chabar, «unir juntamente, fascinar».

Se asocia con otro término, lachash, «hablar de una manera suave y gentil», y se aplica después al encantamiento de las serpientes (Sal. 58:5). Similarmente el hombre es engañado y baja la guardia de su aversión a relacionarse con los espíritus malignos, hasta llegar a verse bajo su influencia.

En Is. 19:3, otro término, ittím, se traduce «evocador» con un sentido similar, como aquel que da un suave sonido en los encantamientos de los hechiceros.

(f) Adivino (o con espíritu de adivinación).

El término hebreo es ob, que significa «una botella de cuero», y se supone que implica que las personas aludidas estaban hinchadas con un espíritu. Aparece dieciséis veces, traducido en este sentido en todos ellos menos en Job 32:19. Como ejemplo del sentido de esta palabra está la mujer de Endor, consultada por Saúl. De ella se afirma que tenía «espíritu de adivinación». Saúl le pidió a la mujer: «Te ruego... me hagas subir a quien yo te dijere. » Tan pronto como su vida quedó garantizada por un juramento, le preguntó a quién iba a llamar. Es evidente que era su profesión llamar a los espíritus de los muertos, pero en esta ocasión reconoció la obra de un poder superior, pues al ver a Samuel quedó aterrorizada. Aquella mujer pensaba que su demonio familiar se personificaría como de costumbre; de ahí su terror cuando Dios permitió que el verdadero espíritu de Samuel apareciera, en este caso particular. Samuel le dijo a Saúl que al día siguiente él y sus hijos estarían con él. No se sabe si en el término anterior siempre está implicado el poder de llamar espíritus de muertos. Una cosa notable, en relación con los que tienen espíritu familiar, es que aparentemente se oye una voz «desde la tierra» (Is. 29:4).

(g) Mago de yiddeoni, «un sabio».

Lo único que se dice de ellos en las Escrituras es que «susurran hablando» (Is. 8:19). Es indudable que ello formaba parte de sus encantamientos, usados para aturdir a aquellos que iban a pedirles consejo, y quizás necesarios para hacer entrar en acción el espíritu que deseaban consultar. Puede que el consejo fuera bueno en ocasiones a fin de llevar más eficazmente a los engañados bajo la influencia de los malos espíritus. (Para Mt. 2:16, ver MAGO.)

(h) Consultador de muertos. De «darash methim», «consultar a los muertos».

Esto aparece solamente en Dt. 18:11, aunque se implica lo mismo en Is. 8:19. ¿Debieran ir los vivos a los muertos? ¿No debieran ir en pos de su Dios? Y en Sal. 106:28 leemos de algunos que «comieron los sacrificios de los muertos», lo que puede haber constituido un acto preliminar para consultarles. Lo anterior es la lista dada en Dt. 18:10, 11; hay otros que se mencionan en otros pasajes.

(i) Astrólogos «los contempladores de los cielos»

(Is. 47:13) con fines astrológicos. En Daniel, la palabra traducida «astrólogo» en todo el libro, ashshaph, es distinta, y no implica ninguna relación con los cielos, sino que se trata de «hechiceros» o «encantadores», como leemos con referencia a Babilonia en Is. 47:9, 12, donde se habla de una multitud de hechizos y de encantamientos. Juntamente con los astrólogos babilónicos del v. 13 se mencionan los que observan las estrellas, que pueden haberse dedicado a pronosticar acontecimientos en base a las posiciones alteradas de los planetas en relación con las estrellas. A esto se añaden los que cada mes [te] pronostican, que probablemente dedujeran sus pronósticos de la luna. También relacionado con Babilonia tenemos el término adivino, gezar, «dividir, determinar el hado o el destino» mediante cualquier forma pretendida de predecir acontecimientos.

En el NT, además del caso ya mencionado de la joven poseída por un espíritu pitónico, leemos de otros, como el de Simón, que usó de encantamientos, y fascinó por largo tiempo a la gente de Samaria (Hch. 8:9-11); Elimas, el mago, un judío que en Chipre procuraba oponerse a la obra de Dios (Hch. 13:6, 8). Éstos usaban artes mágicas, «magia» (Hch. 19:19), atrayendo tras de sí a las gentes. En Apocalipsis se usa otra palabra traducida hechicerías, farmacia, referida a drogas, «aturdir con drogas», y por extensión a cualquier sistema de hechicería mediante encantamientos (Ap. 9:21; 18:23; cp. 21:8; 22:15). La hechicería queda clasificada entre los pecados más graves, y se aplica también a la iglesia profesante en la Babilonia mística. Aparece en la lista de los frutos de la carne (Gá. 5:20).

Lo anterior ha sido tan sólo un breve repaso del sutil poder de Satanás en el mundo invisible, mediante el que engaña a la humanidad, por lo menos allí donde el hombre es su bien dispuesta víctima. Está claro que la adivinación y las artes ocultas no debieran ser confundidas con una mera prestidigitación. Por mucho que haya trucos y engaños asociados con ella, detrás se halla el poder real de Satanás. Algunos hechiceros convertidos en tiempos modernos en diversas partes del mundo han dado testimonio de que habían estado controlados por un poder superior al suyo propio; pero que éste cesó totalmente al creer y confesar a Cristo. Es importante ver que este poder es de Satanás, debido al gran aumento, en la actualidad, de los cultos satanistas y de las sectas ocultistas, y a la gran inclinación de la sociedad hacia la astrología, espiritismo, cosas a las cuales incluso los cristianos pueden verse arrastrados, y lo han sido, atraídos por la curiosidad. «Nadie os prive de vuestro premio..., entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal» (Col. 2:18).

nom, ADMÁ

tip, CIUD

= «roja».

Ciudad de Pentápolis, habitada por cananeos (Gn. 10:19); su rey Sinab tomó parte en la lucha contra Amrafel y sus aliados (Gn. 14:2, 8). Según Dt. 29:22 y Os. 11:8, Admá fue comprendida en la catástrofe de Sodoma.

nom, ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

tip, LEYE

ver, JUEZ, CASTIGO

En último término, toda autoridad para dispensar justicia, para decidir en pleitos, para ordenar castigo y premiar, reside en Dios. Vemos a Dios delegando en los hombres la responsabilidad de reprimir la violencia, que había abocado al mundo del juicio de Dios anteriormente con las aguas del diluvio (Gn. 6:11; 9:5, 6).

La administración de justicia presenta muy diversas formas en la Biblia. En la sociedad patriarcal, el padre de familia administraba justicia entre los suyos (Gn. 21:8-14; 38:24); en Egipto había funcionarios reales que eran los encargados de administrar justicia, como delegados del rey, que encarnaba la voluntad de los dioses. A pesar de sus concepciones erróneas acerca de Dios, el poder constituido era y es el establecido por Dios, y responsable ante Él, para la administración de justicia, habiendo recibido para ello el poder de lo Alto (cp. Jn. 19:11).

Con Israel en el desierto, Moisés, el Mediador del Pacto, es él solo encargado de administrar justicia, situación que se modifica por consejo de Jetro (Éx. 18:13-27), nombrando Moisés a jueces inferiores, que solucionaran en primera instancia los casos menores, reservándose para él los casos de gravedad. Josué heredó esta estructura de Moisés. Se llega con ello al tiempo del libro de los Jueces, cuando Israel cae una y otra vez en idolatría y en el juicio de Dios, haciendo cada uno «lo que bien le parecía» (Jue. 21:25). En este estado de cosas Dios suscitaba a jueces (ver JUEZ), como caudillos libertadores que, al volverse Israel a Dios, los acaudillaban y eran también los responsables de administrar justicia. Con Elí y Samuel vemos la administración de justicia en manos del sacerdocio. Descontento el pueblo con la acción de los hijos de Samuel (1 S. 8:1-5), la responsabilidad central pasa ahora a la Monarquía; bajo Josafat (2 Cr. 19:5-7) se establecieron jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá. Al caer Judá, y al retornar los cautivos, la administración de justicia residía en la soberanía del imperio correspondiente. Bajo el imperio persa, Nehemías era gobernador señalado por el rey Artajerjes, juzgando al pueblo en base a la ley de Moisés, con autonomía, pero personalmente sometido a la autoridad del rey gentil.

En el NT, bajo el imperio romano, la nación judía pasó varias etapas. Cuando el juicio de Cristo, los judíos tenían autonomía para juzgar sus propios asuntos, excepto la imposición de la pena de muerte, que quedaba en manos del procurador romano (Jn. 18:31), aunque en ocasiones se diesen juicios sumarios que resultaban en linchamientos ilegales (Hch. 7:58).

En todo pleito y juicio se tenía que dar amplia oportunidad al acusado a que se defendiera (Dt. 1:16, 17) sin hacer distinción por rango o posición; no podía aceptarse acusación de un solo testigo, sino de dos o tres que concordaran por separado (Dt. 17:6; 19:15), siendo duramente castigados los testigos falsos (Dt. 19:18-21). En caso de sentencia de muerte, los testigos eran los primeros en dar acción al cumplimiento de la sentencia, generalmente por lapidación en Israel (ver CASTIGO), y siguiendo en ello el pueblo presente. Los pleitos o juicios tenían lugar en las puertas de las ciudades, lugar de mercado (Dt. 21:19; Am. 5:19). Lot tuvo la dignidad de juez en Sodoma (Gn. 19:1).

Con anticipación a la entrada de Israel en la tierra de Canaán, Moisés dio leyes y reglamentos para el establecimiento de una administración de justicia centralizada en «el lugar que Jehová tu Dios escoja» (Dt. 16:18-13; 19:15-21, etc.).

nom, ADOBE. Véase TEJA.

nom, ADONAI

= «mi señor».

Antiguo término hebreo derivado de «Addon», «señor», usado como nombre de Dios en el Antiguo Testamento. Los judíos lo leen en lugar del nombre inefable de Yaveh (Jehová), que en el texto hebreo suele escribirse con la vocalización de Adonai (Is. 6:1). En la versión de los LXX el término se traduce por «Kyrios», que es el equivalente de la palabra «Señor» con la cual hoy se traduce en muchas Biblias castellanas.

nom, ADONÍAS

tip, BIOG SACE HOMB HOAT HSHA

= «Jehová es Señor».

(a) Cuarto hijo de David, nacido en Hebrón, y aspirante al trono después de muertos sus hermanos Amnón y Absalón, en competencia con Salomón. Joab y Abiatar se pusieron de su parte; del lado de Salomón estaban Betsabé, su madre, y el profeta Natán. David se decidió por Salomón y Adonías se sometió. Después, por haber pedido en matrimonio a Abisag sunamita, una de las mujeres del harén de David, Salomón, tomando tal cosa como nueva pretensión al trono, lo hizo matar junto con Joab (2 R. 1-2).

(b) Uno de los levitas enviados por el rey Josafat a enseñar la ley al pueblo (2 Cr. 17:8).

(c) Uno de los jefes del pueblo, en tiempo de Nehemías (Neh. 10:16).

nom, ADONIRAM

tip, BIOG FUNC HOMB HOAT HSHA

= «el Señor sea exaltado».

Recaudador de tributos bajo David, Salomón y Roboam; murió lapidado por el pueblo (1 R. 12:18). Este alto empleado real es conocido también con el nombre de Adoram.

nom, ADONISEDEC

tip, BIOG REYE ARQU HOMB HOAT HNHA

ver, AMARNA

= «señor de justicia».

Rey cananeo de Jerusalén. Al saber que después de la conquista de Hai por parte de Josué los gabaonitas habían hecho paz con Israel, se puso al frente de otros cuatro reyes para castigar a Gabaón. Josué, saliendo en ayuda de Gabaón, lo derrotó, y él y sus aliados fueron ahorcados (Jos. 10:1-27). Entre las tabletas de Tell El-Amarna (ver AMARNA) se han hallado cartas de Adonisedec pidiendo al rey de Egipto que enviara soldados para que le defendieran de los «Abiri» (hebreos). Estas cartas dan un vívido relato, desde el punto de vista de los cananeos, de las guerras que tuvieron lugar cuando Josué tomó posesión de la tierra.

nom, ADOPCIÓN

tip, ARQU LEYE TIPO COST

ver, LEVIRATO

La adopción, en el sentido moderno que tiene esta palabra hoy día, o sea la incorporación en el seno de la familia, como hijo, de una persona ajena a ella, no se conoció entre los israelitas. En el resto del Medio Oriente se practicó ya desde la Antigüedad, teniendo por objeto proporcionar, a los maridos cuyas mujeres fueran estériles, hijos que los ayudasen en su trabajo y en su ancianidad. En los archivos de Nuzi se conservan actas que nos relatan las adopciones llevadas a cabo por distintos señores.

La adopción se expresaba por un rito común que se practicaba también en otros pueblos. El hijo se ponía encima o en las rodillas de la persona que lo adoptaba. La ceremonia se efectuaba para adoptar a los hijos de una esclava (Gn. 30:3-8), y en el caso del abuelo con sus nietos (Gn. 48:5-12; 50:23; Rt. 4:16-17). El padre que carecía de hijo varón podía casar a su hija con un esclavo y considerar el hijo nacido del matrimonio como hijo propio (1 Cr. 2:35). Los efectos de tal adopción (adopciones en sentido limitado, puesto que ocurrían dentro de la misma) eran limitados en cuanto a los derechos hereditarios.

En el Derecho Romano la adopción era una especie de compra que se llevaba a cabo en presencia de testigos. San Pablo parece aludir a ella al escribir a los gálatas (Gá. 4:5).

En nuestros días, la adopción no es cosa rara entre los judíos ni en Oriente, donde se hace ante una autoridad con fórmulas legales.

En el Nuevo Testamento la adopción denota un acto de libre gracia de Dios, por el cual, justificándonos por la fe, somos recibidos en la familia de Dios y constituidos herederos del patrimonio celestial. En Cristo Jesús, y mediante sus méritos expiatorios, los creyentes reciben la adopción «de hijos» (Gá. 4:4-5). Algunos de los privilegios de este estado de adopción son el amor y cuidado de nuestro Padre celestial; la semejanza a su imagen, una confianza similar en Sí; el libre acceso a Sí en todo tiempo; el testimonio del Espíritu Santo, por el cual exclamamos: «¡Abba, Padre!», y el mismo Espíritu Santo, que es las arras que Dios nos da de su adopción en Cristo Jesús; y un titulo a nuestro hogar celestial (Ro. 8:14-17; 9:4; Ef. 1:4-5).

Que los creyentes son hijos adoptivos de Dios, se repite muchas veces en el Nuevo Testamento; Jesús no sólo enseña a los suyos a llamar a Dios «Padre nuestro» (Mt. 6:9), sino que da el título de «hijos de Dios» a los pacíficos (Mt. 5:9), a los caritativos (Lc. 6:35) y a los justos resucitados (Lc. 20:36).

El fundamento de este título está en todo el Antiguo Testamento y se precisa en la teología de San Pablo. La adopción filial era ya uno de los privilegios de Israel (Ro. 9:4), pero ahora los cristianos son hijos de Dios en un sentido mucho más fuerte, por la fe en Jesucristo (Gá. 3:26; Ef. 1:5). Esta doctrina está también en los escritos de San Juan: «Hay que renacer, dice Jesús a Nicodemo (Jn. 3:3-5), del agua y del Espíritu.» En efecto, a los que creen en Cristo les da Dios el poder ser hechos hijos de Dios (Jn. 1:12). Esta vida de hijos de Dios es para nosotros una realidad actual, aun cuando el mundo lo ignore (1 Jn. 3:1). Vendrá un día cuando se manifestará abiertamente, y entonces seremos semejantes a Dios, porque lo veremos como Él es (1 Jn. 3:2). No se trata, pues, únicamente de un título que muestra el amor de Dios a sus criaturas: El hombre participa de la naturaleza de aquel que lo ha adoptado como hijo suyo (2 P. 2:4). Los hijos de Dios participan de la misma naturaleza de Dios, y la gracia viene directamente de la naturaleza divina.

nom, ADORACIÓN

tip, LEYE

La adoración a Dios ha sido descrita como «la honra y adoración que se le rinden en razón de lo que Él es en Sí mismo y de lo que Él es a aquellos que se la dan». Se presupone que el adorador tiene una relación con Dios, y que hay un orden prescrito del servicio o de la adoración. Los israelitas habían sido redimidos de Egipto por Dios, y por ello, como pueblo redimido podían allegarse al lugar por Él señalado para adorar en seguimiento de Sus instrucciones. Así, dice el salmista: «Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación... Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses... Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y el rebaño de su mano» (Sal. 95:1-7).

En los tiempos del AT los adoradores no podían entrar en el santuario divino. Solamente podían entrar en el patio exterior a él. Incluso el sumo sacerdote sólo podía entrar en el lugar santísimo sólo una vez al año, con sangre. Por lo demás, los mismos sacerdotes se quedaban limitados al santuario, sin poder atravesar el velo. Todo esto ha cambiado ahora. La redención ha sido cumplida, el velo ha sido rasgado de arriba abajo, Dios ha abierto de par en par el acceso a Él, y los adoradores, como sacerdotes, tienen libertad para entrar en el lugar santísimo. Dios ha sido revelado en los consejos de Su amor como Padre, y el Espíritu Santo ha sido dado. Por ello, el lenguaje de los Salmos ya no es adecuado para dar expresión a la adoración cristiana, debido a lo íntimo de la relación a la que ha sido traído el creyente. En el milenio, «el pueblo» no tendrá acceso en este mismo sentido. La verdadera figura para la actitud cristiana es la del sacerdote, no la del pueblo.

Los que adoran a Dios deben adorarle en espíritu y en verdad, y el Padre busca a los tales que le adoren (Jn. 4:24). El deleite de ellos está en lo que Él es. Se gozan en Dios, y le aman, gloriándose en Él (Ro. 5:11). Adorar «en espíritu» significa adorar de acuerdo con la verdadera naturaleza de Dios, y en el poder de comunión que da el Espíritu Santo. Por ello, está en contraste con la adoración consistente en formas y ceremonias, y con la religiosidad de que es capaz la carne. Adorar «en verdad» significa adorar a Dios de acuerdo con la revelación que Él ha dado en gracia de Sí mismo. Por ello, «ahora» no sería adorar a Dios en verdad el adorarle «simplemente» como «Dios grande», «nuestro Hacedor» y «Rey grande sobre todos los dioses», como en el Sal. 95. Todo esto es cierto de Él. Pero a Él le ha placido revelarse a Sí mismo bajo otro carácter para los suyos, como Padre. Entran así en Su presencia con espíritu filial, y con la consciencia del amor que les ha dado un lugar ante Él en Cristo, como

hijos según Su buena voluntad. La consciencia de este amor, y de la buena voluntad de Dios de tenernos ante Él en Cristo, es entonces la fuente de la que surge nuestra adoración como cristianos. El Padre y el Hijo son conocidos, siendo la voluntad del Padre que todos honren al Hijo como revelador de la fuente del amor, y el Hijo conduce a los corazones de muchos hijos al conocimiento del amor del Padre. Así, la adoración se distingue de la alabanza y de la acción de gracias: es el homenaje tributado por el amor (Ro. 8:15), y vertido al Padre y al Hijo, conducidos en ello por el Espíritu Santo.

Bibliografía.

Darby, J. N.: «On Worship», en Collected Writings, vol. 7, PP. 87-126; «The Father Seeking Worshipers», en Coll. Writ, vol. 34, PP. 333-342 (Kingston Bible Trust, Lancing, Sussex, reimpresión 1967);

Gibbs, A. P.:«Worship, the Christian's highest occupation» (Walterick Pub., Kansas City, s/f); Lacueva, F.:«Espiritualidad Trinitaria» (Clíe, Terrassa, 1983).

 

nom, ADORNO

tip, META COSM

Los orientales tienen mucha mayor preferencia por las joyas llamativas que los occidentales. Tanto a los egipcios como a los hebreos, madianitas, sirios, hombres y mujeres, les encantaba enormemente aderezarse (Gn. 24:22; Éx. 3:22; 11:2; 32:2; Nm. 31:50). Las mujeres se adornaban con perlas, joyas de oro, plata y bronce (Cnt. 1:10, 11; 1 Ti. 2:9); pendientes para los oídos y la nariz; ajorcas, collares, cadenas, espejos de cobre, brazaletes, aros, anillos, agujas (Gn. 24:22, 47; 35:4; Éx. 35:22; Nm. 31:50; Is. 3:18-23). Los hombres de todas las clases sociales, excepto los realmente indigentes, exhibían sortijas de sello (Gn. 38:18), que servían además de adorno. El rey Saúl llevaba un brazalete de bronce en su brazo (2 S. 1:10). Los ismaelitas llevaban zarcillos en las orejas (Jue. 8:25, 26), lo mismo que ciertos israelitas (Éx. 32:2). Una cadena de oro indicaba la dignidad de los personajes de alto rango (Gn. 41:42; Dn. 5:29). En período de duelo, se quitaban los ornamentos de manera ostensible

(Éx. 33:4-6). Las mujeres creyentes son llamadas a rechazar los adornos de oro o de vestidos lujosos (1 P. 3:3), como seguidoras peregrinas de un Cristo rechazado por el mundo (cp. Mt. 9:15; Ro. 11:9, 13-16, 24-27). Metafóricamente, se dice de adornar la doctrina de Dios mostrándola con un comportamiento digno de Él (Tit. 2:10).

nom, ADRAMELEC

tip, DIOS BIOG HOMB HOAT HNHA

= «Adar es rey».

(a) Uno de los dioses de Sefarvaim, importado por los colonos asirios de Samaria; el otro es Anamelec. Los libros de los Reyes (2 R. 17:31) narran que quemaban a sus hijos como sacrificio a esta deidad y también a otra que llamaban Anamelec.

(b) Segundo nombre de uno de los hijos de Senaquerib, rey de Asiria. Las crónicas seculares hablan del asesinato de su padre, pero no mencionaban su nombre como uno de los asesinos, que la Biblia cita juntamente con el de su hermano Sarezer (2 R. 19:37; Is. 37:38). Esto sucedió mientras Senaquerib adoraba a su dios en el templo de Nisroc.

nom, ADRAMICIO

tip, PUEM CIUD

Puerto de donde era el barco en el que navegó Pablo como prisionero (Hch. 27:2). Está en la costa de Misia, Asia Menor, 30º 35' N, 27º 2' E. Su nombre actual es «Adramyt», y sigue activo como puerto.

nom, ADRIÁ

tip, MARA ARQU

El mar Adriático, por donde Pablo fue llevado a uno y otro lado por una tempestad (Hch. 27:27). El término «Adriático» se halla en la actualidad limitado al mar que se extiende entre Italia, Dalmacia y Albania; anteriormente tenía una connotación más amplia, denotando la parte del Mediterráneo limitada por Sicilia, Italia, Grecia y África. Es importante señalarlo, por cuanto Malta (Melita), donde Pablo y sus compañeros naufragaron, no se halla dentro del actual Adriático, aunque sí se halla dentro de lo que recibía este nombre en el pasado. Los que han objetado aquí al relato bíblico lo han hecho sin dar atención a este hecho.

nom, ADRIÁTICO. Ver ADRIÁ.

nom, ADRIEL

tip, BIOG HOMB HOAT HSHA

= «Honor de Dios».

Hijo de Barzilai, el meholatita, a quien le había sido dada Merab, hija de Saúl, después de haber sido prometida a David (1 S. 18:19). Dio cinco hijos a Adriel, y éstos fueron entregados a la muerte para vengar a los gabaonitas, por cuanto Saúl había dado muerte a algunos de ellos (2 S. 21). En 2 S. 21:8 se dice que eran «hijos de Mical, hija de Saúl, los cuales ella había tenido de Adriel, hijo de Barzilai». Con toda probabilidad este pasaje está equivocado debido a un error de copista (cp. 1 S. 18:19; 1 S. 25:44). Es posible que el pasaje original dijera «los cinco hijos de la hija de Saúl, que había tenido de Adriel», añadiendo alguien erróneamente el nombre de Mical en el margen, como glosa, y que, después, en sucesivas copias, fuera incorporado al texto.

nom, ADULAM

tip, CIUD CUEV ARQU TIPO

= «lugar cerrado».

Una de las ciudades reales de Canaán, integrada más tarde a la tribu de Judá (Jos. 12:15; 15:35). Fue reedificada o fortificada por Roboam (2 Cr. 11:7); y habitaron en ella algunos de los retornados del exilio (Neh. 11:30; Mi. 1:15). Identificada con «Aid-el-ma», que mantiene similitud con el de Adulam, 31º 39' N, 35º E. Más interés tiene la CUEVA DE ADULAM que la ciudad, por haber sido un cuartel general de David. En aquel lugar hay unas formaciones de limolita en las que se hallan extensas excavaciones, una de las cuales pudo haber sido la cueva en la que halló refugio David. Toda la familia de David descendió de los montes de Belén a él (1 S. 22:1). El lugar tradicional es una cueva en «Wadi Khureitun», en la zona oriental de Judá, llegándose a ella por un estrecho sendero que podía ser defendido con suma facilidad; la cueva es muy grande. Diferentes autores que han visitado estos lugares abogan por ésta u otras cuevas como la verdadera. Además de sus parientes, se unieron con David «todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu» (1 S. 22:1, 2; 2 S. 23:13; 1 Cr. 11:5). David era el rey ungido de Dios, y el profeta Gad fue a él, y también Abiatar el sacerdote; así que en la compañía de proscritos se hallaban el profeta, el sacerdote y el rey de Dios, aunque todas las formas oficiales de adoración se hallaban en otro lugar: esto constituye un tipo del Señor Jesús en Su rechazamiento. Cuando estaba en la tierra, las formas externas no le admitieron; y ahora que está en gloria sigue siendo rechazado incluso por una buena parte de la moderna cristiandad.

nom, ADULAMITA. Habitante de Adulam (Gn. 38:1, 12, 20).

nom, ADULTERIO

tip, LEYE DOCT

(a) En sentido particular y literal, relación sexual entre un hombre casado y una mujer que no es la suya, o entre una mujer casada y un hombre que no es su marido. La poligamia con mujeres de razas inferiores y concubinas no era considerada como adulterio bajo la ley de Moisés, y, sin embargo, una debía ser siempre la mujer principal. El adúltero con mujer casada era castigado con pena de muerte, por la ofensa que ello representaba para el marido legítimo; en cambio, la relación sexual con una joven soltera tenía como sanción el tener que tomarla forzosamente por concubina y tratarla con las mismas consideraciones que a la mujer propia o a las otras concubinas si las había (Éx. 22:15). En el caso de mujer casada la pena era de muerte, sentido indirecto (Éx. 20:14; Lv. 20:10; Dt. 5:21).

Según el Sermón de la montaña, toda impureza sexual de pensamiento, palabra u obra es considerada como adulterio (Mt. 5:27-28).

La palabra «codiciar» tiene, empero, un sentido de desear intensamente y recrearse voluntariamente en pensamientos pecaminosos, y no significa una simple mirada a una mujer bella como admiramos las flores, las montañas o una puesta de sol. Jesús exige aquí un control voluntario de los sentidos, que nos podrían conducir a situaciones que más tarde querríamos haber evitado. No es que Cristo ponga al mismo nivel el adulterio carnal con la simple observación de una mujer, sino que nos previene para que no caigamos en la tentación.

(b) En sentido simbólico, la adoración de dioses falsos es considerada como una traición al pacto contraído con Jehová (Jer. 3:8-9; Ez. 23:37-47; Os. 2:2-13). Dios exige que nuestro amor para con Él sea total, como el esposo lo exige a la esposa que le ha jurado fidelidad.

Están divididas las opiniones en cuanto a la interpretación de 1 Co. 7:15. Mientras algunos interpretan la primera parte del texto como un justificante para el divorcio y segundo matrimonio, en el cual el cónyuge inocente pueda encontrar la paz, otros consideran esta última frase como imperativo de celibato perpetuo por parte del que ha sido casado alguna vez. La exégesis conjunta de ambos textos parece inclinarse a la idea de que es deber del cristiano buscar la paz hasta el máximo posible, y que si el infiel se aparta, (o sea, abandona el hogar común), el creyente está libre para buscar la paz en un segundo matrimonio.

nom, ADUMÍN

tip, VALL

= «rojura».

Valle en el camino de Jerusalén a Jericó, donde se encuentra la posada del buen samaritano, entre la frontera de Benjamín y Judá (Jos. 15:7 y 18:7). Hoy día existe todavía una posada en este lugar, aunque, naturalmente, no puede ser la misma a que aludía, sin duda, el Señor Jesucristo, pero sí el emplazamiento.

nom, AFEC

tip, CIUD

(también AFEQ)

= «cauce de arroyo» (hoy, «ras el-'en»).

(a) Nombre de varias ciudades de Canaán, principalmente una ciudad real cananea, en la llanura de Sarón, conquistada por Josué (Jos. 12:18), campamento de los filisteos (1 S. 4:1 s).

(b) Una ciudad de Aser (Jos. 19:31) nunca dominada por los israelitas, hoy es el Tell Kurdane en la llanura de Aco.

(c) También se llamaba así al lugar donde los hebreos derrotaron a los sirios en cumplimiento de la profecía de Eliseo (2 R. 13:17), al oriente del Mar de Galilea. Herodes la llamó Antipátride (Hch. 23:31).

La mayoría de las versiones modernas y revisiones de la Biblia de Reina y Valera escriben Afec en vez de Afeq. Por oscuridad en el texto hebreo hay otros nombres que se traducen con este nombre al castellano.

nom, AFEITES

tip, COSM

ver, PERFUMES, UNGÜENTOS, COSMÉTICOS

El término hebreo es «tamruq», cosas que se frotan, se traduce «afeites» solamente en Est. 3:12, aunque se usa también en Est. 3:2, 9, y Pr. 20:30. Se trataba de ungüentos y aceites para la unción de la piel y de los cabellos. También se usaban afeites compuestos de antimonio para colorearse los párpados; se menciona a Jezabel usándolo (2 R. 9:30), y en Jer. 4:30, metafóricamente, de engalanarse.

(Ver PERFUMES, UNGÜENTOS, COSMÉTICOS)

nom, AGABO

tip, PROF BIOG HOMB HONT

(a) Profeta cristiano que llegó a Antioquia, procedente de Jerusalén, anunciando una gran hambre «en toda la tierra habitada» (Hch. 11:27), lo que dio ocasión a la solidaridad de los hermanos de Antioquía con los de Judea.

(b) Profeta cristiano que descendió de Judea a Cesarea, y anunció a Pablo su futuro encarcelamiento si persistía en dirigirse a Jerusalén a pesar de las múltiples advertencias de Dios (Hch. 20:23; 21:4; 11, 12) de que no fuera.

Hay gran probabilidad de que sean dos menciones de la misma persona.

nom, AGAG

tip, FUNC

prob. «llameante».

Al parecer, título genérico de los reyes de Amalec, como Faraón era el de los egipcios y probablemente Abimelec el de los filisteos. Se mencionan dos: Nm. 24:7 y 1 S. 15:9-33. Otros creen que en Números debe leerse Gog, o también Og.

Amán (Est. 3:1) descendía probablemente de la familia real amalecita.

nom, ÁGAPE

tip, COST

ver, SANTA CENA, BANQUETE

Una de las cuatro palabras que en griego bíblico expresan el vocablo que en las Biblias castellanas se traduce por «amor». En el Nuevo Testamento se emplea para designar el amor que los creyentes deben sentir los unos por los otros; se da ese mismo nombre a una cena fraternal que los primeros cristianos celebraban (1 Co. 11:17-34).

Desgraciadamente surgieron abusos graves en estas fiestas, por lo que fueron desapareciendo, al menos como celebración con motivo de la Santa Cena. (Véase) No obstante, continúan celebrándose fiestas fraternales en la mayoría de iglesias cristianas. (Véase BANQUETE)

nom, AGAR

tip, BIOG TIPO MUJE MUAT

ver, ISMAEL

= «errante».

Forma griega del nombre hebreo «Hagar», esclava egipcia de Sara. Abraham la aceptó como concubina, según costumbre semítica de entonces, siendo Sara estéril (Gn. 16:1), y teniendo ya 76 años. Agar fue aceptada como tal a petición de Sara, que quería obtener el título de madre y hacer posible la sucesión de Abraham. Cuando Agar, enorgullecida por estar encinta, se burló de Sara, ésta recurrió a Abraham, puesto que era ya esclava de él; éste terminó el concubinato y entregó la esclava a su dueña, quien la ultrajó de tal modo que Agar huyó al desierto; allí se le apareció un ángel, el cual le ordenó volver a casa de Sara y le anunció que el hijo de sus entrañas, (Ismael), sería padre de pueblos y hombre fuerte (Gn. 16). (Véase ISMAEL) Después del nacimiento de Isaac la rivalidad continuó entre las dos mujeres y de nuevo Agar y su hijo marcharon al desierto, donde estaban a punto de morir de sed, cuando otra vez el ángel les mostró las fuentes de agua.

Con la ayuda de Dios sobrevivieron en el desierto e Ismael creció allí (Gn. 21). El último pasaje que menciona a Agar en el Antiguo Testamento nos muestra a ésta buscando mujer para su hijo en Egipto, país de donde ella misma había salido (Gn. 21:1-21).

Pablo nos da la aplicación alegórica de estos sucesos (Gá. 4:21-31), mostrando la libertad en que nos sitúa el nuevo pacto, en la gracia, frente a la esclavitud en que recaen aquellos que se vuelven a sujetar a la ley (Gá. 5:1).

nom, AGARENOS

tip, TRIB

Tribu nómada de Arabia, contra la que hicieron guerra las dos tribus y media al este del Jordán. Los grandes despojos capturados evidencian que era una tribu muy rica (1 Cr. 5:10, 19-22; Sal. 83:6). Se desconoce el origen de este nombre. En el salmo mencionado son distinguidos de los ismaelitas. Un administrador de David era de esta nación (1 Cr. 27:31).

nom, ÁGATA

tip, PIED

Piedra preciosa, probablemente así llamada por el río Agates, donde abundaba. Son piedras semitransparentes y veteadas. Se encontraban en la fila tercera del pectoral de los sumos sacerdotes (Éx. 28:19; 39:12).

nom, AGOREROS. (Véase ADIVINACIÓN.)

nom, AGRICULTURA

tip, AGRI LEYE ARQU CALE

La agricultura era muy importante en Israel. Desde las primeras páginas del Génesis, después de que nuestros padres fueron arrojados del paraíso, la Biblia nos dice que Caín era labrador y Abel pastor de ovejas (Gn. 4:2). Con ello quiere significar que las dos principales ocupaciones de los hebreos después de la pérdida del paraíso estaban íntimamente relacionadas con la agricultura. Se poseen numerosas noticias sobre la agricultura entre los hebreos, gracias a la arqueología de Palestina, a las fiestas religiosas y a la literatura bíblica, así como por las descripciones, los documentos profanos, etc., de otros pueblos del Antiguo Oriente.

La agricultura constituyó y aún constituye la principal ocupación de los hebreos y, por lo tanto, la base de su vida económica. Además de proporcionarles sustento, fue factor importante en los designios de la Providencia respecto al pueblo escogido. La dedicación a la agricultura contribuyó no sólo a suavizar las costumbres más ásperas de la vida nómada, sino también a desarrollar el espíritu patriótico por el afecto a la tierra que llevaba consigo tal oficio.

Los diversos libros de la Biblia nos mencionan las costumbres agrícolas de los hebreos. Las fiestas más importantes del calendario israelita (la de las Semanas, la de los Tabernáculos, la de los Ácimos) son fiestas agrícolas. La legislación mosaica se ocupa cuidadosamente del aspecto agrícola de la existencia de los hebreos (Dt. 11:12; 14:22 ss; 15:19; 16:17; 19:14; 22:1, 3, 9, 10; 23:25, 26; 25:4; 26:1-11; 27:17).

La Sagrada Escritura abunda en figuras, metáforas, símbolos o palabras sacadas de la agricultura, porque los profetas, los poetas y los sabios de Israel encontraron el vocabulario de los labriegos lleno de significado y muy apto para impresionar con su fuerza la mente de un auditorio que conocía bien la agricultura. La simiente, los retoños, los injertos, los frutos, la vid, el trigo, el árbol, la viña, las raíces, las hojas, etc., son actualmente patrimonio común de todos los hombres a través de todas las expresiones y enseñanzas del Antiguo Testamento.

En la época de los patriarcas, los hebreos, dedicados preferentemente a la cría del ganado menor y mayor, tuvieron más bien una vida nómada y sólo se dedicaban al cultivo de los campos cuando lo podían compaginar con la ganadería; tanto es así que el término que indica «posesión» o «propiedad» fue durante mucho tiempo equivalente de «rebaño» o «ganado».

Dado el carácter nómada de los patriarcas, las disputas sostenidas en su época se debían principalmente a los pozos y muy pocas veces a las cosechas o a los campos. Sin embargo, en Egipto, los israelitas pudieron adquirir interesantes conocimientos para su ocupación en la agricultura. A tal propósito hallamos dedicadas interesantes leyes promulgadas por Moisés. La historia de José revela cosas muy interesantes acerca de la dedicación al pastoreo, y también es significativa en cuanto a la actividad agrícola de entonces, prescindiendo del sueño del sol, la luna y las once estrellas, tan ligado al respeto de los astros, característica de todos los pueblos de Oriente. José sueña con gavillas (Gn. 37:7), y más tarde sus hermanos fueron precisados a marchar a Egipto acuciados por el hambre que reinaba en Canaán.

Moisés procura hacer de la agricultura la principal ocupación de los israelitas, para así conseguir ligarlos estrechamente al suelo. Con este fin promulga una verdadera ley agraria que distribuye la tierra en partes iguales y las hace inalienables, ya que aun en el caso de venta queda, por un lado, el precepto de goelato (Lv. 25:20) y, por otro, los jubileos (Lv. 25:11). A pesar de estos preceptos, los profetas tendrán que luchar en repetidas ocasiones contra la ambición de los poderosos, que pretenderán «añadir un campo a otro campo» (Is. 5:8). La tierra de Palestina era muy fértil en tiempos del Antiguo Testamento; es proverbial para describir la tierra de los hebreos como un país «que mana leche y miel». En los relatos de viajeros y peregrinos, así como por diversos datos que aporta la arqueología, se sabe también que en la Edad Media se cultivó la caña y que hubo plantaciones de arroz. El cultivo del naranjo, muy típico en Palestina y tan remunerador para la economía del nuevo Estado de Israel, es muy reciente. El «Calendario de Gezer», documento tan precioso para la agricultura de Palestina como para la historia y escritura en lengua hebrea, da noticias de la época en que se desarrollaban las diversas labores: la recolección de la aceituna se efectuaba de septiembre a octubre; la sementera, en noviembre y diciembre, y la sementera tardía, en enero y febrero; la recogida del lino, en marzo; la siega de la cebada, en abril; las otras siegas y las fiestas de la recolección, en mayo; la poda de la viña, en junio y julio, y la recogida de frutas, en agosto.

En el cultivo de los campos se empleaban diversos aperos, muy pocos y rudimentarios comparados con los que utiliza el labriego hoy en todas las partes del mundo. El arado primitivo era de madera con una pequeña punta metálica; la hoz, prescindiendo del material que la formaba y de su tamaño, parecía más o menos la moderna. La trilla se llevaba a cabo en la era, con procedimientos que no han cambiado mucho en esencia en la actualidad. Los hebreos recibieron en Egipto importantes conocimientos para las labores del campo, y utilizaron el buey y el asno como animales auxiliares. El uso de abonos era muy antiguo y variado: hojas podridas, sangre de animales sacrificados, cenizas de maderas, estiércol, paja mojada y mezclada con estiércol; etc. Cada siete años la tierra había de descansar uno (Lv. 25:2, 7, 20), llamado año sabático.

La agricultura conoció, y conoce, muy peligrosos enemigos. La sequía se presentaba, sin duda, como el más temible, porque acarreaba hambres espantosas que producían emigraciones a países más afortunados, casi de modo periódico (Gn. 12:10; 26:1; 41:50-57). Se pretendía hacerle frente con la creación de cisternas, acueductos y albergues que asegurasen el suministro y la conducción del agua y su empleo en el riego artificial. Otros azotes de los campos y los cultivos eran los insectos y el tifón. El peor de todos estaba encarnado en la langosta, capaz de devorar la vegetación de grandes extensiones de terreno, y de la que el hombre bíblico no podía protegerse. De menor importancia por lo limitado de sus daños eran los ladrones y merodeadores, que se apoderaban de los productos campestres cuando estaban maduros. A fin de salvaguardarse de ellos, al propio tiempo que de los perjuicios que ocasionaban los animales silvestres, solían rodearse los campos con setos, y especialmente las viñas, donde se construían torteras desde las cuales se vigilaba. Los primeros frutos estaban consagrados al Señor, así como los diezmos de todo, y los pobres eran socorridos por la ley divina (Lv. 19:9; 23:22; Dt. 24:19-21; Rt. 2:2; 7:9).

nom, AGRIPA

tip, REYE HIST BIOG HOMB HONT

Llevan este nombre dos monarcas descendientes de Herodes.

(a) Agripa I.

Nieto de Herodes el Grande, recibe el nombre de Herodes en el NT. Su nombre completo era Marco Julio Agripa Herodes. Josefo nos informa que era hijo de Aristóbulo (Ant. 18:5, 4). Nacido el 10-9 a.C., sus años juveniles fueron de aventurero y derrochador, pero al llegar a Roma consiguió el favor de Calígula que, al acceder al trono en el año 37 d.C. declaró a Agripa como sucesor de Felipe el tetrarca, que había muerto tres años antes. Acusando a Antipas, que se había casado con su hermana Herodías, Agripa consiguió su deposición y exilio, y le sucedió en los territorios de Galilea y Perea en el año 39 d.C. Era todavía huésped de Calígula en Roma cuando el tirano fue asesinado en el año 41 d.C. Habiendo usado su influencia en la elección del sucesor de Calígula, Claudio, este emperador no sólo le confirmó en su posición anterior, sino que además le añadió los dominios de Judea, Samaria y Abilene, con lo que la extensión de su dominio se hizo casi idéntica a la de su abuelo Herodes el Grande. Estaba en estos dominios cuando leemos de él en el Nuevo Testamento como «el rey de Herodes» (Hch. 12). Hizo matar a espada a Jacobo, el hermano de Juan, y por cuanto ello había complacido a los judíos, hizo también encarcelar a Pedro. Esto sucedió alrededor del año 43 d.C.; al cabo de un año, el rey, al permitir ser llamado un dios, fue herido por la mano de Dios, muriendo de una manera dolorosa. El relato dado por Josefo de sus cualidades administrativas, de sus esfuerzos por los judíos mientras estaba en Roma, y sus deseos de fortificar y embellecer Jerusalén, no pueden aligerar su culpa al lanzarse contra los apóstoles para agradar a los judíos; ello arroja una mancha imborrable sobre él, así como su soberbia en el último momento de su vida, que le hizo el justo objeto de la ira de Dios, que no dará Su gloria a otro.

(b) Agripa II.

Hijo del anterior. Con sólo 17 años a la muerte de su padre, el emperador Claudio le encomendó el gobierno de Calcis, en el Líbano, hasta que llegara a la mayoría de edad. Se había criado en la corte de Roma, y era partidario de los romanos. A los 21 años de edad, Claudio le dio las tetrarquías de Traconite, Abilene, y otras partes del noreste de Palestina. Después Nerón le añadió varias ciudades. Es el rey Agripa ante el que Pablo hizo su defensa (Hch. 25:26). Pablo afirma que era experto en todas las costumbres y cuestiones que se daban entre los judíos. Las cosas concernientes a Cristo no habían sido hechas en un rincón, y el rey las conocía. Pablo sabía que Agripa creía en los profetas. Agripa le dijo: «Por poco me persuades a ser cristiano.» Pablo, como verdadero evangelista, deseaba que Agripa y todos los que estaban con él llegaran a ser como él era, excepto sus cadenas. Agripa tuvo un largo reinado, y utilizó su influencia para inducir a los judíos a que se sometieran, cuando se rebelaron contra los romanos. Luchó al lado de Vespasiano al desencadenarse la guerra, y fue herido de una pedrada de honda en el sitio de Gamala. Después de la caída de Jerusalén se retiró a Roma. donde fue nombrado pretor. Murió en el año 100 d.C.

nom, AGUA

tip, TIPO ELEM

En Oriente es uno de los presupuestos más importantes de la vida. El agua en la Sagrada Escritura significa dicha y seguridad (Ez. 47:1). El israelita se dirige a Dios como a la fuente de agua viva (Jer. 17:13), en cuya cercanía el piadoso puede vivir (Sal. 1:3; Jer. 17:8); también Jesús se llama a sí mismo agua viva (Jn. 4:10, 13 s); quien cree en Él, se convertirá asimismo en fuente de vida (Jn. 7:37 s). El agua que se vierte o que pasa corriendo son símbolos de la vanidad de la vida y de su caducidad (Sal. 22:15; 2 S. 14:14). El hombre pecador se traga los pecados como quien bebe agua (Jb. 15:16).

En hebreo, la palabra «agua» se usa siempre en plural («mayim»). Las aguas cubrieron la tierra en el caos primitivo (Gn. 1:2), y después, cuando Dios las separó, quedaron las aguas superiores o del cielo (Gn. 1:7; 7:10; Sal. 148:4) y las inferiores (Gn. 1:6). El agua también aparece en la Escritura en las múltiples formas como existe en la tierra:

el agua del mar (Is. 11:9; Am. 5:8),

de un río (Jos. 3:8),

de un estanque o de un pozo (Jn. 4:7),

agua de lluvia o de nieve (Jb. 24:19),

de una fuente (Stg. 3:11); el agua dulce es llamada agua viva o corriente (Gn. 26:19; Lv. 14:5).

Son notables las aguas del Diluvio (Gn. 7:7; Is. 54:9; 1 P. 3:20; 2 P. 3:6).

En Palestina, como en la Antigüedad, el agua era de mucho valor; así, cada uno se preocupaba de tener su propia agua, y los extranjeros y los pobres tenían que comprarla (Nm. 20:19; 2 R. 19:24; Is. 55:1; Lm. 5:4; Pr. 5:15; 9:17). El agua de las fuentes era libre. El agua se empleaba para el riego de la tierra (Ez. 17:7; Sal. 1:3; 65:10; 104:10). Así como para lavatorios higiénicos religiosos.

Algunas expresiones del hebreo son difíciles de traducir al castellano, pero pueden ser interpretadas así:

«agua de cabeza» significa agua de dormidera;

«agua de las rodillas» quiere decir orines (Is. 36:12).

En sentido figurado se le llama agua a un peligro de muerte (Sal. 18:17; 32:6; Jb. 27:20); también al desaliento se le llama aguas (Jer. 7:5).

El agua es un símbolo de limpieza espiritual, pero nunca puede regenerar por sí sola. Los hebreos la usaban en las abluciones, que eran bastante frecuentes. La secta de Qumram practicaba estas abluciones varias veces al día, ciñéndose estrictamente a las prescripciones del ritual de la ley de Moisés. Juan el Bautista practicó el bautismo para perdón de pecados, precursor del bautismo cristiano, que es bautismo de creyentes y que sigue a la fe, porque el agua no puede lavar los pecados si no hay arrepentimiento previo.

nom, AGUAS AMARGAS

tip, CERE LEYE TIPO COST

Cuando un hombre sospechaba que su esposa le era infiel, la esposa era llevada ante el sacerdote, en un solemne ritual, debía beber las aguas amargas. Se preparaban en un vaso de barro, donde se ponía «agua santa» y «polvo del suelo del tabernáculo» (tipo del Espíritu Santo aplicando la muerte, como juicio de Dios sobre el pecado, a la conciencia por la palabra). Si ella le había sido infiel, esta bebida le sería para maldición, sufriendo de hidropesía bajo la mano de Dios. Si no, quedaría libre (Nm. 5:11-31).

nom, AGUAS CALIENTES

tip, LUGA

(hebreo, «Misrefothmaim», «aguas ardientes» o «termales»).

Lugar o poblado que señalaba el extremo norte de las conquistas de Josué (Jos. 11:8; 13:6). Probablemente en la región de Sidón y quizá a la ribera del mar; no ha sido identificado.

nom, AGUIJÓN

Este término traduce distintas palabras hebreas; así, por ejemplo, el bastón puntiagudo que utilizan los labradores para excitar a los bueyes en la labranza. El Eclesiastés compara las palabras de los sabios al aguijón (Ec. 12:11). El libro de Samuel lo emplea para dar a conocer hasta qué grado estaban oprimidos los hebreos por los filisteos, que incluso para afilar los aguijones habían de recurrir al pueblo enemigo y dominador de las tierras hebreas (1 S. 13:21). En el libro de los Jueces aparece como arma (Jue. 3:31). En la escena de la conversión de San Pablo la frase «dura cosa es dar coces contra el aguijón» indica la vana resistencia del hombre a la gracia divina cuando Dios le llama (Hch. 9:5). En su hermoso himno a la resurrección, el apóstol se burla del aguijón de la muerte, que el cristiano no ha de temer porque Cristo lo ha vencido (1 Co. 15:55).

nom, ÁGUILA

tip, LEYE FAUN TIPO AVES

Varios animales reciben este nombre en Palestina; generalmente se aplica a la más poderosa de las aves de rapiña y, con ella, a otras especies de animales rapaces, por lo cual figura entre los animales impuros. Vuela a gran altura, con rapidez y majestuosidad, guardando con ferocidad su nido. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se cita frecuentemente en imágenes y comparaciones. Existen muchas variedades de águilas, y en Palestina se encuentran casi todas, siendo una de las más conocidas el águila real («Aquila heliacea»). El nombre hebreo designa también otras aves de rapiña, con las que no debe confundirse (Dt. 14:12, 28; 32:11; Jb. 39:30; Ap. 4:7).

El águila es frecuentemente asociada a las visiones de seres misteriosos que toman formas visibles por los hombres (Ez. 1:10). Ilustra también la rapidez con que se disipan las riquezas (Pr. 23:5). En la visión de Ezequiel hay una semejanza de águila (Ez. 1:10; 10:14) que vuelve a mencionarse en Ap. 4:7. En la parábola de Ez. 17, Babilonia y Egipto son comparadas a un águila.

nom, AGUR

tip, BIOG HOMB HOAT

= «recolector».

Hijo de Jaqué, y autor de una colección de proverbios (Pr. 30:1-14). Jerónimo y muchos otros de los padres opinaban que se trataba de un nombre simbólico de Salomón. Esto es muy improbable, ya que se da un nombre paterno. Estos nombres más bien parecen indicar que estos dichos fueron recogidos de fuentes antiguas anteriores a Israel, como sucede con Job. En la LXX no aparece el encabezamiento de la sección.

nom, AHAVA

tip, RIOS CIUD

= «agua».

(a) Nombre de un río (Esd. 8:21).

(b) Poblado de Babilonia donde Esdras se reunió con los que viajarían con él a Jerusalén (Esd. 8:15). Probablemente se trataba de uno de los centros donde residían los judíos desterrados en Babilonia, en las cercanías del Gran Canal.

nom, AHÍAS

tip, BIOG PROF SACE HOMB HOAT

= «hermano del Señor o el Señor es hermano».

(a) Un profeta de Silo que anunció al rey Jeroboam la división del reino y la muerte del príncipe (1 R. 11:29-39; 14:1-18).

(b) Bisnieto de Elí, sumo sacerdote en tiempo de Saúl, y hermano mayor de Ahimelec, o quizá este mismo bajo otro nombre.

(c) Otras siete personas del Antiguo Testamento mencionadas en 1 Cr. 2:25; 8:7; 11:36; 26:20; 1 R. 4:3; 15:27; Neh. 10:26.

El nombre se encuentra también con otras formas ortográficas: Achías, Achía, Ahía y Ahijas.

nom, AHICAM

tip, REYE BIOG HOMB HOAT

= «hermano del que se alza» o «un hermano ha aparecido».

Príncipe de Judá que protegió a Jeremías (2 R. 22:12; Jer. 26:24) y que el rey Josías envió a Hulda la profetisa cuando se encontró en el Templo el libro de la ley (2 Cr. 34:20). Fue premiado cuando Nabucodonosor nombró a su hijo Gedalías gobernador de Judá (2 R. 25:22). 

nom, AHIEZER

tip, BIOG HOMB HOAT

= «hermano ayudador».

(a) Hijo de Amisadai, era uno de los príncipes de la tribu de Dan (Nm. 1:12; 2:25; 7:66, 71; 10:25).

(b) Benjamita, jefe de los hombres armados que se unieron con David en Siclag (1 Cr. 12:3).

nom, AHILUD

tip, BIOG HOMB HOAT

= «un hermano nacido».

Padre de Josafat, el cronista de David y Salomón (2 S. 8:16; 20:24; 1 R. 4:3, 12; 1 Cr. 8:15), y padre de Baana, uno de los gobernadores de Salomón (1 R. 4:12).

nom, AHIMAAS

tip, BIOG HOMB HOAT FUNC

= «hermano poderoso».

(a) Padre de Ahinoam, esposa de Saúl (1 S. 14:50).

(b) Hijo del sacerdote Sadoc (2 S. 15:27, 36). Cuando Absalón se rebeló y David tuvo que huir de Jerusalén, Sadoc siguió siendo fiel a David, y volvió a Jerusalén, mientras que Ahimaas, y Jonatán, hijo de Abiatar, permanecían en En-rogel; a ellos Sadoc les envió noticia del consejo de Ahitofel y de Husai. Más tarde llevó a David la noticia de la derrota de Absalón, dejando que otro mensajero diera la nueva de la muerte de Absalón al rey (2 S. 18:19-29). No tenemos evidencias de que Ahimaas sucediera en el sacerdocio. Puede que muriera antes que su padre.

(c) Gobernador de Salomón en Neftalí (1 R. 4:15).

nom, AHIMÁN

tip, BIOG HOMB FUNC HOAT

= «hermano de Man».

(a) Uno de los tres hijos de Anac que moraban en Hebrón cuando subieron los espías (Nm. 13:22), y que fueron echados por Caleb y muertos por Judá (Jos. 15:14; Jud. 1: 10).

(b) Un portero, de los hijos de Leví (1 Cr. 9:17).

nom, AHIMELEC

tip, BIOG SACE HOMB HOAT

ver, ABIATAR

= «hermano del rey».

(a) Sacerdote en la época en que el arca estaba en Nob. Recibió a David en su huida de Saúl, y le dio el pan de la proposición y la espada de Goliat. Al ser informado de ello Saúl por Doeg el edomita, Ahimelec y los demás sacerdotes fueron asesinados, solamente escapando Abiatar (1 S. 21:1-8; 22:9-20; Sal. 52, «título»).

(b) Hijo de Abiatar (2 S. 8:17), llamado Abimelec en otro pasaje (1 Cr. 18:16). (Ver ABIATAR)

(c) Un heteo, compañero de David cuando era perseguido por Saúl (1 S. 26:6).

nom, AHIMOT

tip, BIOG HOMB HOAT

= «hermano de la muerte».

Hijo de Elcana, de la casa de Coat (1 Cr. 6:25).

nom, AHINADAB

tip, BIOG HOMB HOAT

= «hermano de liberalidad».

Hijo de Iddo, gobernador de Salomón en Mahanaim (1 R. 4:14).

nom, AHINOAM

tip, BIOG MUJE MUAT

= «hermano placentero».

(a) Hija de Ahimaas y esposa de Saúl (1 S. 14:50).

(b) Esposa de David, procedía de Jezreel; acompañó a David en su huida de Saúl; mientras residía en Siclag, fue llevada cautiva cuando la ciudad fue conquistada y quemada por los amalecitas; pero fue rescatada (1 S. 25:43; 27:3; 30:5, 18). Estaba con David al acceder él al trono en Hebrón, y allí dio a luz al primogénito de David, Amnón (2 S. 2:2; 3:2; 1 Cr. 3:1).

nom, AHITOB

tip, BIOG SACE HOMB HOAT

= «un buen hermano». Nombre de cuatro sacerdotes:

(a) Hijo de Finees y nieto de Elí (1 S. 14:3; 22:9, 11, 12, 20).

(b) Hijo de Amarías, y padre de Sadoc (2 S. 8:17; 1 Cr. 6:7, 8, 52; 18:16).

(c) Hijo de otro Amarías, y padre de otro Sadoc, en la séptima generación después del anterior (1 Cr. 6:11, 12; Esd. 7:2).

(d) Padre de Meraiot y «príncipe de la casa de Dios» (1 Cr. 9:11; Neh. 11:41).

nom, AHITOFEL

tip, BIOG TIPO HOMB HOAT

= «hermano insensato».

Gilonita, abuelo de Betsabé, y un muy sabio consejero del rey David. Se aceptaba su palabra como palabra de Dios. Se unió a la rebelión de Absalón, y le aconsejó que cohabitara en público con las concubinas de David, y que lanzara de inmediato un ataque contra el rey. Al no ser seguido su último consejo, sino el de Husai, que estaba actuando en favor de David, vio el desastre que se le avecinaba, volvió a su casa, puso sus asuntos en orden, y se ahorcó (2 S. 15:12-34; 16:15-23; 17:1-23; 23:34). Es un tipo de Judas Iscariote (cp. Sal. 61:9; 55:12).

nom, AHOGADO

tip, LEYE

ver, SANGRE

Ya desde Noé, cuando por primera vez se da permisión divina al hombre para que coma de la carne de los animales (Gn. 9:3), se prohibe taxativamente la consumición de la sangre (Gn. 9:4). Es así una prohibición para Noé y su descendencia, para toda la humanidad; prohibición que, como tantas otras cosas, fue totalmente dejada de lado por las naciones en su apostasía. La ley de Moisés reafirma esta prohibición al pueblo del pacto (Lv. 3:14-19); no se trata, como vemos, de una nueva prohibición, sino de una reiteración de una antigua orden general. «Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda la carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado» (esto es: muerto).

De ahí la orden del NT a los creyentes de la gentilidad de abstenerse de animales ahogados, (esto es, cuya sangre no había sido derramada al sacrificarlos), y de la misma sangre (Hch. 15:20, 29; 21:25). No se trataba meramente de un ceremonial judío que formara parte de aquella ley misma de Moisés, de la que quedaban totalmente exentos los creyentes procedentes de la gentilidad. No se iba con ello a respetar los escrúpulos de los judíos creyentes, que en tantas y tan importantes cosas quedaban contrariados abiertamente con la decisión del Concilio de Jerusalén (Hch. 15:10). Es digno de señalarse que es en la misma carta en que se proclama la total libertad de los creyentes de la gentilidad de la Ley de Moisés (Hch. 15:23-30) donde se les recuerda que hay cosas que son anteriores a ella, como la «pureza sexual», la «prohibición» de la idolatría, y la dicha prohibición de comer sangre (Hch. 15:28-29). Estas tres instrucciones, que se encadenan en una, llevan todo el peso de la autoridad divina y apostólica, constituyendo «cosas necesarias» (Hch. 15:28). (Ver SANGRE)

nom, AHOLA, AHOLIBA

tip, TIPO

Son dos nombres alegóricos femeninos dados a los dos reinos de los judíos. Ahola es el nombre aplicado a Samaria (el reino del norte), y significa «la que posee un tabernáculo»; y Aholiba, que significa «en ella puse mi tabernáculo» y se aplica a Judá (el reino del sur). El nombre indica una crítica del estado desastroso y cismático del culto en el reino del norte (Ez. 23). Los dos Estados son representados como dos hermanas desposadas con Dios. En la alegoría ambas son consideradas culpables de adulterio contra Jehová, su legítimo esposo, por sus alianzas pecaminosas con las potencias y dioses extranjeros. Aholiba es exhortada a considerar la situación de su hermana y a arrepentirse si no quiere caer en su lastimoso estado.

nom, AHOLIBAMA

tip, BIOG MUJE MUAT HOMB HOAT

ver, BASEMAT

= «tienda del lugar alto».

(a) Una de las esposas de Esaú; era hija de Aná, hijo de Zibeón heveo. Ella dio a luz para Esaú a Jeús, Jaalam y Coré (Gn. 36:2-25). (Ver BASEMAT)

(b) Un jefe de Edom (Gn. 36:41; 1 Cr. 1:52).

nom, AI. Véase HAI.

nom, AHORCAMIENTO

tip, COST

Forma de castigo muy común en Egipto, Persia y Palestina; después de ejecutado el criminal, se colgaba su cadáver en un árbol o poste. Si el cadáver se dejaba a merced de las aves de rapiña, era aún más denigrante el castigo, y ejemplar para el pueblo. Después se sepultaba secretamente y de noche (Dt. 21:23). También era un modo de suicidarse (2 S. 17:23; Mt. 27:5).

nom, AIN

tip, ABEC CIUD

(a) Transcripción de la decimosexta letra del alfabeto hebreo que la versión de los LXX y otras antiguas anteponen a Lm. 1:16; 2:17, 49-50 y Sal. 119. De esta letra se deriva la letra O del alfabeto latino.

(b) Partícula que entra en la formación de varios nombres geográficos y que significa «fuente» u «ojo de agua».

(c) Es el nombre de una población asignada a la tribu de Simeón (Jos. 19:7; 1 Cr. 4:32) y que anteriormente había sido heredad de Judá (Jos. 15:32). Era una de las reservadas a los sacerdotes en los territorios de las distintas tribus (Jos. 21:16). Estaba situada cerca de Beerseba.

nom, AINÓN. Véase ENÓN.

nom, AIRE

tip, ELEM ESCA

ver, VIENTO, ESPÍRITU

El hebreo es una lengua muy concreta y poco abstracta; así, para designar lo que en lenguaje moderno se llama atmósfera, los judíos empleaban la expresión «bajo el cielo», indicando con ello lo que aparecía a sus ojos, o sea, el vacío que media entre la tierra y el firmamento. Esta región está poblada por las aves del cielo (Mr. 4:32; Dn. 4:9-18). También los griegos y romanos tenían esta misma opinión sobre el espacio que rodea la tierra, y además creían que en él vivían los espíritus malignos. San Pablo llama al Diablo «el príncipe de la potestad del aire» (Ef. 2:2). También será dominado por Jesucristo, al final de los tiempos cuando venga glorioso en poder y majestad (1 Ts. 4:17), y entonces los creyentes serán arrebatados por los aires y dominarán el espacio antes poblado por las fuerzas adversas. (Véanse VIENTO, ESPÍRITU)

nom, AJALÓN

tip, CIUD

= «lugar de los ciervos».

(a) Ciudad del antiguo Canaán en el camino de la costa mediterránea hacia la región montañosa, a unos 20 Km. de Jerusalén, mencionada ya en las cartas de Amarna. Fue repartida entre los miembros de la tribu de Dan (Jue. 1:34-35); más adelante fue asignada a los levitas de la familia de Coat (Jos. 21:2-24). Formó parte de los fuertes que rodeaban a Jerusalén para su defensa, y fue como tal ocupada por los filisteos (2 Cr. 11:10; 28:18).

(b) Es el nombre, también, de un lugar de la tribu de Zabulón en el que el juez Elión recibió sepultura (Jue. 12:12). Su localización es discutida entre los arqueólogos.

nom, AJELET-SAHAR

tip, CRIT MUSI

Aparece en el encabezamiento del Sal. 22, y significa «la cierva de la aurora». Bien pudiera referirse proféticamente a la resurrección del Señor después de la cruz. El Targum explica esta expresión como significando «la oblación matinal del cordero». Si esto es correcto, la ofrenda del cordero se halla en acusado contraste con «los toros de Basán», rugiendo como leones, y con los perros que rodearon a la paciente víctima del salmo. La moderna crítica no ve otra cosa en estas palabras que el nombre de alguna música con la que se cantaba este salmo.

nom, AJENJO

tip, ESCA FLOR TIPO

(heb. «Iaanah»; gr. «apsinthos»).

Aparece en las Escrituras sólo en sentido metafórico. Se compara el volverse a la idolatría con una raíz que da hiel y ajenjo (Dt. 29:18). Los había que convertían el juicio en ajenjo; esto alude probablemente a los jueces injustos (Am. 5:7). Debido a la maldad de Su pueblo, Dios iba a darles ajenjo como comida, y hiel como bebida (Jer. 9:15; 23:15). Jeremías, al lamentarse de la condición de Israel, la comparó a estar bebida con ajenjo. Al sonar la tercera trompeta del Apocalipsis, cayó del cielo una estrella llamada Ajenjo, convirtiendo en ajenjo la tercera parte de las aguas de la tierra, causando la muerte de muchos (Ap. 8:10, 11). Hay varias especies en Palestina: la «Artemisia absinthium» y la «A. chinensis» son el ajenjo comercial.

nom, AJO

tip, FLOR ALIM

Planta muy estimada en el Próximo Oriente y en la Antigüedad en general. El ajo es mencionado solamente una vez en la Biblia (Nm. 11:5).

nom, ALABANZA

tip, LEYE DOCT

Acción de glorificar a Dios, de ensalzarlo y bendecirlo especialmente con himnos y cánticos (2 Cr. 7:6; Sal. 28:7; 40:3; 95:1, 2; 149:1-3; 150), música y danza.

La alabanza es una de las manifestaciones a las que en la Biblia se invita con frecuencia, perteneciendo a este género de oración muchos de los Salmos. En realidad, en la Escritura se encuentran con frecuencia la alabanza y la acción de gracias en un mismo movimiento del alma, y en el plan literario en los mismos textos. Dios se revela digno de alabanza por todos sus beneficios con el hombre. La alabanza resulta con toda naturalidad como agradecimiento y como bendición por los beneficios recibidos, y los ejemplos son numerosos (Sal. 35:18; 69:31; 109:30; Esd. 3:11). La alabanza y la acción de gracias suscitan las mismas manifestaciones exteriores de gozo, sobre todo en las reuniones del culto y donde los creyentes rinden una y otra vez gloria a Dios (Is. 42:12; Sal. 22:24; 50:23; Lc. 17:15-18; Hch. 11:18; Fil. 1:11; Ef. 1:6, 12, 14). La alabanza tiende más a la persona de Dios que a sus dones; está muy cercana de la adoración, en la vía del éxtasis. En los himnos de alabanza se canta a Dios porque es Dios.

La alabanza cristiana tiene su movimiento esencial en la alabanza del Antiguo Testamento, pero se distingue porque es suscitada por el don de Cristo Jesús, que manifiesta su poder en la redención del género humano y en la salvación individual de cada hombre. Tal es el sentido de la alabanza de los ángeles y de los pastores en la noche de Navidad (Lc. 2:13-20), como la alabanza que recibe Cristo de la boca de las multitudes después de las curaciones milagrosas (Mr. 7:36; Lc. 18:43; 19:37; Hch. 3:9); éste es el sentido de la alabanza de los judíos del día de Ramos, antes de su Pasión (Mt. 21:16), y éste es también el del cántico del Apocalipsis (Ap. 15:3).

Algunos fragmentos de himnos primitivos, conservados en las cartas de San. Pablo, reproducen el eco de esta alabanza cristiana dirigida a Dios Padre, que ha revelado el misterio de la salvación en Cristo Jesús (1 Ti. 3:16) y que hará retornar a Cristo glorioso al final de los tiempos (1 Ti. 6:15). Sentimientos de oración que expresan gratitud por el misterio de Cristo (Fil. 2:5; Col. 1:5) y por el don de la salvación (2 Ti. 2:11) y expresando la verdadera fe cristiana (Ef. 5:14).

nom, ALABASTRO

tip, PIED COST ARQU COSM

Un espato calcáreo de gran precio, hidrosulfato de calcio, podía presentar un color blanco cremoso, o incluso llegar a la transparencia. Los antiguos lo utilizaban para hacer vasijas para ungüentos costosos, y otros usos; en el museo de la universidad de Filadelfia se conserva una lámpara de alabastro procedente de Ur, datando de los tiempos de Abraham. En el palacio de Susa, del rey Artajerjes, formaba parte del enlosado (Est. 1:6).

En los evangelios se menciona únicamente de la unción de los pies de Jesús en dos casos, en casa de Simón el fariseo (Lc. 7:36-50), y poco antes de ser traicionado, en casa de Simón el leproso (Mt. 26:6-13; Mr. 14:3-9; cp. Jn. 12:1-8). Es probable que «quebrar» el vaso se refiera a la rotura del sello.

nom, ÁLAMO

tip, FLOR ARBO

(heb. «libneh»).

Se trataba probablemente del álamo blanco (Populus alba) que empleó Jacob (Gn. 30:37). Era «verde» en el sentido de fresco, húmedo. El álamo ofrece una refrescante sombra de los rayos del sol, y era por ello uno de los árboles que escogían los israelitas para ofrecer incienso debajo de ellos (Os. 4:13). También los hay que opinan que «libneh» se refiere al «estoraque» (styrax officinale), que también se cría en Palestina.

nom, ALAMOT

tip, MUSI

Traducido en la LXX «epi alaimot», y «in nablis arcana cantabant» en la Vulgata (1 Cr. 15:20); «uper ton rufion», «pro arcanis» (Sal. 46, título). El significado de esta palabra es desconocido, y esta ignorancia queda confirmada por los esfuerzos fallidos de traducirla en las distintas versiones. Se supone que se deriva de «virgen», y pudiera por ello significar voces de sopranos.

nom, ALAS

tip, ANGE TIPO

La Biblia menciona con frecuencia las alas, especialmente en el libro de los Salmos, donde las citas tienen un bellísimo contenido poético (Sal. 17:8; 18:10; 55:6; 68:13). Las alas del águila son el símbolo de la fuerza (Is. 40:31), y se compara la protección que Jehová da a los suyos, con la que el águila da a sus polluelos para defenderlos de los peligros (Sal. 17:8; 36:7; 57:1). Los querubines del arca tenían alas (Éx. 8:6-7; 1 Cr. 28:18). Los serafines que vio Isaías (Is. 6:2) en su visión tenían seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían los pies y con las otras dos volaban. Estos seres misteriosos adoraban a Dios y clamaban en voz alta su gloria y majestad. Cuando Jesús lloró sobre Jerusalén a causa de la suerte que esperaba a sus habitantes en los acontecimientos futuros relativos a su destrucción, compara la protección que Él quiso darles, con el refugio que brinda la gallina a sus polluelos cuando están ante el peligro (Mt. 23:37; Lc. 13:34). En el Apocalipsis, la mujer que representa al pueblo de Dios recibe «dos alas de la gran águila» para que huya de la serpiente que encarna al Diablo (Ap. 12:14). Dios brinda a los suyos protección a la sombra de sus alas y les ofrece los medios para escapar del peligro mortal de las asechanzas del maligno; son algunos de los significados de las alas en la Biblia.

nom, ALBAÑIL

tip, OFIC

ver, CANTERO

La palabra traducida «albañiles» en el AT (heb. «banah») se refiere a constructores que trabajaban en la erección de edificios, desde la tala de árboles y el trabajo de las estructuras de madera (1 R. 5:18) hasta el echar los cimientos (Esd. 3:10). Se menciona el uso de la plomada (Am. 7:7, 8). (Ver también CANTERO)

nom, ALBERGUE. Véase MESÓN.

nom, ALDEA

tip, CONS

Término frecuentemente utilizado en el AT cuando se menciona una ciudad y «sus aldeas»; en muchas ocasiones no significa otra cosa que sus «suburbios», no en el sentido de poblaciones separadas. Las dos principales palabras utilizadas son «bath», «hija» (Nm. 21:25, 32, etc.); y «chatser», «aldea» (Jos. 18:24, 28, etc.). Las aldeas no estaban amuralladas, y eran la extensión rural de los centros urbanos amurallados, de los que dependían política y administrativamente.

nom, ALEGRÍA. Véase Gozo.

nom, ALEJANDRÍA

tip, CIUD

Ciudad construida por Alejandro Magno para que fuera la capital de su imperio occidental. Fundada en el año 332 a.C., fue acabada por los Ptolomeos, que aumentaron su riqueza y esplendor. Llegó a ser muy populosa y eminentemente comercial y cultural. Famosa era su biblioteca. Fue allí que se llevó a cabo la traducción de la Septuaginta (LXX), el Antiguo Testamento en griego. Se identifica con la moderna ciudad del mismo nombre, en la costa mediterránea de Egipto. Aparece en el NT como lugar de nacimiento de Apolos, compañero de Pablo (Hch. 18:24); y como puerto de matrícula de naves (Hch. 27:6; 28:11). La tradición afirma que fue Marcos el primero en introducir el cristianismo en Alejandría.

nom, ALEJANDRINO (CÓDICE). Véase MANUSCRITOS DE LA BIBLIA.

nom, ALEJANDRO

tip, BIOG REYE HOMB HOAT HONT

= «ayudador del hombre».

(a) Alejandro Magno, rey de Grecia; no es mencionado por su nombre en las Escrituras, aunque sí en el apócrifo Primer Libro de Macabeos (1 Mac. 1:1-9; 6:2). Sin embargo, sí es mencionado proféticamente, principalmente en el libro de Daniel, unos 200 años antes de que naciera; el Imperio Griego aparece en la estatua del sueño de Nabucodonosor (Dn. 2) como vientre y muslos de bronce, como sucesor del Imperio Medo-Persa (el pecho y brazos de plata); el tercer animal de la visión de Daniel (Dn. 7:6); el macho cabrío, en otra visión (Dn. 8:5); «un rey valiente» (Dn. 11:3). En Zac. 6:2, 3, donde se alude a los cuatro grandes imperios, el tercero, el reino de Grecia, es comparado a un carro con caballos blancos.

Alejandro Magno, hijo de Filipo II y de Olympias, nació en Pella en el año 356 a.C. Vino a ser rey de Macedonia cuando su padre fue asesinado en el año 336; sometió a los griegos en el 335; a los persas el 334; conquistó Tiro; conquistó Siria y Egipto el 331; conquistó Partia, Media, Bactria, e invadió la India, 330-324, y trató de llevar a cabo nuevas conquistas, pero murió en Babilonia en el año 323 a.C. Estas fechas muestran la velocidad aplastante de sus campañas, concordando con la imaginería que nos dan los pasajes citados en el párrafo anterior. Era de carácter sumamente cruel, como lo muestra su comportamiento en la conquista de Tiro; tras una larga y valiente resistencia, Alejandro, enfurecido, masacró a 8.000 habitantes, crucificando a 2.000 de ellos; del resto, los que no pudieron huir por mar, 30.000 fueron vendidos como esclavos. Vemos, tanto en su velocidad como en su ferocidad, al leopardo. Flavio Josefo da interesantes detalles acerca de su conquista de Palestina y su comportamiento en Jerusalén (Ant. 11:8).

(b) Hijo de Simón, el hombre de Cirene que fue obligado a llevar la cruz del Señor (Mr. 15:21).

(c) Uno de los principales entre los judíos cuando el arresto de Pedro y Juan (Hch. 4:6).

(d) Un judío de Éfeso que intentó dirigirse a la multitud en el teatro (Hch. 19:33).

(e) Uno de la iglesia que, habiendo naufragado en la fe, fue entregado por Pablo a Satanás, para que aprendiera a no blasfemar (1 Ti. 1:20).

(f) El calderero que causó daño a Pablo, del que Timoteo tenía que guardarse (2 Ti. 4:14). Pudiera tratarse del mismo que el anterior.

nom, ALELUYA

tip, ABEC ESCA

Esta palabra aparece en la versión de los Setenta como transcripción griega del hebreo «halal» en los Salmos, traducida «alabad al Señor». Es una adscripción de alabanza a Dios. En el libro de Apocalipsis se oye este clamor en el cielo (Ap. 19:1, 3, 4, 6), en la jubilosa alabanza por la introducción del Reino de Dios.

nom, ALFA

tip, ABEC

(a) Primera letra del alfabeto griego, y que también significa el número 1.

(b) Título o carácter de Dios y de Cristo, que señala a Su eternidad como «el principio», «el primero», el «yo soy» (Ap. 1:8; 21:6; 22:13). «Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin», o «el primero y el último»; es similar a un pasaje de Isaías, «Yo Jehová, el primero, y yo el mismo con los postreros» (Is. 41:4), y «Yo soy el primero, y yo soy el postrero» (Is. 46:6).

nom, ALFABETO

tip, ABEC HIST

Lista de los fonemas elementales de una lengua. Se caracteriza por el orden y la forma de los signos que lo componen. Más rigurosamente, es la lista griega de signos que comienzan por alfa, beta..., y de la que derivan la mayor parte de los alfabetos europeos. El alfabeto griego, por su parte, procede del alfabeto fenicio, o cananeo, utilizado en Palestina diez siglos antes de Jesucristo.

Origen: Al principio, el lenguaje se escribía mediante imágenes, sencillas ilustraciones mnemotécnicas, lo cual facilitaba el trabajo de la memoria (algo similar a los actuales símbolos utilizados para el ordenamiento de la circulación); a esto se le llama la etapa pictográfica. Después se eligieron ciertas imágenes esquematizadas para representar las sílabas, como sucede con los jeroglíficos egipcios, la escritura cuneiforme sumeria, y otras formas de escritura; esto recibe el nombre de etapa silábica. A continuación se tomaron algunos caracteres para representar los sonidos fundamentales del lenguaje articulado, bien los producidos por la boca o la garganta (consonantes) o los producidos por las cuerdas vocales (vocales). En principio, cada signo se corresponde con un sonido, y ésta es la etapa alfabética. El origen del alfabeto hebreo (modificado y adoptado por los griegos) sigue siendo un misterio. Durante mucho tiempo se han hecho suposiciones de que provenía de la escritura hierática de Egipto (derivado de los jeroglíficos); se ha pensado también en otros diversos orígenes; ciertos caracteres vendrían de Mesopotamia, otros de Creta, y en algunos casos se hubieran incluso tomado signos procedentes de cuevas neolíticas. Sin embargo, muchas letras hebreas parecen recordar por su forma al objeto que le ha dado su nombre; así, Alef es la cabeza de un buey («alef»), Ayin es un ojo, y Resh es una cabeza de hombre.

El hebreo tiene 22 consonantes características (los matices son numerosos), en tanto que el griego no tiene más que 17. En hebreo no se representan las vocales, en tanto que el griego tiene 7 (sumando su alfabeto, por ello, 24 letras). El orden de las letras (atestiguado ya desde muy antiguo por los poemas acrósticos: Sal. 111; 112; 119; Pr. 31:10-31; Lm. 1; 2; 3; 4; etc.), es prácticamente inmutable.

Existe una forma arcaica de las letras hebreas (Piedra de Moab, Louvre, París, de alrededor del año 850 a.C.; Inscripción de Siloé, 750 a.C., etc.), y una forma elegante, llamada cuadrada, utilizada a partir del primer o segundo siglo a.C.

nom, ALFARERO

tip, OFIC TIPO

Del alfarero dice la Biblia que pisa el barro para poderlo trabajar (Is. 41:25); y forma su vasija en el torno (Jer. 18:3). Buena parte de la alfarería de Oriente se hace de una manera muy simple. El artesano hace girar la rueda con los pies, y con sus manos le imprime forma a la vasija. Estas vasijas son sumamente frágiles, y ello es a menudo mencionado en las Escrituras. Así es como el Señor someterá a sus enemigos: los desmenuzará como vasija de alfarero (Sal. 2:9; Is. 30:14; Ap. 2:27).

El alfarero, al hacer sus vasijas como él desea, constituye una hermosa ilustración del poder de Dios como Creador, y es aplicada a Israel (Jer. 18:2-6). Es también ilustrativo de la soberanía de Dios (Ro. 9:20, 21).

nom, ALFEO

tip, BIOG HOMB HONT

(a) Padre de Leví el recaudador de impuestos (Mt. 2:14), a quien se identifica, generalmente, con el apóstol y evangelista Mateo. No sabemos nada más de él por la Biblia.

(b) Otro personaje que lleva este nombre es el padre del apóstol Santiago, que es llamado también «el hijo de Alfeo» para distinguirlo de Santiago el hijo del Zebedeo (Mt. 10:3; Mr. 3:18; Lc. 6:15; Hch. 1:13). No hay razones de peso para identificarlo con el otro personaje que lleva este nombre y que es padre de Leví. También se ha intentado identificarlo con Cleofás (Lc. 24:18) y con el otro Cleofás (Jn. 19:25). La identificación de estos personajes con Alfeo no se puede sostener por razones de naturaleza lingüística.

nom, ALGA

tip, FLOR

(heb., «suf»).

En la angustia de su permanencia en el fondo del mar, el profeta Jonás ora a Dios diciendo: «Las aguas me rodearon hasta el cuello, me rodeó el abismo, y un alga se ha anudado a mi cabeza» (Jon. 2:6). Éste es el mismo vocablo que el que en el Éxodo designa al Mar Rojo (Éx. 10:19), aun cuando curiosamente ninguna de las versiones antiguas de la Escritura traduce estos pasajes por algas. Ciertamente las algas crecen en el «mar rojo», que es precisamente lo que les da la característica coloración.

nom, ALGARROBA

tip, FLOR ALIM FRUT

En el NT, el fruto del algarrobo. Es abundante en Siria, y las vainas, que contienen una sustancia dulce parecida al tuétano, son alimento para el ganado y los cerdos; ocasionalmente la comían los muy menesterosos. Recibe también el nombre de «Pan de San Juan», debido a la tradición de que Juan el Bautista usó este alimento en el desierto. Se usa en el Evangelio de Lucas, mencionando que eran alimento de los cerdos; el hijo pródigo sufría tanta hambre que deseaba poderse alimentar con ellas (Lc. 15:16).

nom, ALGUACIL

tip, OFIC FUNC

La versión Reina y Valera traduce por «alguacil» la voz «Lictor», que se aplicaba a los maceros romanos (Hch. 16:35, 38). En castellano antiguo, «alguacil» significaba un ministro inferior de justicia, que llevaba por insignia una vara delgada, de junco por lo regular, y ejecutaba las órdenes de los juzgados y de los tribunales, como autos de arresto y prisión, mandamientos judiciales, embargos y otros actos. Hoy se aplica sólo a empleados de Ayuntamiento, ya que muchas de sus atribuciones han pasado al cuerpo de policía.

nom, ALHEÑA

tip, FLOR COSM ARBU

Arbustos cuyas flores, muy aromáticas, crecen agrupadas (Cnt. 1:14; 4:13). El nombre hebreo es «copher»; los árabes lo llaman «henna». El polvo hecho de las hojas y flores, mezclado con agua, es usado por las mujeres para pintarse las uñas de las manos y de los pies.

nom, ALIANZA

tip, LEYE

ver, PACTO

Se traduce así la palabra «berit» en el AT en diversas ocasiones, cuando se trata de un acuerdo entre un hombre y su semejante, o entre nación y nación. La mayor parte de las veces se traduce pacto con el doble sentido aquí señalado, y también siempre que se trata de pactos entre Dios y los hombres. (Ver PACTO)

nom, ALIMENTOS

tip, ALIM

ver, COMIDA

Cuando eran todavía nómadas, los hebreos se alimentaban principalmente de pan y de los productos de sus ganados, como la leche fresca o agria, y en ocasiones carne (Gn. 18:7, 8; Jue. 5:25). También comían miel silvestre (Jue. 14:8, 9). Cuando se instalaron en Palestina, complementaron su alimentación con los productos de sus huertos, viñas y campos: lentejas, calabacines, habas, garbanzos, grano tostado (2 S. 17:28), granadas, higos, uvas pasas, aceitunas, etc. (Nm. 13:23; 20:5; Mt. 7:16). El mosto y el vinagre eran bebidas muy usadas. También se comía pescado, langostas, volatería y huevos (1 R. 4:23; Neh. 13:16; Mt. 4:18; Lc. 11:12). Las comidas más simples se componían de pan y lentejas (Gn. 23:34), o de otros potajes (2 R. 4:38), o de pan y vino (Gn. 14:18), o de grano tostado y vinagre (Rt. 2:14). Abraham festejó a sus huéspedes ofreciéndoles una comida más sustanciosa: mantequilla, leche, tortas de flor de harina, y carne de un becerro (Gn. 18:3-8). La mesa de los ricos y de los grandes ofrecía una diversidad mayor de alimentos (1 R. 4:22, 23; Neh. 5:18). (Ver COMIDA)

nom, ALJABA

tip, UTEN TIPO

Receptáculo para flechas o saetas (Gn. 27:3; Lm. 3:13). Se usa simbólicamente como lugar seguro, fuerte, protegido (Is. 49:2). Se usa en otros pasajes en sentido poético (Sal. 127:5), de los hijos como saetas que llenan la propia aljaba, etc.

nom, ALMA

tip, DOCT

ver, HOMBRE, CORAZÓN, CUERPO, ESPÍRITU

La palabra hebrea «nefesh», (que es uno de los vocablos traducidos generalmente en castellano por «alma») aparece 754 veces en el Antiguo Testamento. Como puede verse en la primera cita bíblica al respecto, significa «lo que tiene vida» (Gn. 2:7), y se aplica tanto al hombre como a los demás seres vivientes (Gn. 1:20, 24, 30; 9:12, 15, 16; Ez. 17:9). Muchas veces se identifica con la sangre, como algo que es esencial para tener aliento y animación (Gn. 9:4; Lv. 17:10-14; Dt. 12:22-24), y en el hombre es su principal característica que lo distingue de los seres irracionales (Gn. 1:26).

La primera función del alma es la de dar vida al cuerpo, y como la respiración es el signo principal de la vida física, de ahí que en hebreo, como en la mayoría de las lenguas, se designe con términos que se relacionan más o menos con la imagen del aliento. Este principio es la base donde radican los sentimientos, las pasiones, la ciencia, la voluntad (Gn. 28:8; 34:3; Éx. 23:9; 1 S. 1:15; Sal. 6:4; 57:2; 84:3; 139:14; 143:8; Cnt. 1:6; Pr. 19:2; Is. 15:4, etc.). El alma expresa al hombre entero, a su total personalidad en muchas de las ocasiones en las que aparece en la Biblia. Toda esta concepción del alma se basa en la observación concreta del hombre.

Así, estar en vida es todavía tener aliento (2 S. 1:9; Hch. 20:10); cuando el hombre muere sale el alma (Gn. 35:18), es exhalada (Jer. 15:9), y si resucita vuelve el alma a él (1 R. 17:21). Para el pensamiento hebreo el alma es inseparable del hombre total, es decir, que el alma expresa los hombres vivientes. Tal vez aquí radica el origen de la identificación del alma con la sangre (Sal. 72:14); el alma está en la sangre (Lv. 17:10 s), y a veces se dice metafóricamente (?) que la sangre es la vida misma (Lv. 17:14; Dt. 12:23). De todos estos pasajes se puede deducir que la «nefesh» es el principio de vida vegetativa que se considera ligada a la sangre del ser vivo (Gn. 9:4-5; etc.). Hay en hebreo además otras palabras que tienen casi el mismo significado, como «nesamah», que expresa un soplo divino vivificante (Zac. 12:1; Jb. 12:10) que es principio de vida racional, sensitiva e intelectual (Ez. 11:5; Is. 26:9; 66:2; Pr. 15:13; 29:23; Sal. 51:14). Otro término casi equivalente es «ruah», que designa un soplo vital, el principio de la vida y de los sentimientos (Pr. 20:27).

El hombre es superior y se distingue de las bestias por haber sido creado a imagen y semejanza de Dios (Gn. 2:7; 6:3; 7:22; 27:6; Lv. 17:11; Sal. 104:29-30; Jb. 10:9-12; 27:3; 33:3-4). En el Antiguo Testamento la «nefesh» parte del cuerpo con la muerte (Gn. 25:18); pero el término no se aplica al espíritu de los muertos. «Ya que la psicología hebrea no tenía una terminología semejante a la nuestra»; la explicación debe buscarse en los pasajes donde las palabras hebreas traducidas por «corazón» y «espíritu» son usadas.

Es preciso esperar a los tiempos del Nuevo Testamento, los de la plenitud de la Revelación en Cristo, para tener una doctrina completa del alma. En el griego del Nuevo Testamento la palabra «psyche» se usa como equivalente de la palabra hebrea «nefesh», pero hay once casos en los Evangelios Sinópticos en que se expresa la seguridad de la vida después de la muerte. En todos los cuatro evangelios la palabra «pneuma», que es equivalente de «ruah», también se usa para indicar la vida espiritual, y la palabra «kardia» («corazón») se usa para expresar la vida psíquica del hombre.

En el Nuevo Testamento el alma es la parte invisible del hombre, en oposición con la sangre y la carne (Col. 2:5; 1 Co. 5:5; 7:34; Jn. 6:64); la «psyche», el alma, es el principio de la voluntad y del querer (Mt. 26:41; Mr. 14:38), el centro de la personalidad íntima del hombre (1 Co. 2:1); el alma es nuestro propio yo (Ro. 8:16; 1 Co. 16:18; Gá. 6:18; Fil. 4:23). En el Nuevo Testamento, al contrario del Antiguo, el alma puede vivir separadamente del cuerpo y es el principio que le da vida (Lc. 8:55; 23:46; Hch. 7:59; Stg. 2:26). Claramente se habla de la supervivencia del alma (Lc. 23:46; 1 P. 3:19). Así que es sinónimo de espíritu, y cuando el apóstol Pablo habla de tres componentes del hombre, a saber: cuerpo, alma y espíritu, no debemos pensar en una verdadera tricotomía, sino en la distinción entre la vida biológica del hombre y su vida espiritual, y que son salvos juntamente con su cuerpo, porque Dios salva al hombre total (1 Ts. 5:23), que, si ahora está sometido a la muerte, será transformado y revestido de inmortalidad al final de los tiempos (1 Co. 15:53).

La expresión usada por Pablo que compara la muerte a un sueño (1 Co. 7:39) es una metáfora usada ya por los judíos y que ciertamente aparece también en numerosas inscripciones en las catacumbas de las primeras generaciones, y en la cual se expresa la firme convicción de que si duermen en el cuerpo, ciertamente ya han empezado a gozar de la salvación de Dios. En este pasaje, como en otros, el apóstol supera las falsas concepciones que invadían el mundo helenístico en cuanto a la resurrección. El hombre total resucitará, en alma y cuerpo, porque la muerte no termina con el hombre, ya que Dios, cuando lo creó, lo hizo inmortal, y si por el pecado la muerte entró en el mundo (1 Co. 15:22), por Cristo entró la vida. Aunque la Biblia no desarrolla la idea del alma de una manera abstracta como lo hace la filosofía, no obstante, es bien claro que en el Nuevo Testamento el alma que anima al hombre terrenal lo sobrevive y lo animará cuando, ya transformado y revestido de inmortalidad, tenga la plena visión de Dios.

Cuando Dios creó al hombre a su «imagen y semejanza» (Gn. 1:26), su alma, su vida, su carácter, su voluntad, su psicología, su personalidad total tenían rasgos divinos que el pecado destruyó. El hombre, señor de la Naturaleza, tiene un alma, una vida superior a la de los animales, sobre los cuales tiene dominio por su razón y personalidad que le vienen por un acto de la soberana voluntad de Dios que le permite señorear y «llamar» por su nombre a los animales (Gn. 2:19). Su alma es, por tanto, superior y distinta de la de los demás seres. El hombre resucitará en su integridad (tanto los buenos como los malos) al final de los tiempos (1 Co. 15:45). (Véanse HOMBRE, CORAZÓN, CUERPO, ESPÍRITU)

nom, ALMENAS

tip, CONS

Las del Templo de Jerusalén, en tiempos de Cristo, quedaban, según el historiador Josefo, a casi 200 m. sobre el lecho del arroyo del Cedrón (Mt. 4:5).

nom, ALMENDRA, ALMENDRO

tip, FLOR ARBO TIPO FRUT

En hebreo, tanto el árbol como el fruto reciben el mismo nombre («shaqed»). Se deriva de una raíz que significa «apresurarse», y que se ajusta mucho a su naturaleza, porque es el primer árbol en florecer, como precursor de la primavera. Este significado queda confirmado por el profeta Jeremías (Jer. 1:11, 12). El profeta vio un almendro, y Jehová le dijo: «Bien has dicho, porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.» Las copas del candelabro de oro debían ser hechas en forma de flor de almendro (Éx. 25:33, 34; 37:19, 20). La vara de Aarón brotó, y dio flores y almendras en una noche (Nm. 17:8), hermoso tipo de la salida del Señor Jesús de Su tumba, perfecto para cumplir Sus funciones sacerdotales. En Eclesiastés, donde parece que todo está deteriorándose (Ec. 12), en lugar de la traducción «florecerá el almendro», puede traducirse «el almendro será menospreciado»; otros vierten, «causará rechazo»; otros prefieren comparar el almendro al cabello encanecido de un anciano que se apresura a la tumba.

 

nom, ALMOHADA

tip, UTEN

(1 S. 19:13, 16). Probablemente consistía en un colchón de pelo de cabra o en una piel enrollada. Esta palabra, en Mr. 4:38, está traducida por «cabezal o cojín».

nom, ALMUD. (Véase PESOS Y MEDIDAS.)

nom, ÁLOE

tip, FLOR COSM ARBO COST

(Nm. 24:6; Sal. 45:8; Pr. 7:17; Cnt. 4:14; Jn. 19:39). Árbol resinoso y aromático, de donde se extraía perfume. Los egipcios usaban el áloe en el embalsamamiento de cadáveres. No debe confundirse con el áloe actual, de la familia de las liliáceas, del que se extrae un purgante amargo.

nom, ALTAR

tip, ESCA TIPO CONS LEYE

ver, OBRAS, SACRIFICIOS

vet,

Una estructura sobre la que se ofrecían sacrificios a Dios; imitada por los paganos en honor de sus falsos dioses. El primer altar del que tenemos mención en las Escrituras es el construido por Noé al abandonar el Arca; sobre él ofreció sacrificios de todo animal y ave puros (Gn. 8:20). También Abraham, Isaac y Jacob erigieron altares al Señor; éstos seguramente fueron construidos de piedra o tierra, pero es notable cuán pocas veces leemos que ofrecieran sacrificios sobre ellos. En ocasiones se dice simplemente que erigieron un altar a Jehová, y en otras ocasiones que erigieron un altar y que invocaron el nombre de Jehová. Parece que los altares se erigían como lugares para allegarse a Dios, siendo el sacrificio la base de ello.

A Moisés se le mandó que en todos los lugares donde Dios hiciere estar la memoria de Su nombre le deberían erigir un altar de madera, de tierra o de piedra, y ofrecer encima ovejas y bueyes como holocausto y ofrendas de paz; si los altares se hacían de piedra, no deberían ser de piedra labrada; si alzaban herramienta sobre él, quedaría contaminado (Éx. 20:25, 26). No debe hacer nada de obras humanas al acercarse a Dios; lamentablemente, este principio ha sido terriblemente violado por inmensas secciones de la cristiandad, en las que se enseña que el hombre debe acercarse a Dios con buenas obras para ser aceptado por Él (contrastar Tit. 3:4-7; Ef. 2:8-10). (Ver OBRAS) Se añade también: «No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.» Se prohiben aquí las añadiduras humanas, porque en las cosas divinas lo que surja del hombre mismo solamente manifiesta la condición absolutamente vergonzosa de todo lo que surge de la naturaleza caída (cp. Col. 2:20-30). Cuando se emprendió la obra del tabernáculo, Moisés recibió precisas instrucciones y se le ordenó que lo hiciera todo como le había sido mostrado en el monte.

(a) ALTAR DE BRONCE

El altar de bronce debía ser hecho de madera de acacia recubierta con bronce; debía tener 3 codos de altura y 5 codos de lado (Éx. 27:1-8).

En el templo erigido por Salomón este altar estaba hecho de bronce, y tenía 10 codos de altura y 20 codos de lado (el mismo tamaño que el lugar santísimo (2 Cr. 4:1)). El altar del templo milenial está descrito en el libro de Ezequiel (Ez. 43:13-17). El altar de bronce recibía también el nombre de «altar del holocausto»; en él estaba el fuego encendido de continuo (Lv. 6:9), y era en él que se consumían las ofrendas, esto es, en la reja que estaba colocada en su medio. Tenía un cuerno en cada esquina, sobre los que se ponía sangre de la ofrenda por el pecado. Allí se acogían a refugiarse los que buscaban protección, aferrándose a los cuernos del altar (1 R. 1:50, 51; cp. Éx. 21:14). El altar de bronce estaba situado de manera que era lo primero que se hallaba al entrar en el patio, y señalaba que el único camino de entrada ante Jehová era mediante el sacrificio. Tenía que haber muerte antes que el hombre caído pudiera tener acceso a la morada de Dios.

En el NT se expresa el principio de que comer de un sacrificio es una manifestación de comunión con el altar donde se efectúa el sacrificio. Así, no se puede beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios, ni participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios (1 Co. 10:18-21).

A los creyentes hebreos se les dijo: «Tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo» (He. 13:10). Ello se refiere a la ofrenda por el pecado, cuya sangre era llevada al lugar santísimo, y cuya carne no era comida, sino quemada fuera del campamento. Jesús sufrió fuera de la puerta, y por ello, para estar en Su compañía, se instruía a los creyentes a que abandonaran el campamento; esto es, a que abandonaran el judaísmo. Como servidores del tabernáculo que eran todavía, no tenían derecho al altar cristiano.

En Apocalipsis tenemos un altar de oro en el cielo, y mucho incienso asciende con las oraciones de los santos; pero el fuego del altar de bronce es arrojado sobre la tierra, y es seguido de juicios (Ap. 8:3-5; cp. también Ap. 9:13). Y Juan oyó decir al altar (así es como se debería traducir este pasaje): «Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos» (Ap. 16:7). Se trata aquí indudablemente del altar de bronce (cp. Ap. 6:9; Is. 6:6).

 

(b) ALTAR DE INCIENSO

El altar del incienso estaba hecho de madera de acacia, recubierto de oro puro (Éx. 30:1-5; 37:25-28). Tenía 1 codo de lado y 2 codos de alto. En el templo de Salomón, este altar era de madera de cedro, recubierta de oro, pero no se dan sus dimensiones. En el futuro templo milenial descrito por Ezequiel el altar del incienso tiene 2 codos de lado y 3 codos de alto (Ez. 41:22). El altar del incienso recibe también el nombre de «altar de oro». Estaba situado en el lugar santo, junto con el candelabro de oro y la mesa de los panes de la proposición. Sobre este altar se debía quemar santo incienso mañana y tarde, tipo del Señor Jesús como perpetuo sabor agradable a Dios. Fue al lado de este altar que el ángel se le apareció a Zacarías para anunciarle la concepción y el nacimiento de Juan el Bautista (Lc. 1:11). (Ver SACRIFICIOS)

 

(c) ALTAR AL DIOS NO CONOCIDO

El altar al Dios no conocido era una inscripción en un altar en Atenas. Sea cual fuere el origen de esta inscripción, le dio al apóstol Pablo una admirable tesis para su discurso a los idólatras atenienses. Éste era precisamente el Dios que él había venido a revelarles (Hch. 17:23).

 

nom, ALTÍSIMO. Véase NOMBRES DE DIOS.

nom, AMALEC, AMALECITAS

tip, BIOG ARQU HIST TRIB HOMB HOAT

ver, EGIPTO

vet,

Descendientes de Esaú (Gn. 36:12). Moraron durante mucho tiempo en las cercanías de Cades-barnea. Se hallaban por estos parajes en la época del éxodo (Nm. 13:29; 14:25). Desde las cumbres de los montes de Abarim se podía ver el territorio que habitaban (Nm. 24:20; Dt. 34:1-3). En su época jugaron un importante papel (Nm. 24:20). Un redactor posterior al éxodo, relatando los acontecimientos sobrevenidos en este país, podía referirse a él como «el país de los amalecitas». El relato de la incursión de Quedorlaomer y de sus aliados habla de los invasores del oriente, que «vinieron... a Cades y devastaron... » no a los amalecitas, sino «por todo el país de los amalecitas» (Gn. 17:7), esto es, el país que el lector podía identificar en su época con el de los amalecitas. No se afirma aquí, pues, que los amalecitas existieran en la época anterior, sino que aquel país, ahora de los amalecitas, fue devastado. La expresión es voluntariamente imprecisa. Desde su centro, cercano a Cades, estos nómadas se dedicaban a lanzar incursiones y a saquear. Los amalecitas atacaron la retaguardia de los israelitas, que salían de Egipto y entraban en el desierto. En Refidim, al oeste del Sinaí, lucharon contra los israelitas, y fueron vencidos. A causa de ello, Israel recibió la orden de destruirlos completamente (Éx. 17:8-16; Dt. 25:17-19). Un año después, Israel llegó a Cades y, desobedeciendo a Dios, intentó penetrar en Canaán. Los amalecitas se opusieron y los rechazaron (Nm. 14:43-45). Es posible que fuera en esta época, o más tarde, que se dio el nombre de los amalecitas a una región montañosa de Efraín (Jue. 12:15; cp. Jue. 5:14). Poco después de la época de Moisés y de Josué, dieron ayuda a Eglón, rey de Moab, para arrebatar Jericó a los israelitas. Algunas generaciones después, se unieron a los madianitas para oprimir a los israelitas del norte (Jue. 3:13; 6:3, 33). Es evidente que se abrieron camino hacia el oriente, manteniendo relaciones amistosas con los otros moradores del desierto. Al final de la época de los Jueces, el rey Saúl aplastó totalmente su poderío (1 S. 15:33; 1 Cr. 4:43).

Cuidadosos estudios de las evidencias históricas, arqueológicas y etnográficas identifican a los amalecitas con los hiksos. (Ver EGIPTO)

Bibliografía:

Donovan Courville: «The Exodus Problem and its Ramifications», Challenge Books, Loma Linda, California, 1971;

Immanuel Velikovsky: «Ages in Chaos», Doubleday, N.Y., 1952.

nom, AMÁN

tip, BIOG FUNC HOMB HOAT

ver, ESTER (Libro)

vet,

= «ilustre», «estimado».

Personaje prominente de la corte del rey Asuero de Persia (Est. 3:1). Llamado Agageo, que significa, probablemente, que era descendiente de la familia real de los amalecitas. Conspiró contra los judíos, lo que ocasionó su destrucción. Amán quiso exterminar a los judíos, pero Dios los salvó por medio de Ester. (Véase ESTER, LIBRO DE)

nom, AMARNA (TELL EL-AMARNA)

tip, ARQU MANU CONS

ver, CRONOLOGÍA, EGIPTO

vet,

Nombre en el Alto Egipto, a casi mitad de camino entre Lúxor y El Cairo, en la ribera oriental del Nilo; se trata de las minas de la ciudad de Akhenaton. Famosa por el hallazgo allí, a finales del siglo pasado, de un archivo de más de 350 cartas en tabletas de arcilla, en escritura cuneiforme. Éstas fueron traducidas al inglés por S. A. B. Mercer (1939).

En la actualidad la teoría más difundida acerca de la datación de estas cartas es que se corresponden al siglo XV a.C. Sin embargo, esta concepción, y también la cronología más divulgada de la historia de Egipto, se enfrentan con graves problemas. La evidencia interna de las tabletas, el marco histórico en que se desarrolla la acción en ellas referidas, llevan, en un análisis contrastado, a la conclusión de que pertenecen a la época de Josafat (rey de Judá, en la primera mitad del siglo IX a.C.). Las razones para sostener la postura tradicional del siglo XV a.C. carecen en realidad de base. Los estudios alternativos que muestran la necesidad de asignar a estas cartas esta fecha más tardía no han recibido tanta difusión; las consecuencias de esta fecha tardía son inmensas, por cuanto afectan a la cronología de la historia egipcia, que se basa mayormente en la relación de las dinastías dada por Maneto (sumo sacerdote egipcio de Heliópolis del siglo III a.C.). Esta cronología ha sido sometida a ciertas revisiones por parte de los egiptólogos, debido a dificultades que evidencian su poca fiabilidad en unos puntos concretos. Además, también entra en fuerte conflicto con la cronología bíblica. Tanto las recientes investigaciones históricas de Courville como de Velikovsky y otros, así como los resultados de las dataciones del carbono-14 sobre artefactos históricos egipcios exigen también la contracción de la cronología egipcia, ajustándola con la bíblica.

Se ha difundido mucho la idea de que el nombre «abiru», contra los que se pedía ayuda al rey de Egipto en algunas de estas cartas, debe identificarse con los hebreos de la época de la conquista de Josué. Sin embargo, esta identificación provoca más problemas que los que resuelve; la identificación de estos «abiru» debe más bien hacerse con bandas de forajidos y de hordas hostigadoras como las que aparecen en el marco histórico ofrecido en los tiempos turbulentos del Israel dividido (1 R. 16:22; 2 R. 1:10; 2 Cr. 16:22). (Véase CRONOLOGÍA y EGIPTO.)

 

Bibliografía:

W. F. Libby, Albert W. Burgstahler, Herbert C. Sorensen, Thomas Mowles, Israel M. Isaacson, y Euan MacKie, en un Simposium sobre carbono-14 en la revista Pensée, Student Academic Freedom Forum, Portland, Oregón, primarvera-verano, 1973;

Albert W. Burgstahler, «The Tell El-Amarna Letters and the Ancient Records of Assyria and Babylonia», Pensée, otoño, 1973;

Israel M. Isaacson, «Applying the Revised Chronology», Pensée, otoño, 1974;

Immanuel Velikovsky y William H. Stiebing Jr., «The Revised Chronology, pro and con», Pensée, invierno, 1974-75;

Donovan A. Courville: «The Exodus Problem and its Ramifications, vol. 1, pp. 279-299; vol. 2, pp. 314-325, Challenge Books, Loma Linda, California, 1973;

Immanuel Velikovsky: «Ages in Chaos», pp. 223-340, Doubleday, Garden City, N.Y., 1952.

nom, AMASAI

tip, SACE BIOG HOMB HOAT

vet,

(a) Nombre de varios levitas (1 Cr. 6:35; 15:24; 2 Cr. 29:12).

(b) Uno de los capitanes del grupo de confianza de David (1 Cr. 12:18).

(c) Un sacerdote del tiempo de Nehemías (Neh. 11:13).

nom, AMASÍAS

tip, BIOG REYE SACE HOMB HOAT

vet,

= «Jehová tiene poder».

(a) Hijo de Joás, rey de Judá, le sucedió en el trono; reinó 29 años, desde el año 796 hasta el 767 a.C. Actuó bien al principio de su reinado. Hizo guerra contra los edomitas; 10.000 de ellos fueron muertos a cuchillo, y 10.000 más arrojados desde una roca. Pero se trajo consigo los dioses de los hijos de Seir, y se postró ante ellos, por lo que cayó bajo el desagrado de Dios. Provocó una guerra contra el rey de Israel, pero fue derrotado, siendo Jerusalén saqueada, y parte de la ciudad destruida. Murió en Laquis, a donde había huido para protegerse de una conspiración (2 R. 14:1-23; 2 Cr. 25:1-28).

(b) Descendiente de Simeón (1 Cr. 4:34).

(c) Hijo de Hilcías, descendiente de Merari (1 Cr. 6:45).

(d) Israelita sacerdote del ídolo erigido en Bet-el (Am. 7:10-14).

nom, AMATISTA

tip, PIED

vet,

(heb. «achlamah»).

Piedra preciosa en la tercera hilera del pectoral del sumo sacerdote (Éx. 28:19; 39:12), y duodécimo cimiento de la Jerusalén celestial (Ap. 21:20). Esta gema no ha sido identificada de una manera concreta. Pudiera tratarse de la variedad púrpura de corindón, conocida como amatista oriental, o el cuarzo transparente amatísteo que contiene manganeso y alúmina.

nom, ÁMBAR

tip, META

vet,

(heb. «chashmaI»).

Es probable que no se refiera a la resina fosilizada que en la actualidad recibe el nombre de «ámbar», y que es sumamente electrizable, como lo implican sus nombres griego y latín («electrum»), sino a una aleación metálica, como la descrita por los antiguos como compuesta de cuatro partes de oro y una de plata. El vocablo hebreo está relacionado con «fuego» y se refiere meramente a su color y brillo (Ez. 1:4, 27; 8:2).

nom, AMÉN

vet,

(heb, «amen»).

Término que indica una intensa afirmación o acuerdo. La primera mención de ella en las Escrituras es en el pasaje en el que la mujer de cuya fidelidad sospechaba el marido debía beber de las aguas amargas y dar su asentimiento a la maldición pronunciada sobre ella en caso de que fuera culpable, diciendo amén, amén (Nm. 5:22). También se usó como asentimiento por parte del pueblo, al pronunciarse las maldiciones desde el monte Ebal (Dt. 27:14-26).

Cuando David declaró que Salomón debía ser su sucesor, Benaías dijo: «Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey» (1 R. 1:36). Igualmente, cuando David trajo el arca, y cantó un salmo de acción de gracias, todo el pueblo dijo amén, y alabaron al Señor (1 Cr. 16:36; cp. también Neh. 5:13; 8:6).

En un caso la exclamación no significa más que «ojalá». Hananías había profetizado falsamente que en el espacio de dos años completos todos los vasos de la casa de Jehová serían devueltos de Babilonia; a esto Jeremías dijo: «Amén, así lo diga Jehová.» Aunque sabía que se trataba de una falsa profecía, bien podía desear que pudiera ser así (Jer. 28:6, y ver el resto del pasaje).

Se añade amén al final de los primeros cuatro libros de los Salmos (Sal. 41:13; 72:19; 89:52; 106:48). En estos casos no se trata de un aceptar lo que se ha dicho, sino que el escritor añade amén al final, significando «sea esto así», y se repite tres veces.

Se traduce como «amén» siempre en el AT, excepto por dos ocasiones en Is. 65:16, donde se traduce «de verdad». Hay una palabra hebrea relacionada, que significa «creer», y que se usa en relación con Abraham (Gn. 15:6).

En el NT se añade frecuentemente a la adscripción de alabanza y de bendiciones (p. ej., He. 13:21, 25). Como respuesta se usa también en diversos pasajes (p. ej., 1 Co. 14:16; Ap. 5:14; 7:12; 22:20). Hay otra manera en la que se usa la palabra: «Porque todas las promesas de Dios son en él sí (esto es, la confirmación), y en él amén (la verificación), por medio de nosotros, para la gloria de Dios» (2 Co. 1:20); también «He aquí el amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios» (Ap. 3:14). Así como hay respuestas en el cielo, como se ve en algunos de los pasajes anteriormente citados, así también debiera haber respuestas en la tierra en las congregaciones de los santos, no limitándose a una mera audición de la alabanza y de las oraciones. Es la palabra que usa constantemente el Señor para introducir Sus declaraciones, y que se traduce «de cierto» (p. ej., Jn. 6:26).

nom, AMIGO

vet,

El amor recíproco y desinteresado es una de las características de la amistad que en la Biblia se nos describe en algunas páginas verdaderamente inmortales, pero que, dado el carácter sobrenatural que inspira muchas de las amistades de la Escritura, no pueden ser entendidas solamente en su vertiente psicológica (1 S. 18 ss). Entre los paganos, al amigo se le amaba como a la «mitad de mi alma», en decir de Horacio («animae dimidium meae»); pero «el alma de Jonatán se apegó a la de David y le amó Jonatán como a sí mismo...; le amaba como a su alma, como a su propia vida» (1 S. 20:17). Por esta amistad tierna y conmovedora el joven David lo arriesga todo y salva la vida del amigo frente al propio padre, Saúl, que se siente postergado y celoso (1 S. 20:30). Esta amistad es sellada con un pacto y juramento de renovada ayuda (1 S. 20).

El libro de los Proverbios y la literatura sapiencial dan consejos sobre la manera de conseguir, seleccionar y tratar a los amigos: elige al amigo entre muchos, ponle a prueba antes de confiarte a él, porque nada vale tanto como un buen amigo, que es «el otro tú»; ayúdale cuanto puedas y no lo traiciones nunca, porque la traición (bien sea el desamparo, la murmuración o la revelación de secretos) no es compatible con la verdadera amistad. Viejo amigo, vino añejo, gozo y gracia que Dios concede a quienes le aman: «Feliz quien encuentra un amigo de verdad.» La amistad entre los hombres y Dios es posible por medio de Jesucristo (Pr. 13:20; Jn. 3:16; 11:3, 11; Mt. 11:19; Lc. 12:4).

nom, AMILENIALISTAS

tip, ESCA

ver, LEVADURA, ISRAEL, APOCALIPSIS, DANIEL, RESURRECCIÓN

vet,

Los amilenialistas creen que no se debe esperar ningún reino visible del Señor. Todas las promesas del AT acerca del Reino son espiritualizadas en favor de la Iglesia, y «Sión» representa simplemente a la Jerusalén celestial. Según esta postura, no hay porvenir nacional alguno para Israel: el retorno de los judíos a Palestina no tiene relación alguna con las profecías, y su restauración y conversión a nivel nacional no son nada más que una vana esperanza (cfr. sin embargo Ro. 11:11-15, 25-26; Jer. caps. 30, 31, 32, 33; Ez. caps. 36-48; Zac. 12:10; 13:8-9; véase asimismo ISRAEL). En la teoría amilenialista las seis menciones de los mil años en Ap. 20:2-7 son reducidas a un simbolismo del actual período de la Iglesia. Sin embargo, esta teoría afronta dificultades exegéticas serias para explicar el significado de las resurrecciones en este pasaje. La mayoría de expositores amilenialistas «espiritualiza» la Primera Resurrección antes de los mil años, manteniendo, sin embargo, que en el v. 5 sí se trata de un verdadero «volver a la vida» (Berkhof: «Teología Sistemática», p. 871). Ésta es la postura general, de la que sin embargo difiere Hoekema, que espiritualiza todo el pasaje, y sitúa la resurrección general sólo en Ap. 20:11-13 (Hoekema: «Amillenialism», en «The Meaning of the Millenium», editor R. G. Clouse, PP. 167-172, véase Bibliografía). Tampoco queda explicado de manera satisfactoria, con esta teoría, el encadenamiento de Satanás. Además, en tanto que en el AT los anuncios de juicio sobre la nación de Israel como nación van seguidos de maravillosas promesas de redención y de salvación asimismo a nivel nacional (cfr. Jer. 7-25 y 27-29 con 30-33; Ez. 11:1-13 con 14-25, etc.), en cambio en el amilenialismo se aplican a Israel sólo los juicios, en tanto que las promesas de bendición a Judá e Israel se aplican a la Iglesia. Finalmente, el reinado de Cristo con sus santos, que el postmilenialismo aplica a esta edad de la Iglesia sobre la tierra, el amilenialismo, según uno de sus más destacados exponentes, lo aplica a un reinado de las almas de los santos en la era presente, con Cristo, en los cielos (Hoekema, obra cit., p. 150). Pero esta postura se basa en la espiritualización de la «Primera Resurrección». Si esta espiritualización se puede mostrar carente de una verdadera base exegética, la teoría amilenialista se enfrenta entonces a una dificultad básica fatal.

Véase MILENIO.

nom, AMINADAB

tip, BIOG HOMB HOAT

vet,

(o también AMMINABAB)

= «el padre es generoso», o también «el pueblo es generoso».

Aparece en la genealogía de Jesús (Lc. 3:33); en el Antiguo Testamento, en la de David (Rt. 4:20). Suegro de Aarón (Éx. 6:23).

nom, AMMINADAB. Ver AMINABAB

nom, AMNÓN

tip, BIOG HOMB HOAT

vet,

Hijo mayor de David; fue mandado asesinar por su hermano Absalón en venganza por haber forzado y violado a su hermana Tamar (2 S. 13). Amnón fue muerto por los criados de Absalón, que le había invitado a una fiesta del esquileo y lo había embriagado. David no tomó acción alguna. Amnón no aceptó su responsabilidad moral por el abuso de su hermana, añadiendo a sus pecados, de lascivia e incesto, el de falta de arrepentimiento (2 S. 13:16).

nom, AMÓN (1)

tip, DIOS FUNC REYE BIOG HOMB HOAT

ver, EGIPTO

vet,

(a) Del egipcio «amun», «el ser escondido, invisible».

Principal divinidad de Tebas, la capital del Alto Egipto. Esta ciudad recibía también el nombre de No-Amón, por el nombre de su dios (Jer. 46:25; Nah. 3:8). Bajo su signo, los egipcios expulsaron a los hicsos. Amón vino a ser el principal dios del panteón egipcio, y con frecuencia era llamado Amón Ra. Se le representaba llevando dos penachos de plumas de halcón, un disco y un tocado rojo. (Véase EGIPTO)

(b) (Heb. = trabajador).

(A) Gobernador de Samaria en tiempos de Acab (1 R. 22:26; 2 Cr. 18:25).

(B) Hijo y sucesor de Manasés, rey de Judá. Reinó solamente dos años, entre el 642 y 640 a.C. Hizo lo malo ante el Señor, y sirvió a los ídolos que su padre había erigido. Sus siervos conspiraron en contra de él, matándolo en su propia casa (2 R. 21:18-25; 1 Cr. 3:14; 2 Cr. 33:20-25; Jer. 1:2; 25:3; Sof. 1:1; Mt. 1:10).

(C) Un descendiente de los siervos de Salomón, llamado Ami en Esd. 2:57 (Neh. 7:59).

 

exc, AMÓN (2)

tip, FUNC REYE BIOG

vet,

(Heb. = trabajador).

Gobernador de Samaria en tiempos de Acab (1 R. 22:26; 2 Cr. 18:25).

Hijo y sucesor de Manasés, rey de Judá. Reinó solamente dos años, entre el 642 y 640 a.C. Hizo lo malo ante el Señor, y sirvió a los ídolos que su padre había erigido. Sus siervos conspiraron en contra de él, matándolo en su propia casa (2 R. 21:18-25; 1 Cr. 3:14; 2 Cr. 33:20-25; Jer. 1:2; 25:3; Sof. 1:1; Mt. 1:10).

Un descendiente de los siervos de Salomón, Hamado Ami en Esd. 2:57 (Neh. 7:59).

nom, AMONITAS

tip, TRIB ESCA

vet,

Nombre de los descendientes de «Ben-ammi», el hijo menor de Lot con su hija menor, nacido en una cueva de un monte cerca de Zoar, ahora llamado «Zi'ara», unos pocos kilómetros al norte de Hesbón. Sus descendientes eran vecinos de Israel al oriente, entre el Arnón y el Jaboc, y tuvieron mucha relación con la historia de Israel. Dios había ordenado a Moisés que no tocara a los amonitas; la tierra de ellos no podría ser poseída por Israel (Dt. 2:19, 37). Dios la había dado a los hijos de Amón. La capital de ellos era Rabat-amón, que fuera quizá su única ciudad, puesto que eran una nación nómada. A ninguno de esta nación se le debía permitir la entrada en la congregación de Israel hasta la décima generación, esto es, nunca (Dt. 23:3; Neh. 13:1). Juntamente con Amelec, ayudaron al rey de Moab contra Israel, y Jericó cayó en poder de ellos (Jue. 3:13). Israel sirvió a sus dioses, y Dios entregó a las tribus de ambas riberas del Jordán para que sirvieran a los amonitas. Al clamar los israelitas a Jehová, los hijos de Amón fueron derrotados por Jefté. En los primeros días del rey Saúl asediaron Jabes-galaad, y solamente estaban dispuestos a firmar la paz bajo la condición de que se arrancaran los ojos derechos de sus habitantes, a fin de arrojar deshonra sobre Israel. Saúl se lanzó apresuradamente en su ayuda, y lanzó a los amonitas a la desbandada (1 S. 11:1-11; 12:12). El oro y la plata que les fue arrebatado en la batalla fueron dedicados a Jehová por David. Su rey insultó a los siervos de David cuando envió mensajeros a consolarle por la muerte de su padre, de la misma manera que el mundo rehúsa la bondad del rey de parte de Dios, y ello atrae juicio sobre él (2 S. 10:1-10; 11:1; 12:26-31).

Por otra parte, Sobi, de Rabá, trajo provisiones cuando David huía de Absalón (2 S. 17:27), y Selec, amonita, es contado entre los treinta valientes de David (2 S. 23:37). Salomón amó a algunas de sus mujeres, y la madre de Roboam, su sucesor, fue Naama, amonita (1 R. 14:21, 31). Hostigaron a Israel con suerte diversa hasta los días de Joaquín (2 R. 24:2). Al ser Lot padre de Moab y de Amón, no es sorprendente que ambas naciones se coligaran con frecuencia en sus ataques contra Israel. El aborrecimiento del pueblo de Dios los unía en un deseo común de borrar el nombre de Israel como nación (Sal. 83:4-8). Tobías, un amonita, fue un perturbador adversario de los judíos a su retorno del cautiverio babilónico (Neh. 2:10, 19; 4:3, 7). Sin embargo, los judíos «mezclaron el linaje santo» con esta nación (Esd. 9:1, 2; Neh. 13:23-25).

Toda la historia nos da instrucción con respecto a la imperativa necesidad de mantenerse separados de las contaminaciones del mundo a fin de poder caminar con Dios, y recibir bendición de Él.

Cuando el rey del norte, en un día futuro, entre en «la tierra gloriosa», Edom, Moab y Amón escaparán de su mano (Dn. 11:41); son reservados para que sean sometidos por Israel, a quien habían seducido y perseguido en el pasado (Is. 9:14).

Milcom y Moloc eran los dioses de los amonitas; Salomón fue seducido a darles culto por sus esposas extranjeras (1 R. 11:5, 7).

nom, AMOR

tip, TIPO

vet,

Es un término en la Biblia que es traducción de varios otros. En hebreo, en el AT, tenemos los siguientes:

(a) «ahabah», relacionado con el verbo «aheb». Se usa:

del amor de Jacob por Raquel (Gn. 29:20);

del amor de David hacia Jonatán (2 S.1:26);

del amor de Amnón hacia Tamar;

del amor hacia los semejantes, pagado con odio (Sal. 109:4, 5);

del amor del esposo hacia la esposa (Pr. 5:19);

del efecto del amor en las relaciones humanas (Pr. 10:12);

del amor de Jehová hacia Su pueblo (Jer. 31:3; Os. 3:1; Sof. 3:17);

(2) «ohabim», de actos de amor (Pr. 8:18);

(3) «dod», como el anterior (Pr. 7:18; Cnt. 1:2, 4; 4:10, etc.; Ez. 23:17).

En el NT se traduce «amor» un término griego, «agapë». La palabra «eros», que no se usa en el NT, conllevaba siempre la idea, en mayor o menor intensidad, de deseo y de avidez. Con «agapë» se designa el amor de origen divino:

del Padre al Hijo (Jn. 3:35, donde se usa el verbo relacionado, «agapaõ»),

de Dios al mundo (Jn. 3:16, igual observación que en el caso anterior), o

de Dios a los creyentes (Ro. 5:5), o

el amor de Dios en nosotros, obrando hacia los demás (2 Co. 5:14),

dándose en 1 Co. 13 el más completo conjunto de cualidades de este amor. Con el vocablo «philanthropia» se designa el amor dirigido al hombre (Tit. 3:4). Más exactamente se usa la forma verbal, designando la acción. A este respecto, es digno resaltar que la primera mención de amor en la Biblia es el amor de padre a hijo (Gn. 22:2), de Abraham a Isaac; la segunda mención es el amor del esposo hacia la esposa (Gn. 24:67), de Isaac a Rebeca. Estos dos amores son dos hermosos tipos del amor:

(a) del Padre hacia el Hijo (Jn. 3:35), y

(b) del Hijo hacia Su Iglesia (Ef. 5:25).

Una afirmación fundamental en las Escrituras es que Dios es amor. No se trata meramente de uno de Sus atributos, sino que la misma esencia de Su ser es amor. De ahí que el pecado tenga como consecuencia división, separación, alienación. De ahí también el énfasis en centrar el comportamiento humano en el amor a Dios y al prójimo (Mt. 22:34-40; Mr. 12:28-33). Este amor, para ser genuino, tiene que estar fundamentado ante todo en una relación genuina con Dios, y tiene que provenir del mismo Dios; las imitaciones no son válidas (1 Co. 13:3). Solamente puede surgir de una relación viva con Dios ya conocido por medio de Jesucristo (Ef. 3:14-21 con Ef. 5:1-2). Todo lo que no surja de una relación vital con Dios no es el amor «agapë» descrito en 1 Co. 13, sino el efecto meramente natural.

nom, AMORREOS

tip, TRIB

(heb. «emori» = montañés).

Una tribu o nación que descendía de Canaán, cuarto hijo de Cam, el más joven hijo de Noé (Gn. 10:16). Grupos de ellos moraban en Hazezontamar, o En-gadí, al oeste del mar Muerto, y fueron atacados por Quedorlaomer en los días de Abraham (Gn. 14:7). En aquel entonces, la iniquidad de los amorreos no había llegado aún a su colmo (Gn. 15:16, 21). Siendo la tribu más dominante y la gente más corrompida, algunas veces son tomados como representantes de los cananeos en general (Gn. 15:16; 1 R. 21:26). Estando Abraham en Hebrón, algunos se confederaron con él (Gn. 14:13). Así vemos a un remanente de entre las naciones asociado con el heredero de la promesa, aunque Lot (un tipo del Israel en la carne) se había separado de él.

Cuando Israel, después del éxodo, se acercaba a la tierra prometida, ellos habían extendido sus dominios hacia el Este, y rehusaron dejar paso a los israelitas; fueron vencidos, sus ciudades tomadas, y el pueblo pasado a cuchillo, juntamente con Sehón, el rey de ellos (Nm. 21:21-26; Dt. 2:24; Am. 2:9, 10). Algunos deben haber escapado, porque leemos más tarde acerca de ellos; una de las controversias de Jehová con Israel fue debido a que adoraban a sus falsos dioses (Esd. 9:1, 2). Salomón los hizo tributarios (1 R. 9:20, 21; 2 Cr. 8:7, 8). Los gabaonitas eran un resto de los amorreos (2 S. 21:2). Después de esto, nada más se oye de ellos. Se describe la baja posición de Jerusalén (Judá) por naturaleza presentando su origen, habiendo sido su padre amorreo, y su madre hetea, pero en Su gracia Dios tuvo compasión de ella en su degradación, y la levantó a gran gloria; dolorosamente, ella se mostró vergonzosamente infiel (Ez. 16:3-43).

nom, AMÓS

tip, BIOG PROF HOMB HOAT

= «porteador».

Uno de los profetas, nativo de Tecoa, en Judá, posiblemente el padre del profeta Isaías. Le dijo él a Amasías: «No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel» (Am. 7:14, 15). Su lenguaje indica familiaridad con la vida rural (cp. Am. 2:13; 3:12; 4:9; 5:8; 6:12; 7:1, 2). Nos dice él que su profecía fue dada en los días de Uzías, rey de Judá, y de Jeroboam II, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto; o al menos que empezó en aquel tiempo (Am. 1:1).

nom, AMOS (Libro)

tip, LIBR LIAT LIAT

Aunque Amós y Oseas fueron profetas en la misma época, y aunque ambos profetizaron acerca de los pecados de Israel, hay una gran diferencia entre los estilos de ambos. Oseas es más ferviente, agitado por una justa indignación contra los pecados del pueblo, en tanto que Amós presenta con una gran calma su declaración de los juicios de Dios. La profecía de Oseas se limita a los pecados de Judá y de Israel, en tanto que Amós nos habla de los juicios que iban a caer sobre las naciones vecinas que habían perjudicado a Israel, especialmente sobre aquellas que retenían alguna parte de la tierra que había sido prometida a Abraham; a continuación denuncia no solamente los pecados de Judá, nación a la que él mismo pertenecía, sino también de Israel; y además se extiende más acerca de Israel que de Judá. En el encabezamiento tenemos estas palabras: «Jehová rugirá desde Sión, y dará su voz desde Jerusalén», que se hallan también en Jl. 3:16. Así, él reanuda la cuestión allí donde Joel la deja.

En los dos primeros capítulos aparecen ocho cortas proclamaciones de juicio, introducidas por las palabras «por tres pecados... y por el cuarto». Tres testigos servían para dar un testimonio adecuado; cuatro es el rebosar de la copa, de lo cual pueden dar testimonio los cuatro puntos cardinales de la tierra. Los juicios se proclaman contra:

(a) Siria, representada por Damasco, su capital;

(b) los filisteos, representados por Gaza;

(c) Tiro;

(d) Edom;

(e) Amón;

(f) Moab;

(g) Judá;

(h) Israel.

El capítulo 3 habla de Judá y de Israel, «contra toda la familia» (Am. 3:1), contándola así como una unidad, aun cuando se había dado la división; sigue después la solemne afirmación de que ésta era la única familia que Dios había conocido de entre todas las de la tierra (Am. 3:2), la única que había introducido en relación consigo mismo. Por ello Dios los castigaría por todas sus maldades. Ello muestra que las responsabilidades se aquilatan en relación con los privilegios que se han recibido. Aunque vendrían juicios, quedaría un remanente, como cuando un pastor recupera de un león «dos piernas, o la punta de una oreja»; en verdad, ¡un remanente muy pequeño! (Am. 3:12).

El capítulo 4 se dirige contra Israel, especialmente por cuanto habían oprimido a los pobres. Dios había lanzado juicios menores sobre ellos, como:

(a) Escasez, «a diente limpio».

(b) Sequía por retención de lluvias, enviada sobre una ciudad, pero no sobre otra.

(c) Viento solano y plagas sobre las cosechas.

(d) Mortandad y hedor, siendo sus jóvenes muertos a espada.

(e) Fueron trastornados como Sodoma y Gomorra, salvándose algunos como tizones escapados del fuego. Después de cada juicio se menciona el resultado: «mas no os volvisteis a mí, dice Jehová», acabando con «prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel... Jehová Dios de los ejércitos es su nombre».

En el capítulo 5 tenemos denuncias adicionales contra Israel, pero es exhortada a buscar al Señor. Había los que deseaban el día del Señor, pero aquel día será de tinieblas y juicio. Tal era la iniquidad de ellos que Dios aborrecía y menospreciaba sus asambleas y sus ofrendas; en realidad, se habían convertido en idolatría.

El capítulo 6 constituye una denuncia contra aquellos que están holgándose en Sión y en Samaria, viviendo en lujos y placeres, en una falsa confianza, ello a pesar de todas las advertencias que les habían sido dadas.

Los capítulos 7, 8 y 9 son visiones, y la aplicación que tienen. El capítulo 7 exhibe la paciencia de Jehová. El profeta intercede por Jacob, y Jehová se arrepiente del mal que iba a atraer sobre ellos; pero el juicio tiene que venir. La declaración del juicio sobre los lugares altos disgustó a Amasías, el sacerdote de la falsa religión en Bet-el, que estaba viviendo holgadamente. Aconsejó a Amós que huyera a Judá. Pero Amós le replicó que él no era profeta ni hijo de profeta, sino solamente un boyero, y que Jehová le había enviado. Caerían juicios sobre Amasías e Israel sería llevada en cautividad. De nuevo el capítulo 8 denuncia a Israel especialmente por su holganza y opresión de los pobres.

Capítulo 9. Nadie escaparía al penetrante ojo de Dios ni a Su juicio. Él los iba a destruir de la faz de la tierra, pero no del «todo»; se salvaría un remanente (Am. 9:9). Se promete la restauración y la bendición final (Am. 9:11-15). El que ara alcanzará al que siega; los montes destilarán mosto. Los cautivos volverán. Dios los plantará en su tierra y no serán más arrancados. Son promesas que aún esperan su cumplimiento, porque éste no se ha dado todavía. Dios lo cumplirá a Su tiempo.

 

Examen de las críticas.

El texto de Amós ha sido transmitido en excelentes condiciones. Sin embargo, se ha puesto en tela de juicio la autenticidad de muchos pasajes (especialmente Am. 2:4, 5; 4:13; 5:8, 9; 9:5, 6 y 8 b-15).

Contra la autenticidad de Am. 2:4, 5 se ha alegado:

(a) que el fondo y la forma recuerdan al Deuteronomio;

(b) que las acusaciones contra Judá son lugares comunes, en contraste con el tono personal de las acusaciones contra las otras naciones. Sin embargo,

(1) los reproches hechos por Deuteronomio, el rechazamiento de la ley del Señor, la no observancia de Sus estatutos y la idolatría se hallan también en los escritos contemporáneos de Amós y los anteriores a él (Éx. 15:26; 18:16; Is. 5:24; Os. 2:7, 15; 4:6).

(2) En cuanto a la acusación lanzada contra Judá, tiene la forma de las otras denuncias. Es también precisa, por cuanto la desobediencia a los mandatos del Señor y la idolatría se especifican constantemente en las páginas de los profetas.

(3) No se pueden suprimir los dos versículos de Am. 2:4-5 ni la acusación contra Judá sin cambiar la línea de pensamiento, y sin interrumpir la transición. (Ver Driver, «Joel and Amos», p. 117; Vos, Revelation, IX, 226, Press. & Reformed.)

Los tres pasajes de Am. 4:13; 5:8-9 y Am. 9:5-6 hablan del Señor. Se los rechaza con estas alegaciones:

1. Que la doctrina teológica enunciada en estos versículos no es la dominante en la literatura hebrea antes del exilio.

2. Que los clamores de alabanza a la gloria del Dios Omnipotente se hallan en el estilo de la última sección de Isaías (Is. 40-66).

3. Que dos de estos pasajes (Am. 4:13 y 9:5-6) no se hallan estrechamente ligados al contexto, y que además el pasaje de Am. 5:8-9 lo que hace es interrumpir el hilo del pensamiento.

A todo esto se debe replicar:

1) Es cierto que estos pasajes podrían ser suprimidos sin que el lector los encontrara a faltar; pero también es cierto que esto se podría hacer con un gran número de pasajes cuya autenticidad no se pone en tela de juicio. Estos tres pasajes intensifican la predicción de juicio, al proclamar la grandeza trascendente de Aquel que castiga (Vos, obra cit, p. 227).

2) La forma exclamatoria del llamamiento, particularmente en los pasajes criticados de este discurso profético, «no es de extrañar, vistas las reglas generales del arte de la oratoria profética» (cita de Robertson Smith en Driver).

3) La doctrina de la soberanía del Señor sobre la naturaleza está en correspondencia con la enseñanza de Amós en otros pasajes (Am. 4:7 ss.; 7:1, 4; 9:3; Driver). Añadamos que esta doctrina está también en correspondencia con la enseñanza anterior a la profecía de Amós (p. ej., Gn. 2-8; 11; 18; Éx. 7:14). Se ha sostenido también que las promesas optimistas con que concluye el libro (Am. 9:8 b-15) no pueden ser la conclusión personal de Amós ni de su visión de castigo, puesto que esta conclusión difiere del resto de su profecía por el estilo, las ideas y la perspectiva del porvenir. Pero carece de importancia que Amós escribiera estas conclusiones a renglón seguido de haber terminado el relato de sus visiones, o más adelante. No se puede refutar la autenticidad de estas conclusiones. Los profetas añaden con frecuencia una profecía positiva a sus previsiones de juicio. Los piadosos tenían necesidad de aliento, y se había de dar evidencia de la armonía entre el juicio inminente y la antigua promesa divina con respecto a la estabilidad del trono de David, la perpetuidad y el triunfo del reino de Dios sobre la tierra.

nom, AMRAFEL

tip, BIOG REYE ARQU HOMB HOAT

Rey de Sinar (la planicie deprimida de aluviones al sur de Babilonia), aliado de Quedorlaomer, rey de Elam, en la invasión de la región al sur del mar Muerto, en tiempos de Abraham. En el curso de esta expedición Lot fue hecho prisionero, pero después liberado al vencerlos Abraham (Gn. 14). La identificación que se había hecho entre Amrafel y Hammurabi el Grande ha quedado retardada por el descubrimiento arqueológico de las «Cartas de Mari», que asignan al reinado de Hammurabi una fecha más tardía, en fecha posterior a la de Abraham.

Bibliografía:

Donovan A. Courville: «The Exodus Problem and its Ramifications», Challenge Books, Loma Linda, California, 1973;

Joseph P. Free: «Archaeology and Bible History», Van Kampen Press, Wheaton, Illinois, 1950;

Warwick Bray y David Trump: «Diccionario de Arqueología», Editorial Labor, Barcelona, 1976.

 

nom, AMRAM

tip, BIOG HOMB HOAT

= «gente exaltada».

(a) Miembro de la tribu de Leví, hijo de Coat, esposo de Jocabed y fundador de la casa patriarcal de los amramitas (Nm. 3:27; 1 Cr. 26:23). Fue antecesor de Aarón y Moisés, llegando a la edad de 137 años (Éx. 6:20; cp. las expresiones de Gn. 46:16-18, 19-22; Mt. 1:5, 6, 8, 11).

(b) Hijo de Bani, que tomó una esposa extranjera; Esdras le persuadió a que la despidiera (Esd. 10:34).

nom, AMULETO

tip, UTEN

Objeto que se llevaba encima a guisa de protección contra los encantamientos, y que servía también de ornato (Is. 3:20; cp. Gn. 35:4).

nom, ANA

tip, BIOG TIPO MUJE MUAT MUNT

(heb. «hanah» = «gracia»).

(a) Una de las dos esposas de Elcana y madre del profeta Samuel. Por la preferencia que mostraba su marido hacia ella, su rival la afrentaba, por ser estéril. Ana hizo el voto de que si el Señor le otorgaba un hijo varón, lo consagraría a Su servicio. Su petición fue concedida, y cumplió su promesa. Ella misma, inspirada por el Espíritu, dio la profecía mesiánica de que Jehová daría poder a Su Rey y exaltaría el poderío de Su Ungido (heb. «mashiach», mesías), la primera mención del Mesías de Dios en las Escrituras (1 S. 2:10). Su hijo Samuel ungiría al rey David, tipo del Señor Jesús como rey. Su oración presenta el más sublime de los estilos de la poesía profética.

(b) Viuda, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Estuvo casada solamente 7 años. Iba cada día al templo, y a la edad de 84 años pudo ver al niño Jesús cuando lo llevaron para la presentación. Siendo profetisa, discernió que se trataba del Mesías, y dio testimonio de Él (Lc. 2:36-38).

nom, ANÁ

tip, BIOG MUJE MUAT HOMB HOAT

= «que responde».

(a) Hija de Zibeón heveo (Gn. 36:2, 14, 18).

(b) Hijo de Seir horeo (Gn. 36:20, 25, 29; 1 Cr. 1:38, 41).

(c) Hijo de Zibeón, hijo de Seir (Gn. 36:24; 1 Cr. 1:40).

nom, ANAC

tip, BIOG HOMB HOAT

= «gigante, cuello largo».

Hijo de Arba. Padre de los anaceos (Jos. 15:13; Nm. 13:22, etc.).

nom, ANACEOS

tip, TRIB

= «cuello largo».

Pueblo de alta estatura, que habitaba Canaán. Los expedicionarios enviados por los israelitas a explorar la tierra que habían de ocupar, vinieron alarmados al ver a estos gigantes, que en hebreo se llamaban «nefilim» (Jos. 11:21, 22). Vencidos por los israelitas en la conquista de la tierra prometida (Jos. 14:6-14; 15:13-19; 21:11) quedó un resto de ellos en tierra de los filisteos. El gigante Goliat era probablemente uno de ellos (Nm. 13:23, 34; Jos. 10:36; 11:22).

nom, ANANÍAS

tip, BIOG SACE HOMB HONT

(forma griega del hebreo «hananya», «Dios es misericordioso»).

Nombre de varias personas, en especial:

(a) Miembro de la primitiva comunidad de Jerusalén, muerto de repente con su mujer Safira por haber retenido una parte de la venta de un terreno, pretendiendo haber dado todo el precio (Hch. 5:1-10) su pecado lo cometió al mentir al Espíritu Santo.

(b) Cristiano de Damasco que cura y bautiza a Pablo que se había vuelto ciego (Hch. 9:10-19; 22:12-16)

(c) Sumo sacerdote (ca. 47-59 d.C.), designado como tal por Herodes en el año 48, preside el juicio contra Pablo en Jerusalén (Hch. 22:30-23:10), le acusa ante el procurador Félix (Hch. 24:1-9); es asesinado por enemigos de Roma en el año 66 d.C., al comienzo de la guerra de los judíos contra los romanos.

nom, ANÁS

tip, SACE BIOG HOMB HONT

= «gracia de Jehová».

Sumo sacerdote, designado como tal en el año 7 a.C. por Quirino, gobernador de Siria. Fue depuesto durante el reinado de Tiberio, y fue seguido a cortos intervalos por Ismael, Eleazar, hijo de Ananús o Anás, Simón y José Caifás, yerno de Anás (Lc. 3:2; Jn. 18:13, 24; Hch. 4:6). Se supone que Anás es llamado sumo sacerdote por cortesía, al haber tenido esta posición. El Señor fue llevado ante él primeramente, quizá por ser suegro de Caifás. Josefo relata que los cinco hijos de Anás llegaron a ser sumos sacerdotes, y que bajo el último, que también se llamaba Anás, fue martirizado Jacobo, el hermano del Señor (Ant. 20:9, 1).

nom, ANATEMA

Ésta es una palabra griega no traducida en la mayor parte de los pasajes (Ro. 9:3; 1 Co. 12:3; 16:22; Gá. 1:8, 9). En Hch. 23:14 se traduce «maldición». El solemne pasaje de 1 Co. 16:22, dice: «El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.» En Gálatas (Gá. 1:8, 9) se dice que si alguien, hombre o un mismo ángel del cielo, predica cualquier otro evangelio que el que habían recibido, que sea anatema. Dos solemnes denuncias que tienen relación con la postura adoptada acerca de la persona del Señor Jesús y del evangelio de Dios.

La palabra «anathema» se usaba de cualquier ofrenda votiva en los templos paganos, las cuales no podían ser redimidas; de ahí, cualquier cosa dedicada.

En el NT se trata de lo consagrado a la maldición de Dios y a la destrucción.

En el AT se corresponde con el término «herem», todo aquello consagrado a la destrucción (cp. Lc. 27:28, 29; Jos. 6:17; 7:1).

nom, ANATOT

tip, BIOG CIUD HOMB HOAT

= «respuestas».

(a) Benjamita, hijo de Bequer (1 Cr. 7:8).

(b) Uno de los principales del pueblo que selló el pacto de Nehemías (Neh. 10:19).

(c) Ciudad asignada a los sacerdotes en el territorio de Benjamín, donde Abiatar, el sumo sacerdote, tenía sus propias tierras, y donde nació Jeremías. Sus habitantes persiguieron al profeta. Identificado con «Anata», 31° 49' N, 35° 15' E (Jos. 21:18; 1 R. 2:26; 1 Cr. 6:60; Esd. 2:23; Neh. 7:27; 11:32; Is. 10:30; Jer. 1:1; 11:21, 23; 29:27; 32:7-9).

nom, ANCIANO

(a) Antiguo Testamento:

En el Antiguo Testamento, magistrado, a la vez civil y religioso, que, hasta allí donde podemos saber, era nombrado en virtud de su derecho de edad, a la cabeza de una casa patriarcal, de una familia de la tribu, o de la misma tribu (1 R. 8:1-3; Jue. 8:14,16). Al tener la posición de jefe de una tribu o de las familias más grandes, el anciano tenía la autoridad de príncipe. Ordinariamente, sólo los hombres de edad madura accedían a estas funciones. Otros pueblos, como los madianitas y moabitas (Nm. 22:4, 7), organizados en tribus, tenían ancianos. Este título designa generalmente a altos funcionarios (Gn. 50:7) que: Gobernaban al pueblo (Dt. 27:1; Esd. 10:8); representaban a la nación en las transacciones que la concernían (Éx. 3:18; Jue. 11:5-11; 1 S. 8:4); cuando se tenía que honrar a un huésped (Éx. 18:12); celebrar una alianza (2 S. 5:3), o celebrar actos religiosos (Lv. 4:13-15; Jos. 7:6).

Un cuerpo de 70 ancianos ayudaba a Moisés a gobernar a los israelitas (Nm. 11:16-24). Cada ciudad tenía sus ancianos, que eran probablemente los cabezas de las familias de la localidad, y que ejercían la autoridad civil y religiosa (Dt. 19:12; 21:2; Rt. 4:2-11; 1 S. 11:3; Esd. 10:14). Los ancianos seguían ejerciendo estas funciones en Judea durante la ocupación romana (Mt. 15:2; 21:23; 26:3, 47). (Véanse SINAGOGA y SANEDRÍN)

(b) Nuevo Testamento:

En el Nuevo Testamento los términos «anciano» y «epíscopos» (que significa supervisor u obispo) eran intercambiables (cp. Hch. 20:17, 28; Tit. 1:5, 7), pero no eran totalmente sinónimos. El término de «anciano» (presbítero) denota la dignidad de su función, en tanto que «episcope» denota aquellos deberes que ejercía. La distinción que establece dos categorías de ministerio (la de anciano y la de obispo) data del siglo II. En el año 44 d.C. encontramos ya ancianos en la iglesia en Jerusalén (Hch. 11:30). Durante su primer viaje misionero, Pablo nombró ancianos en cada iglesia (Hch. 14:23). De hecho, los ancianos en las iglesias de la gentilidad, hasta allí donde nos lo muestra el NT, fueron siempre nombrados por la irremplazable autoridad apostólica, ya ejercida personalmente, o bien delegada expresamente en unas personas determinadas (cp. 1 Ti. 3:1-15; Tit. 1:5). Las instrucciones para su establecimiento oficial nos vienen dadas en epístolas dirigidas a colaboradores apostólicos, en las llamadas Epístolas Pastorales. También cumplían sus funciones en las comunidades de cristianos de origen judío (Stg. 5:14; 1 P. 5:1). Es evidente que la dignidad de anciano en la iglesia cristiana se correspondía con la de anciano entre los judíos. Ambos cargos estaban revestidos de la misma autoridad. Los ancianos estaban asociados con los apóstoles en el gobierno de la Iglesia (Hch. 15:2, 4, 6, 22, 23; 16:4; cp. Hch. 21:18). Eran los obispos o supervisores de las iglesias locales (Hch. 20:17, 28; Tit. 1:5), y su función era ocuparse del estado espiritual de la congregación, ejerciendo la disciplina, enseñando (1 Ti. 3:5; 5:17; Tit. 1:9; Stg. 5:14; 1 P. 5:1-4; cp. He. 13:17). Había en la iglesia local varios obispos o supervisores (Fil. 1:1), llamados también ancianos (Hch. 11:30). No se hace alusión alguna a una distinción de funciones entre ellos. Dentro de la iglesia cristiana de los tiempos apostólicos, como en la sinagoga, la predicación no era una función esencial de los ancianos; no les estaba reservada de una manera exclusiva. Como pastores del rebaño, los ancianos debían instruir bien y ser aptos para enseñar (1 Ti. 3:2; Tit. 1:9). Pero toda persona que poseyera el don de profecía o de enseñanza tenía derecho a dar exhortaciones (1 Co. 12:28-30; 14:24, 31).

En relación con esto es importante señalar la distinción entre «don» y «cargo». El primero proviene directamente del Señor; el segundo, por el ejercicio de la autoridad humana. El don no precisaba por ello de autoridad humana para ser ejercitado, y se ejercía en sujeción inmediata a la Cabeza. La autoridad de los ancianos, como cargos, derivaba de su establecimiento oficial por los apóstoles, y tenía su esfera en el seno de la asamblea local indivisa. Nada se dice en las Escrituras acerca de una sucesión.

(c) Los ancianos en el cielo:

Los veinticuatro ancianos vistos por Juan en el cielo son mencionados frecuentemente en Apocalipsis. Son vistos alrededor del trono, sentados en tronos, vestidos de blanco y con coronas de oro, adorando a Dios (Ap. 4:4, 10). En el AT, cuando todo estaba en orden había veinticuatro grupos sacerdotales, teniendo cada uno de estos grupos a un anciano como cabeza o jefe (1 Cr. 24:7-18); puede que el número veinticuatro para los ancianos en Apocalipsis sea una alusión a estas veinticuatro suertes de sacerdocio. Los ancianos en el cielo tienen arpas de oro llenas de perfume «que son las oraciones de los santos», evidenciando que actúan como sacerdotes (Ap. 5:8), celebrando la redención en un cántico (Ap. 5:9). Se trata indudablemente de la Iglesia vista ya en el cielo en su carácter de «real sacerdocio» (cp. 1 P. 2:9). (Véanse OBISPO y PASTOR)

exc, ANCIANO DE DÍAS

tip, TITU

Un título de Dios utilizado por Daniel, aludiendo a Su eternidad. No puede ser separado de Cristo, porque en Dn. 7 el Señor recibe los dos nombres, el de Anciano de Días y de Hijo del hombre, y sin embargo el Hijo del hombre comparece ante el Anciano de Días para recibir el dominio, la gloria y el reino (Dn. 7:9, 13, 22). Es a la vez Dios y hombre (cp. Ap. 1 y Ap. 5).

nom, ANCLA

tip, UTEN

Las anclas usadas por los antiguos se parecían algo en su forma a las modernas, como se puede ver en algunas monedas. Cuando Pablo se dirigía a Roma, se precisó de cuatro anclas para asegurar el barco (Hch. 27:29, 30, 40). El ancla se usa metafóricamente de la esperanza puesta ante el cristiano; con esta ancla para el alma, penetrando hasta dentro del velo, queda asegurada y firme. Es una gran exhortación para los cristianos en Hebreos a tener nuestra mirada dirigida al cielo; el ancla de nuestra esperanza se halla allí; no importa las tormentas que podamos afrontar; la consumación de nuestra esperanza, si ha sido depositada en Cristo, es segura (He. 6:19).

nom, ANDRÉS

tip, BIOG APOS HOMB HONT

= «varonil».

Natural de Betsaida, hermano de Simón Pedro, y pescador. Vino a formar parte de los doce apóstoles. Había sido discípulo de Juan, pero al oírle decir «¡He aquí al Cordero de Dios!», siguió a Jesús. De inmediato fue a encontrar a su hermano Simón para decirle que había hallado al Mesías. Es poco lo que se nos dice de Andrés; fue uno de los que preguntó aparte al Señor cuándo tendría lugar la destrucción del templo, y cuál sería la señal cuando las cosas de las que había hablado fueran a cumplirse. Después de revelar que varios juicios iban a sobrevenir el Señor añadió: «Pero de aquel día y de la hora nadie sabe ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre» (Mr. 13 3, 4, 32). El Señor, como Siervo-Profeta (que es el carácter que le da el espíritu en Marcos) no sabía el día. Dice la tradición que Andrés se dedicó a la obra del Señor en Escitia, Grecia y Asia Menor, y que fue crucificado en Patre, en Acaya, en una cruz en forma de X, que por ello recibe la apelación de «cruz de San Andrés» (Mt. 4:18; Lc. 6:14; Jn. 1:40, 44; Hch. 1:13, etc.).

nom, ANDRÓNICO

tip, BIOG HOMB HONT

«conquistador de hombres».

Cristiano de Roma, «pariente y compañero de cautiverio» de Pablo, como Junias, y «muy estimado entre los apóstoles»; cristiano antes que el propio Pablo; éste le manda saludos (Ro. 16:7).

nom, ANFÍPOLIS

tip, CIUD

Ciudad de la Macedonia oriental, casi rodeada por el río Estrimón; de ahí su nombre, «amphipolis», que significa «alrededor de la ciudad». Pablo y Silas pasaron por ella de camino a Filipos (Hch. 17:1). En la actualidad, el barrio de Empoli situado sobre el antiguo emplazamiento recibe el nombre de «Jeni-keni» o «Neckhorio», «ciudad nueva». Fue fundada en el siglo V a.C. por los atenienses.

nom, ÁNGEL

tip, ANGE DOCT TIPO

ver, TEOFANÍA

Las palabras «malac» (heb.) y «angelos» (gr.) significan «mensajero».

Se designan así los seres espirituales inteligentes un poco superiores al hombre (cp. Sal. 8:6; He. 2:7), que son mencionados constantemente en las Escrituras como mensajeros de Dios, tanto como portadores de buenas nuevas como ejecutores de los juicios de Dios. Poco es lo que sabemos de su naturaleza: «Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego» (He. 1:7). Hay evidentes gradaciones de rango entre ellos, descritas como principados y potestades, de los que Cristo, como Hombre, es ahora la Cabeza (Col. 2:10). En dos ocasiones nos encontramos con «arcángel».La voz de un arcángel acompañará el arrebatamiento de la iglesia (1 Ts. 4:16). El arcángel Miguel luchó con Satanás sobre el cuerpo de Moisés (Jud. 9). Él con sus ángeles luchará contra el dragón y sus ángeles, arrojándolos fuera del cielo (Ap. 12:7, 8). Gabriel es el único otro nombre de un ángel que nos haya sido revelado en las Escrituras; se apareció a Daniel, a Zacarías y a María; dijo que estaba en la presencia de Dios (Dn. 8:16; 9:21; Lc. 1:19, 26).

Aunque no somos conscientes de la presencia de los ángeles, sabemos que son espíritus ministradores enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación (He. 1:14; cp. Sal. 34:7). También sirvieron al Señor mientras Él anduvo aquí abajo (Mt. 4:11; Mr. 1:13; Lc. 22:43). Hay «miríadas» de estos ángeles (Mt. 26:53; He. 12:22; Ap. 5:11), y son descritos como «poderosos», «santos», «escogidos» (2 Ts. 1:7; Mr. 8:38; 1 Ti. 5:21); no se casan (Mr. 12:25). No se nos dice cuándo fueron creados, pero es indudable que son ellos los mencionados como los «hijos de Dios» que clamaban gozosos cuando Dios creaba la tierra (Jb. 38:4-7).

La Ley fue dada por ministerio de los ángeles (Hch. 7:53; Gá. 3:19; Sal. 68:17); participaron en la proclamación del nacimiento del Salvador (Lc. 2:8-14); se hallaron presentes en la Resurrección (Mt. 28:2; Jn. 20:12). Los ángeles no son los depositarios de la revelación ni de los consejos de Dios. Anhelan mirar en las cosas de que da testimonio el Espíritu de Cristo en los profetas, y que han sido anunciadas por los apóstoles en el poder del mismo Espíritu (1 P. 1:12). El mundo venidero no será puesto en sujeción a ellos, sino bajo el hombre en la persona del Hijo del hombre (He. 2:5-8), y los santos juzgarán a los ángeles (1 Co. 6:3). Es por ello tan sólo una falsa humildad la que enseñaría a dar culto a los ángeles (Col. 2:18). Cuando Juan se postró para adorar al ángel en la isla de Patmos, abrumado por las cosas que le habían sido reveladas, fue refrenado en dos ocasiones de adorar a su «consiervo» (Ap. 19:10; 22:9).

En Sal. 8:5 la palabra usada es «elohim», «Dios», dándosele este nombre a los ángeles como Sus representantes (cp. Sal. 82:6).

nom, ÁNGELES CAÍDOS

tip, ANGE DOCT TIPO

ver, TEOFANÍA

(A) Leemos de ángeles que «no guardaron su propia dignidad», sino que dejaron su propia morada, y están guardados, bajo oscuridad, en cadenas eternas para el juicio del gran día (Jud. 6). Dios no perdonó a los ángeles que pecaron (2 P. 2:4). No pueden beneficiarse de la obra redentora de Cristo (He. 2:16). Parece haber para ello dos razones: aquellos ángeles que han pecado lo han hecho a la plena luz de Dios, y son totalmente responsables de una apostasía voluntaria y arrogante, no habiendo nacido como nosotros en pecado dentro de la solidaridad de la raza humana; también es dentro de la solidaridad de la raza humana que entró Cristo, en gracia y perfección, por lo que el beneficio de su redención se extiende a esta raza humana solidaria, y no fuera de ella, y también a aquello que está bajo el hombre, la misma creación, que será restaurada (Ro. 8:21). La naturaleza de su pecado puede estar tratada en Génesis (Gn. 6:2), de lo que quedaría también memoria en las mitologías de los griegos y otros pueblos, con las uniones entre dioses y mujeres, de los que nacieron semidioses, «varones de renombre». Su castigo y el de Sodoma y Gomorra se ponen como ejemplo contra la indulgencia a la carne y al menosprecio contra la autoridad (2 P. 2:10; Jud. 6-8).

(B) Además de los anteriores que están guardados encadenados, leemos de ángeles relacionados con Satanás. El gran Dragón y sus ángeles serán sometidos por Miguel y sus ángeles y arrojados del cielo (Ap. 12:9). El lago de fuego, o Gehena, ha sido especialmente preparado para el diablo y sus ángeles. Desdichadamente, muchos hombres serán también arrojados allí (Mt. 25:41). Abadón o Apolión es el nombre de «el ángel del abismo» (Ap. 9:11). Ciertos pasajes de las Escrituras (Is. 14:12-16; Ez. 28:14-19) pueden arrojar algo de luz sobre la caída de Satanás, pero no se revela si la caída de aquellos que reciben la denominación de «sus ángeles» fue debida a la misma causa y si fue al mismo tiempo o no. La Escritura muestra con toda claridad que todos ellos serán vencidos y eternamente castigados.

nom, ÁNGEL (Metafóricamente)

tip, ANGE DOCT TIPO

ver, TEOFANÍA

El término ángel se usa metafóricamente de un representante místico. Cuando Pedro fue liberado de la cárcel y llamó a la puerta, los que habían estado orando por su liberación dijeron: «Será un ángel» (Hch. 12:15). Suponían que Pedro seguía estando en la cárcel, y que el que se hallaba a la puerta era su representante, su espíritu personificado, quizá con ideas muy vagas de lo que realmente querían decir. En el libro de Apocalipsis (Ap. 2, 3) las cartas a las siete iglesias se dirigen a los ángeles de cada una de ellas. Significa el espíritu y carácter de la iglesia personificados en su representante místico, difiriendo cada uno de ellos de los demás, en base al estado de la iglesia representada. Los mensajes, aunque dirigidos a las iglesias literales entonces existentes, exponen también el estado de la iglesia en sus varias fases desde los tiempos apostólicos hasta su rechazamiento como testigo de Cristo al final de la era de la Iglesia.

nom, ANGEL DE JEHOVÁ

tip, ANGE DOCT TIPO

ver, TEOFANÍA

Todo ángel que Dios envía a ejecutar sus órdenes pudiera ser llamado el ángel del Señor (2 S. 24:16; 1 R. 19:5, 7). Pero el misterioso ser llamado «el Ángel de Jehová» es de un orden totalmente distinto. Es a la vez distinto y uno con Dios, siendo semejante a Él. Habla como siendo el mismo Dios y su persona parece confundirse con la de Dios (Gn. 16:7, 10; 18:10, 13-14, 33; 22:11-12, 15-16; 31:11, 13; Éx. 3:2, 4; Jos. 5:13-15; 6:2; Jue. 6:12-22; 13:13-22; Zac. 1:10-13; 3:1-2).

El ángel de Jehová revela la faz de Dios (Gn. 32:30); el nombre de Jehová está en él (Éx. 23:21), y su presencia equivale a la presencia divina (Éx. 32:34; 33:14; Is. 63:9). Su nombre es «admirable» (Jue. 13:18), que se vuelve a encontrar en la profecía de Is. 9:6 aplicada al Mesías: «Y se llamará su nombre: Admirable» (el mismo término también en hebreo).

De todo ello se puede llegar a la conclusión de que el Ángel de Jehová es una verdadera «teofanía» (véase), o aparición de Dios. Jehová mismo es invisible, y nadie lo ha podido ver jamás (Éx. 33:20; Jn. 1:18; 1 Ti. 6:16). Es el Hijo Unigénito quien lo ha manifestado, y ello no solamente por Su encarnación en el NT, sino ya en el AT por Sus apariciones como el Ángel de Jehová. Así se armonizan los textos en base a los cuales por una parte nadie puede ver ni ha visto jamás a Dios, y por otra parte aquellos textos en base a los cuales creyentes del AT tuvieron un encuentro real con Dios (Gn. 32:30; Éx. 24:9; cp. Hch. 7:38; fue el Ángel que se apareció a Moisés, etc.).

Citemos también al profeta Zacarías (Zac. 3:1-5), donde el Ángel de Jehová interviene como lo hace Cristo, nuestro Abogado, para defender a Josué, que estaba siendo acusado por Satanás ante Dios (cp. Ap. 12:10; 1 Jn. 2:1-2). Es indudablemente también el «ángel fuerte» de Apocalipsis (Ap. 10:1-3).

nom, ANGULAR (PIEDRA). Véase PIEDRA DEL ÁNGULO.

nom, ANILLO

tip, META UTEN COSM COST

Los anillos tenían varias funciones y usos, como joyas y sellos (véase). Como joyas, eran señal de elevada posición. Existían los anillos para las narices, que llevaban las mujeres (Gn. 24:47). El anillo-sello que se llevaba en el dedo, o a veces colgado en un cordel sobre el pecho, se consideraba como objeto de gran valor (Gn. 38:18; Cnt. 8:6). Otros anillos denotaban alto rango social y alta dignidad y, por tanto, se los consideraba como un objeto de lujo. En algunos casos, al figurar en el botín, se los reservaba para Dios (Gn. 41:42; Nm. 31:50; Is. 3:21; Est. 3:10, 12).

nom, ANIMALES

tip, FAUN LEYE

ver, FAUNA PALESTINA

Los animales, tanto salvajes como domésticos, aparecen frecuentemente en las páginas de la Biblia. Había animales puros e impuros y se los conocía por las clasificaciones detalladas de la ley de Moisés y que cada israelita ciertamente conocía bien. El ganado, especialmente, era cosa de la vida diaria del pueblo hebreo. Antes de la invención de la moneda la riqueza se medía por la cantidad de rebaños que se poseían. Abraham tenía tantos rebaños que entró en dificultades con su pariente Lot por el control de los pastos (Gn. 16:6). Ya cuando el pueblo de Dios estaba establecido en la tierra de Canaán cada familia tenía una porción de terreno en la cual apacentar los animales. Un hombre justo se preocupaba por «la vida de sus animales» (Pr. 12:10).

Moisés hace una simple clasificación de los animales en cuatro categorías, basándose únicamente en su sistema de locomoción:

(a) Cuadrúpedos: Todos los cuadrúpedos terrestres, exceptuando aquellos cuyas patas no les dan la suficiente altura y parece que se arrastran, como el lagarto y el cocodrilo.

(b) Aves: Todos los animales que poseen alas, incluidos los insectos alados.

(c) Peces: Cuantos animales nadan en el agua, entre ellos los cetáceos.

(d) Reptiles: Todos los reptiles y los animales que, sin serlo, parecen que se arrastran, como ratones, topos, etc.

(Véase FAUNA PALESTINA).

nom, ANTICRISTO

tip, ESCA ANGE DIAB

Este término es usado solamente por Juan en sus dos primeras epístolas, aunque hay mención de él en otros pasajes de las Escrituras bajo otros nombres. El término significa, a la vez, que se opone a Cristo y que usurpa Su lugar. Es importante distinguir entre «un» anticristo y «el» anticristo. Con respecto a lo primero, «han surgido muchos anticristos»; en cambio, «el anticristo viene» (1 Jn. 2:18). El anticristo final «niega al Padre y al Hijo».

Pablo menciona «el hombre de pecado», que usurpa el lugar de Dios en el templo de Dios, en el futuro escatológico (2 Ts. 2:3-12). Éste viene por obra de Satanás, confederado con él, y obrará señales y maravillas mentirosas con todo engaño de iniquidad para los que se pierden. Los que han rehusado la verdad serán entregados a la mentira de este inicuo. Los judíos apóstatas lo recibirán como su Mesías (Jn. 5:43). Hará que todos adoren la imagen de la Bestia que aparece en Apocalipsis (Ap. 13:11-18). Su final será el lago de fuego a la venida del Señor Jesús (Ap. 19:20; 20:10).

En el AT tenemos más detalles de este enemigo y suplantador de Cristo. Es llamado rey (Dn. 11:36-39), exaltándose a sí mismo y hablando cosas maravillosas contra el Dios de los dioses. No hará caso del Dios de sus padres (señalando que será descendiente de Israel, probablemente de la tribu de Dan, (cp. Gn. 49:17). Tampoco hará caso del «deseo de las mujeres» (esto es, del Mesías, de quien toda mujer judía anhelaba ser madre). Se exalta a sí mismo sobre todos. Es un idólatra, honrando a un dios que sus padres no conocieron. El profeta Zacarías lo describe como un pastor insensato e inútil, que descuidará el rebaño y se apacentará de él en lugar de apacentarlo (Zac. 11:15-17), en oposición al Señor Jesús, el Buen Pastor.

En distintas épocas se ha identificado muchas veces a personas históricas con el anticristo (por ejemplo, Mahoma). Igualmente muchos reformadores, como Wicleff, Lutero, Melancton, vieron el anticristo en ciertas instituciones eclesiásticas de Roma. Sin embargo, el tenor de las Escrituras es que el anticristo es el pináculo de la apostasía humana contra Dios expresada en un caudillo personal, que se presentará en relación con Israel al final de la dispensación de la gracia. Ciertamente que multitud de individuos e instituciones han participado y participan de su carácter moral en tanto que niegan al Padre y al Hijo, y en tanto que usurpan el lugar de Cristo, se oponen a la verdad y engañan a los hombres.

 

Bibliografía:

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Carballosa, E. L.: «El dictador del futuro» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1978) y

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Hamilton, Gavin: «El Discurso del Monte Olivete» (Clíe, Terrassa, 1974) y

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Lacueva, Francisco: «Escatología II», Curso de Formación Teológica Evangélica, vol. IX (Clíe, Terrassa, 1983);

Payton, J. Barton: «Encyclopedia of Biblical Prophecy» (Harper and Row, New York, 1973);

Pentecost, J. Dwight: «Eventos del porvenir» (Caribe, Maracaibo, 1977);

Peters, G. N. H.: «The Theocratic Kingdom» (Kregel, Grand Rapids, reimpresión 1978: primera edición, 1884, 3 vols.);

Tan, Paul Lee: «The Interpretation of Prophecy» (BHM Books, Winona Lake, Ind., 1974);

Walvoord, John F.: «The Millenial Kingdom» (Zondervan, Grand Rapids, 1977).

nom, ANTÍOCO

tip, REYE BIOG HOMB HOAT

= «el firme».

Varios son los reyes de este nombre que reinaron sobre Siria y aunque no se mencionan por su nombre en las Escrituras, aparecen algunos de ellos en la profecía de Daniel (Dn. 11). El más conocido de ellos es Antíoco IV Epifanes, que sucedió a su hermano Seleuco IV Filopáter, que fue envenenado por Heliodoro. Heliodoro fue a su vez muerto por Antíoco IV, que arrebató el trono al heredero legal, hijo de su hermano (Dn. 11:21). Reinó del 175 al 164 a.C.

Como resultado de su derrota ante los romanos en Egipto, volvió a Jerusalén a proseguir la obra de devastación que ya había iniciado antes. Ordenó la matanza de todos los hombres y la venta como esclavos de mujeres y niños. Estas órdenes fueron cumplidas parcialmente. Los muros fueron derruidos y la ciudad saqueada, y erigió en el templo una estatua a Júpiter Olímpico, ofreciéndose sacrificios a este dios sobre el altar. Flavio Josefo ofrece amplia información sobre estos sucesos (Ant. 12:5, 3, etc.; Guerras. 1:1, 1-5). Le sucedió Antíoco V, que no ejerció dominio sobre Judea.

nom, ANTIOQUÍA

tip, CIUD

ANTIOQUÍA.

Ciudad situada junto al río Orontes al pie del monte Silpio, en la fértil Cilicia, hoy enclavada en Siria. La ciudad está a unos 480 Km. de Jerusalén y casi a 30 del Mediterráneo. Esta importante población estaba en el cruce de los intereses comerciales y de las civilizaciones del Antiguo Oriente, al tener acceso fácilmente a las comunicaciones marítimas y estar emplazada en el cruce de importantes vías terrestres. Fue construida por Seleuco Nicátor en el año 300 antes de Cristo y le dio el nombre en honor de su padre Antíoco. La ciudad pasó a la colonia romana de Siria en el año 66 antes de Cristo.

Bajo los romanos prosperó bastante, llegando a ser conocida como la «reina del Este», y fue la tercera población del Imperio, después de Roma y de Alejandría. En la época del Nuevo Testamento sus moradores eran griegos, romanos, sirios y judíos. En la ciudad propiamente dicha se hablaba el griego, pero en ciertos suburbios se hablaba el arameo. Sus habitantes gozaban fama de volubles, sarcásticos y disolutos en las costumbres, y esto último debido a los ritos licenciosos que se celebraban en el templo de Apolo que se alzaba en los bosques de Dafne.

La numerosa colonia judía, que se componía de miembros adinerados de la diáspora, conoció el Evangelio bien poco después de la muerte de Esteban (Hch. 11:19); y fue precisamente allí donde primero se predicó el mensaje cristiano a los paganos y donde los seguidores de Cristo recibieron el nombre de «cristianos» (Hch. 11:26).

Visitada primero por Bernabé (Hch. 11:22 s), luego por Bernabé y Pablo (Hch. 11:25), Antioquía fue punto de partida y de retorno de los dos primeros viajes misionales (Hch. 13:1-3; 14:26-28; 15:40 s; 18:22). A pesar de que los acomodados cristianos de Antioquía ayudaban a sus hermanos de Palestina (Hch. 11:27-30), por su modo de vivir y sus tendencias dieron motivo al concilio apostólico y a que éste aconsejara que también los gentiles convertidos se sometieran a ciertas prácticas de la ley mosaica.

Fue punto de apoyo de la actividad misionera de la primitiva Iglesia (Hch. 13:1-3; 14:26-28; 15:35-40; 18:22). También en tiempos postbíblicos es ciudad importante dentro del Cristianismo. La decadencia y las conquistas la convirtieron después en una pequeña población (hoy, «antakje»). La «Escuela de Antioquía» no fue una institución docente en sentido formal, ni siquiera una escuela de catequesis, sino una mezcla de enseñanza y exégesis, tal como lo daban determinados maestros (por ejemplo Luciano de Antioquía, muerto en el año 312; Diodoro de Tarso, muerto en el año 394, uno de cuyos discípulos fue Juan Crisóstomo, muerto el 407). Centraban su interés en conservar el «sentido histórico» de la Sagrada Escritura frente a especulaciones espiritualizadoras.

nom, ANTIOQUÍA DE PISIDIA

tip, CIUD

ANTIOQUÍA DE PISIDIA.

Ciudad fronteriza entre Frigia y Pisidia; al principio fue misionada con éxito (Hch. 13:11-49; cfr. Hch. 13:50); era sede del procónsul romano. La Iglesia primitiva se componía especialmente de gentiles.

nom, ANTIPAS

tip, BIOG HOMB HONT

Este nombre es una abreviatura de «Antipater», «semejanza del padre».

(a) Cristiano de Pérgamo, que sufrió martirio (Ap. 2:13).

(b) Hijo de Herodes el Grande. (Véase HERODES ANTIPAS).

 

nom, ANTÍPATRIS

tip, CIUD

Ciudad entre Jerusalén y Cesarea, edificada por Herodes el Grande en el emplazamiento de la antigua Afec (Jos. 12:18). Herodes la llamó Antípatris en honor de su padre. Allí se detuvo Pablo cuando le conducían preso a Cesarea (Hch. 23:31). En el siglo IV de nuestra era ya estaba en ruinas. El hombre supervive en la actual aldea Nar-abufutrus, al norte de la actual ciudad de Jafa.

nom, ANTONIA

tip, CONS

Una torre-fortaleza, reconstruida por Herodes el Grande sobre la antigua torre Baris de los Macabeos, cerca del templo en Jerusalén, donde estaba el cuerpo de guardia para vigilar los accesos al sagrado recinto. Josefo nos dice (Guerras. 5:5, 8) que estaba situada «en la esquina de dos claustros del atrio del templo: el del oeste y el del norte; se levantaba sobre una roca de cincuenta codos de altura, sobre un gran precipicio». Existe en la actualidad una torre, llamada Antonia, en el ángulo noroccidental, y hay indicaciones de una similar que se hallaba en el ángulo sudoriental. La antigua torre Antonia fue derruida por las tropas de Tito al tomarla el año 70 d.C.

nom, ANTORCHA

tip, UTEN TIPO

Se usaban en la Antigüedad en todos los pueblos como instrumentos de iluminación, y también los hebreos (Gn. 15:17; Jn. 18:3). A veces las empleaban en las batallas y en los sitios de las ciudades (Zac. 12:6). Estaban hechas de materias resinosas, generalmente plantas o derivados del betún. Las llamadas teas eran especialmente las usadas con fines guerreros (Jue. 6:16, 20; 15:4); se usa también en sentido simbólico para indicar iluminación espiritual (Jn. 5:35; 2 P. 1:19; Is. 62:21).

nom, ANZUELO

tip, TIPO UTEN

La pesca era una actividad muy común ya en Egipto, no solamente con red, sino también con sedal y anzuelo (Is. 19:8); también era esto usado por los israelitas; el pez con la moneda en la boca fue pescado con anzuelo (Mt. 17:27). Habacuc usa simbólicamente esta imagen del atrapamiento de hombres para ser enviados al cautiverio (Hab. 1:15; cp. Am. 4:2).

nom, AÑO

tip, CALE AGRI

ver, MES, CALENDARIO, FIESTAS, TIEMPO

El año judío es de doce o trece meses lunares, y en el primer caso se llama común y en el segundo emboslímico. (Véase MES, CALENDARIO). El comienzo del año coincidía con el principio de la primavera, y esto era común entre los pueblos del Medio Oriente (Éx. 12:2). En los últimos libros de la Biblia se cita el mes de Nisán como el primero del año y a Adar como el duodécimo. La designación que los judíos modernos dan al año nuevo aparece en el profeta Ezequiel (Ez. 40:1). Moisés organizó el calendario, y otra reorganización se hizo en tiempos de la inauguración del Templo en Jerusalén. Este calendario comienza con el mes de Tisri, en el cual se inauguró el nuevo templo; pero no vino a ser usado generalmente hasta el siglo I para los efectos civiles, si bien es cierto que ya desde antiguo celebraban las fiestas religiosas según el calendario religioso (Dt. 16:13; Éx. 23:16; 34:22), que comenzaba alrededor del otoño y que hacía coincidir las principales fiestas religiosas con las festividades.

Además del año astronómico o civil, el Antiguo Testamento señala otras dos clases de años: el «Año sabático» (Lv. 25:4), que debe considerarse como un año de descanso y que acontecía cada siete años, a semejanza de lo que ocurre con el sábado respecto de los demás días de la semana. Este año repercutía en la agricultura, porque las tierras se dejaban en barbecho (Lv. 25:1-7); sobre las personas, que eran liberadas, si habían incurrido en deudas o eran esclavos (Éx. 21:2) y sobre las finanzas (Dt. 15:7). El «Año jubilar», que se celebraba cuando se cumplían siete semanas de años, o sea cada medio siglo. En él las tierras enajenadas volvían a ser propiedad de su legítimo dueño, y había libertad para todos los habitantes de Israel (Lv. 25:10). Las estaciones del año no aparecen siempre claramente delimitadas en la Biblia.

Los hebreos tenían varios acontecimientos que les servían como base para contar los años: la creación del mundo, el éxodo (Éx. 19:1; 1 R. 6:1), la edificación del templo de Salomón (1 R. 6:1; 8:1, 2), la cautividad de Babilonia (Ez. 33:21; 40:1) o el inicio de los distintos reinados (Salomón, David, Herodes, etc.). Véase TIEMPO.

nom, AÑO NUEVO

tip, CALE AGRI

ver, MES, CALENDARIO, FIESTAS, TIEMPO

El año nuevo religioso judío empezaba el mes de Abib (Nisán en la nomenclatura babilónica), en base a la Ley de Moisés (Éx. 12:2). Con este mes se iniciaba el ciclo anual de las Siete Fiestas de Jehová. (Véase FIESTAS).

nom, AOD

tip, JUEZ BIOG HOMB HOAT

Juez libertador del pueblo de Israel que Jehová les levantó para que los librase del rey de Moab; Aod era zurdo (Jue. 3:15). Este juez reunió a los israelitas y los organizó, y así pudieron acabar con el ejército de sus enemigos (Jue. 3:27-29). Por medio del buen gobierno de Aod el pueblo tuvo ochenta años de paz (Jue. 3:30).

nom, APEDREAMIENTO

tip, LEYE COST

Entre los hebreos, el condenado era, generalmente, apedreado. Se usaba en aquellos delitos que eran castigados con la pena de muerte. Entre los que merecían esta cruel pena estaban: la idolatría (Lv. 20:2; Dt. 17:2-5), la blasfemia (Lv. 24:10-16), el quebrantamiento del sábado (Nm. 15:32-36), la hechicería (Lv. 20:27), el falso ejercicio de la misión profética y el inducir al pueblo a la idolatría (Dt. 13:1-11), la apropiación de un objeto sagrado (Jb. 6:17-19; 7:1; Lv. 27:28), la desobediencia obstinada (Dt. 21:18-21) y varias clases de impureza.

El lugar del apedreamiento o lapidación estaba en las afueras del campamento o de la ciudad (Lv. 24:14; 1 R. 21:9-13). El criminal era invitado a confesar su pecado (Jos. 7:19), y a continuación uno de los testigos arrojaba una piedra grande sobre el pecho del culpable, y si este golpe no era suficiente para darle muerte, intervenían los demás testigos, y si esto no era aún suficiente, entonces arremetían todos los espectadores (Dt. 17:7). Los ajusticiadores se quitaban la ropa para tener mayor libertad de movimiento (Hch. 7:58). A veces al ajusticiado se le arrojaba desde una altura considerable. La lapidación era a menudo un recurso al que el populacho de las distintas épocas recurría cuando no podía soportar el mensaje o los hechos de algún personaje (Éx. 8:26; 2 Cr. 24:31; Lc. 20:6; Jn. 8:59; Hch. 5:26; 14:5; 19:2; 2 Co. 11:25). El primer mártir cristiano, Esteban, murió lapidado.

nom, APELACIÓN

tip, LEYE COST

Cuando Pablo fue hecho prisionero recurrió a su derecho como ciudadano romano de apelar a César. La apelación, antigua prerrogativa aún vigente en el Derecho Romano, es aquella cláusula por la cual el reo puede pedir que su causa sea tratada por una autoridad superior a la del que lo ha encausado. Al ser condenado por un tribunal local y de provincia, Pablo, invocando sus privilegios (Hch. 25:11,12, 21, 25; 26:32; 28:19), pudo escapar a sus perseguidores y ser tratado más benignamente, como ciudadano romano.

En el griego del Nuevo Testamento, especialmente en los Hechos de los Apóstoles y en las cartas paulinas, se usa la misma palabra «epicaleo» para invocar el nombre del Señor y ser salvo (Hch. 7:59; 9:14, 21; Ro. 10:12-14; 1 Co. 1:2); y en el pasaje de 2 Co. 1:23, Pablo llama (apela) a Dios por testigo.

En la segunda carta de S. Pablo a Timoteo el apóstol recomienda a su discípulo apelar al Señor con el mismo verbo griego, y le dice que el Señor está para ayudar y defender en todos los momentos difíciles: «Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio «invocan» al Señor (2 Ti. 2:22). El nombre de Cristo es nuestra mejor defensa si nosotros apelamos a Él. «¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?» (Stg. 2:7). Este nombre, que fue invocado sobre todo el pueblo de Israel, sirve también de defensa para todos los que cumplen la ley conforme a las Escrituras de Cristo. El apóstol Pedro nos dice que tenemos ante el Padre un intercesor si nosotros apelamos a Él (1 P. 1:17).

nom, APELLIDOS

ver, DIOS (Nombres)

vet,

Los apellidos no eran usuales entre los hebreos pero se añadía una indicación de su origen:

Jesús de Nazaret,

José de Arimatea,

María de Magdala,

Nahum de EIcos.

Podía ser también un patronímico:

Simón hijo de Jonás (Bar-Jonás),

Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo.

También se podía hacer referencia a la profesión:

Natán el profeta,

José el carpintero,

Simón el zelota,

Mateo el publicano,

Dionisio el areopagita.

nom, APIA

tip, BIOG MUJE MUNT

Del griego «Apfia».

Cristiana que recibe salutación de Pablo en el encabezamiento de su epístola a Filemón. Pudiera tratarse de la esposa de Filemón (Flm. 2).

nom, APIA (VÍA). Véase VÍA APIA.

nom, APIO (Foro de)

tip, CIUD

(Hch. 28:15). Población de Italia, como a 60 Km. al sur de Roma, sobre la famosa Vía Apia, donde los cristianos romanos vinieron a encontrar a Pablo prisionero. Sus ruinas existen cerca de Triponti.

nom, APIS

tip, FAUN DIOS CUAD

Era un buey sagrado que representaba al dios egipcio Osiris; era seleccionado con gran cuidado, y guardado de una manera estricta. Se supone que fue el recuerdo de este Apis lo que hizo que los israelitas eligieran la forma de un becerro para su ídolo de oro. De las mismas Escrituras sabemos que los israelitas habían caído en la idolatría en la tierra de Egipto (Ez. 20:6-8).

nom, APOCALIPSIS

tip, LIBR ESCA LINT

Título del único libro profético del Nuevo Testamento, y que se toma de la primera palabra griega, que significa «revelación». En este libro, se desvela el futuro en una serie de visiones panorámicas contempladas por el Vidente apocalíptico. La luz y las tinieblas, el bien y el mal, son las fuerzas morales en oposición. Dios, Cristo y Satanás; hombres, salvos y perdidos, y ángeles, santos e impíos, son los actores en este maravilloso libro acerca de los planes y propósitos de Dios. Las escenas varían y cambian; ahora el tiempo, después la eternidad. El cielo, la tierra, el abismo y el lago de fuego constituyen su escenario. El cántico de los redimidos y el llanto de los vencidos regocijan y apenan. El resultado es el triunfo de Dios, y las glorias mileniales y eternas de Cristo resplandecen de una manera brillante e imperecedera. «Entonces» se cumplirá lo dicho por el antiguo profeta hebreo; «Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho» (Is. 53:11).

Los cielos y la tierra creados (Ap. 22:1) vienen a ser las moradas eternas de todo lo que es santo y bueno, en tanto que el lago de ruego (Ap. 21:8) recogerá todo aquello que es inicuo y contrario a Dios.

Así como la «gracia» es el tema central de las Epístolas, el tema característico de este libro es el «gobierno» público de Dios en sus tratos frente al mal y en la exaltación del bien.

 

1. División:

(a) Dos partes. Este libro se divide en dos partes principales:

(A) Desde el capítulo 1 al 11:18, donde se delinean proféticamente el estado de cosas y los acontecimientos desde el final del primer siglo del cristianismo hasta la introducción del estado eterno.

(B) Desde el capítulo 11:19 hasta el 22:21, en el que se dan detalles relacionados con Israel y la Cristiandad en la terrible futura crisis de su historia.

(b) Tres divisiones. La clave de las tres divisiones del libro nos es dada en Ap. 1:19. Aquí tenemos la clave a la comprensión de este libro. Contiene un pasado, un presente y un futuro:

(A) «Escribe las cosas que has visto.» Se trata de la visión de los versículos 10-18, en la que Cristo, en medio de los siete candeleros de oro es el objeto central. «Pasado».

(B) «Escribe las cosas... que son.» Éstas quedan expuestas en los capítulos 2 y 3, donde se traza el camino de la iglesia profesante a través de etapas contemporáneas y sucesivas de su historia, desde su decadencia (Ap. 2:4) hasta su rechazamiento (Ap. 3:16). «Presente».

(C) «Escribe las cosas... que han de ser después de éstas.» Esta división comienza con el capítulo 4 y sigue hasta 22:5. Ésta es esencialmente la parte profética del libro. «Futuro». Los sellos, las trompetas y las copas; Babilonia, las bodas, el reinado, etc., son todas cosas que esperan su cumplimiento.

(c) Doce secciones. Todo el contenido del Apocalipsis se distribuye en doce secciones, y si se consideran cuidadosamente, serán de gran ayuda para el estudio del libro.

(A) Introducción general (Ap. 1:1-9).

(B) Cristo en gloria judicial en medio de las siete iglesias de Asia (Ap. 1:10-18).

(C) La iglesia en su profesión de testimonio de Dios sobre la tierra. Su creciente apartamiento del amor y de la verdad (Ap. 2, 3).

(D) Los santos celestiales entronizados y glorificados, incluyendo a todos los mencionados en 1 Tesalonicenses (1 Ts. 4:5-17), (Ap. 4, 5).

(E) Los siete sellos sucesivamente abiertos por el Cordero (Ap. 6-8:1). El capítulo 7 es un pasaje parentético de sumo interés.

(F) Las siete trompetas, tocadas sucesivamente por los ángeles (Ap. 8:2-11:18). Aquí tenemos al imperio romano reavivado como protagonista de estas profecías de juicio.

(G) Tres fuentes (Ap. 12), dos actores (Ap. 13) y siete resultados (Ap. 14).

(H) Las siete copas de la ira de Dios sucesivamente derramadas (Ap. 15-16). Los últimos actos de Dios en sus juicios sobre el imperio, Israel, y la tierra.

(I) La Babilonia mística en sus asociaciones políticas y eclesiásticas y su total destrucción (Ap. 17, 18).

(J) Secuencia cronológica desde la caída de Babilonia hasta el estado eterno, que se abre con regocijo en el cielo, y cerrándose con una imagen del eterno infortunio en el lago de fuego (Ap. 19-21:8).

(K) La esposa del Cordero en esplendor gubernamental y milenial. Amor, vida y hermosura para siempre (Ap. 21:9-22:5).

(L) Advertencias, amenazas y alientos (Ap. 22:6-21).

2. Propósito.

El propósito del libro de Apocalipsis es mantener vivos el amor y la esperanza al centrar la atención de sus lectores en la promesa de la venida del Señor y al preanunciar la victoria final del Rey de reyes y Señor de señores, del Verbo de Dios, sobre un mundo que le rechazó en Su primera venida y que doblará ante Él la rodilla en Su segunda venida. El efecto de todo ello en los creyentes debe ser el de mantenerlos en una verdadera apreciación de la gracia de Dios y de Sus consejos, para que «vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tit. 2:12, 13).

 3. Apostolicidad del libro.

Ya desde el principio, en pleno segundo siglo hallamos que hay unanimidad en asignar la paternidad de Apocalipsis a Juan el apóstol, el autor del cuarto Evangelio. Esta paternidad es afirmada, entre otros, por Justino Mártir (140 d.C.); Melito (170 d.C.); Teófilo (180 d.C.); Ireneo (180 d.C.), que recibió esta información del mismo Policarpo, discípulo del apóstol Juan. En el siglo III, Tertuliano (200 d.C.), Clemente de Alejandría (200 d.C.), Orígenes (233 d.C.) e Hipólito (240 d.C.), mantienen el testimonio de lo mismo. Sin embargo, su apostolicidad fue atacada posteriormente, alegándose principalmente una gran diferencia de estilo entre el cuarto Evangelio y Apocalipsis. Sin embargo, un examen atento de los textos y el testimonio constante de la Iglesia permiten rechazar tal ataque. La comparación entre el libro de Apocalipsis con el Evangelio y con la primera Epístola de Juan revela que ciertas ideas doctrinales, y sobre todo ciertas peculiaridades lingüísticas, son comunes a los tres escritos.

Que el estilo de Apocalipsis sea menos fluido que el del Evangelio y que la Epístola se puede explicar con facilidad por dos razones básicas:

(1) El tema mismo obliga al escritor a usar expresiones poco corrientes.

(2) El autor, debido a que está tratando ya no de la gracia en acción, como en el Evangelio, sino de la introducción de los días del Mesías, con un giro radical de concepción en los tratos de Dios en el que se pasa de considerar a Israel como «lo-ammi» («no mi pueblo») a «ammi» («pueblo mío») a través de una serie de juicios que cerrarán esta era de gracia, se ve forzado necesariamente a tratar con temas no peculiarmente neotestamentarios.

El apóstol, sin embargo, no introduce ninguna idea nueva en el Nuevo Testamento, sino que desarrolla las profecías del Antiguo, centradas en el triunfo final de Dios y del Señor Jesucristo, y ya indicadas en otros pasajes del Nuevo Testamento (cp. Mt. 24-25; y paralelos; Hch. 1:1-7; 15:14-18; Ro. 9-11; Stg. 5:1-8; 1 Jn. 2:18-22, etc.).

Apocalipsis es un libro repleto de simbología e imaginería antiguotestamentaria precisamente porque, a la luz de la revelación de Cristo en el Nuevo Testamento se lleva a su plenitud el desarrollo del plan de Dios para las edades, y de sus propósitos, ciertamente, para con la Iglesia, pero también la consumación y cumplimiento de las promesas de restauración a través de juicios dados a Israel por los profetas del Antiguo Testamento, y refrendadas en el Nuevo Testamento, de la salvación nacional de Israel a través del remanente arrepentido. Por ésta y otras características no se puede negar la paternidad juanina de Apocalipsis; más bien afirmarla; toda la diversidad de estilo y contenido, equilibrada por otra parte por la intensa semejanza ya enunciada anteriormente en cuestiones lingüísticas cruciales, se debe a la diferencia temática existente dentro de los multiformes propósitos del Dios que inspiró este libro.

No hay, pues, razón alguna para rechazar las evidencias internas y el testimonio externo uniforme inmediato a la redacción de Apocalipsis de que fue escrito por el apóstol Juan en Patmos, al cierre del primer siglo, al final del reino de Domiciano, hacia el año 96 d.C.

4. Las diferentes interpretaciones. Son innumerables, y entre ellas se pueden distinguir cuatro sistemas principales.

(a) La «interpretación preterista». Considera el Apocalipsis como la descripción de lo que sucedió en la época de su redacción. Esta interpretación está bien lejos de ser suficiente y elimina el carácter profético del libro.

(b) La «interpretación histórico-profética». Sus partidarios defienden que este libro presenta un bosquejo completo de la historia humana y de la iglesia, y la historia de la lucha entre el bien y el mal hasta el fin del tiempo.

(c) La «interpretación futurista» considera que la totalidad de los sucesos descritos después del cap. 3 quedan en un futuro por cumplir.

(d) La «interpretación puramente simbólica» considera las visiones como la representación en imágenes de las verdades que han de cumplirse en la historia de la Iglesia.

Aunque la interpretación más coherente es la número (c), por cuanto armoniza con todas las esperanzas proféticas de Israel en el AT de una restauración final al arrepentimiento y a la dicha en los días del Mesías, en un sentido nacional, refrendado además en diversos pasajes del NT, debe también aceptarse el hecho de que las profecías de Apocalipsis tienen un cumplimiento parcial y preliminar en la historia pasada y presente, en un movimiento de ciclos históricos ascendentes y cada vez más amplios, siguiendo las líneas y principios morales del gobierno divino vistos en Apocalipsis y los profetas, que hallarán su culminación en su futuro y total cumplimiento. Es sólo en base a una clara comprensión de los símbolos e imágenes del Apocalipsis en concordancia con toda la visión profética de las Escrituras, el reconocimiento de su estrecha relación con las profecías del Antiguo Testamento, en todo lo que tienen que ver con la instauración cataclísmica del Reino Mesiánico sobre la tierra y su relación con el remanente de Israel, convertido a su Mesías en los tiempos de «la angustia de Jacob», que podremos ver las grandes líneas de los planes de Dios. Ello permitirá su aplicación para iluminar el caminar del pueblo de Dios en medio de las persecuciones y seducciones de este sistema mundial que ha rechazado a Cristo, y que espera aquel día en que el Padre pondrá a los enemigos del Señor Jesús por estrado de Sus pies, y en que los cristianos nos gozaremos en el triunfo universal y reconocimiento total del Señor Jesús, Rey de reyes, Señor de señores, cuando las puertas de Jerusalén se alzarán para dar paso al Rey de la gloria (cp. Sal. 24).

 

Bibliografía:

Clouse, R. C., editor: «The Meaning of the Millenium: Four Views» (Intervarsity Press, Downers Grove, III., 1977);

Dana, H. E.: «El Nuevo Testamento ante la crítica» (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas, 1953, 1965);

Darby, J. N.: «Estudio sobre el libro de Apocalipsis» (Clíe, Terrassa, 1976);

Feinberg, C. L.: «Millenialism, the Two Major Views» (Moody Press, Chicago, 1980);

Hamilton, Gavin: «El Discurso del Monte Olivete» (Clíe, Terrassa, 1974);

Ironside, H. A.: «Notas sobre el Apocalipsis» (Librería Centroamericana, Guatemala, s/f);

Lacueva, F.: «Escatología II», vol. IX del Curso de Formación Teológica Evangélica (Clíe, Terrassa, 1983);

Morris, L.: «El Apocalipsis» (Certeza, Buenos Aires, 1977);

Payne, J. B.: «Encyclopedia of Biblical Prophecy» (Harper and Row, New York, 1973);

Pentecost, J. D.: «Eventos del porvenir» (Libertador, Maracaibo, 1977);

Ryrie, C. C.: «Apocalipsis» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1981),

Ryrie, C. C.: «Las bases de la fe premilenial» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1984);

Smith, W.: «Apocalipsis», en El comentario bíblico Moody (Moody, Chicago, 1971);

Scott, W.: «Exposition of the Revelation of Jesus Christ» (Pickering and Inglis, Londres, s/f);

Tatford, F. A.: «Prophecy's Last Word» (Prophetic Witness Pub. House, Eastbourne, 1947, 1971);

Walvoord, J. F.: «The Millenial Kingdom» (Zondervan, Grand Rapids, 1959, 1976);

West, N.: «The Thousand Years in Both Testaments» (Kregel Publications, Gran Rapids, s/f).

nom, APOCALÍPTICA (Literatura)

tip, LIBR

ver, DANIEL (Libro)

Se trata de un tipo de escritos redactados en el seno del judaísmo, entre los siglos II a.C. y II d.C. Hay una gran cantidad de estos escritos, y presentan las siguientes características;

(a) Fueron escritos en tiempos de grandes crisis (época de los Macabeos y de la destrucción del templo por Tito).

(b) El mensaje pretende haber sido escrito por algún profeta o patriarca del pasado (por lo que reciben el nombre de «pseudoepigráficos»).

(c) Pretenden formar parte de un grupo de libros redactados en un pasado remoto, y limitados a un grupo escogido de iniciados, que solamente podrían difundirlos al llegar el fin de los tiempos. Por lo general centran su mensaje en los temas de los profetas acerca de los últimos tiempos, por lo que presentan grandes dosis de verdad mezcladas con interpretación, devoción, y también una gran cantidad de fantasía. Ejemplos de esta literatura lo tenemos en el:

«Libro de Enoc»,

«Libro de los jubileos»,

«Testamento de Job»,

«Apocalipsis de Baruc»,

«IV de Esdras», etc.

Con respecto al libro de Apocalipsis, las semejanzas que se han señalado entre éste y la literatura apocalíptica es el trasfondo común de las profecías del Antiguo Testamento, la visión gloriosa del triunfo del Reino de Dios y de Su Mesías, el establecimiento del Reino Teocrático. Sin embargo, los contrastes son acusados. Apocalipsis, a diferencia del género apocalíptico, no pretende haber sido redactado por ningún antiguo patriarca o profeta, sino por un contemporáneo de sus destinatarios. Sus visiones son sobrias, muy alejadas de la imaginación evidente en la literatura apocalíptica. La evidencia interna del libro de Apocalipsis lo coloca supremamente por encima de la literatura pseudoepigráfica apocalíptica y lo sitúa a la par con los profetas, con los discursos del Señor Jesús y con las demás Escrituras. La literatura pseudoepigráfica apocalíptica pudiera haber estado presente en la mente del apóstol Pablo cuando mencionó las «fábulas judaicas» (Tit. 1:4).(Véase DANIEL, LIBRO DE)

 

Bibliografía:

Morris, L.: «El Apocalipsis» (Certeza, Buenos Aires, 1977);

West, N.: «The Thousand Years in Both Testaments» (Kregel Pub., Grand Rapids, s/f).

nom, APÓCRIFOS (Libros)

tip, LIBR

ver, VERSIONES DE LA BIBLIA, APÓCRIFOS DEL NUEVO TESTAMENTO, PSEUDOEPÍGRAFOS

Gr. «apokrypha», «escondidos».

Este término se aplica a un número de libros y escritos que aparecen en la versión griega de los LXX, pero que no aparecen en la Biblia hebrea. Posteriores casi todos ellos al siglo III a.C., pasaron de la LXX a la versión latina (Vulgata) y a todas las versiones antiguas y modernas hasta comienzos del siglo XIX. La sinagoga no los consideraba en absoluto inspirados. Ciertos autores de los mismos libros les niegan toda inspiración (véanse «Prólogo de Eclesiástico»; 1 Mac. 4:46; 9:27; 2 Mac. 15:38, 39). No forman parte del canon judío. Jesús no los cita jamás, y tampoco los apóstoles. A ello se suman razones espirituales, por el desfavor con que se vieron acogidos estos libros. En el siglo IV, el mismo traductor de la Biblia latina, Jerónimo, descalificó el conjunto de libros introducidos por la LXX como parte del AT. Los apócrifos no se distinguen en absoluto por su valor espiritual; el soplo profético brilla por su ausencia, y muchas de las doctrinas que allí se expresan, contradicen la doctrina del canon hebreo y la del NT, como la intercesión de los ángeles y de los santos (Tob. 12:12; 2 Mac. 15:14; Bar. 3:4), la redención de las almas después de la muerte (2 Mac. 12:42, 46), etc.

La «Iglesia de Roma» ha preferido seguir el criterio de Agustín de Hipona al de Jerónimo, y considera como canónicos todos los libros admitidos por la LXX y la Vulgata, exceptuando «3 y 4 Esdras» y la «Oración de Manasés», según decisión dogmática adoptada en el Concilio de Trento (1546) y confirmada en el Concilio Vaticano I (1870). En cambio, la Reforma se adhirió a los puntos de vista de Jerónimo. En su versión alemana de la Biblia (véase VERSIONES DE LA BIBLIA), Lutero los rechazó de las páginas del AT, situándolos agrupados entre el AT y el NT, con la siguiente nota: «Libros que no deben ser considerados iguales a las Sagradas Escrituras, pero que no obstante son útiles y buenos para ser leídos.»

La Confesión de fe de Westminster (1643) declara: «Los libros llamados Apócrifos no son divinamente inspirados, ni forman parte del Canon de las Escrituras, no teniendo tampoco autoridad alguna en la Iglesia de Dios. No hay que considerarlos más que a otra clase de escrito humano.» David Martín escribía, por su parte, en 1707, en el prefacio a los Apócrifos: «Estos libros son leídos por muy pocas personas, y a excepción del Eclesiástico, Sabiduría, el libro primero de Macabeos y el capítulo 7 del segundo, el resto apenas si vale la pena de leer.» Fue en 1826 que la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera tomó la resolución de excluir todos los libros apócrifos de sus ediciones. Esta decisión, sin embargo, se ha visto revocada a partir del año 1968, cuando las Sociedades Bíblicas Unidas se comprometieron a una cooperación con Roma. Fruto de ello fue la traducción llamada «Dios habla hoy», o también «Dios llega al hombre»; para esta versión, en las ediciones de consumo católico, las Sociedades Bíblicas Unidas incluyen los libros apócrifos, quebrantando así una larga tradición de imprimir sólo la Palabra de Dios sin añadiduras.

Clasificación. Los apócrifos se pueden clasificar de la siguiente manera, siguiendo su carácter literario:

(a) Relatos históricos:

1 y 2 Macabeos.

(b) Obras patrióticas:

Macabeos,

Tobías,

Judit,

Adiciones a Ester,

3 Esdras,

Susana,

Bel y el Dragón.

Estos dos últimos son adiciones a Daniel.

(c) Escritos líricos y místicos:

Oración de Azarías (adición a Daniel),

Oración de Manasés,

Baruc,

Epístola de Jeremías.

(d) Libros morales y religiosos:

Eclesiástico (o Sabiduría de Jesús, hijo de Sirach),

Sabiduría de Salomón.

El libro 4 Esdras y el 4 Macabeos forman parte de los pseudoepígrafos Véase PSEUDOEPIGRÁFICOS). Se trata de un conjunto de escritos judeocristianos que pertenecen al mismo grupo que los apócrifos, pero que han sido mantenidos siempre fuera de toda pretensión de canonicidad; se presentan generalmente bajo el nombre de un personaje célebre. A diferencia de los libros canónicos del AT, escritos en hebreo con la excepción de unos cortos pasajes en arameo, los apócrifos están escritos en griego. De todas maneras, se debe señalar que Judit, Eclesiástico, Baruc 1 a 3:8, y 1 Macabeos fueron primitivamente redactados en hebreo.

Con respecto a los Evangelios, Hechos, Epístolas y Apocalipsis apócrifos, y bibliografía, véase el siguiente artículo: APÓCRIFOS DEL NUEVO TESTAMENTO.

nom, APÓCRIFOS DEL NUEVO TESTAMENTO

tip, LIBR

ver, CANON, ENCARNACIÓN, EBIONISMO

No existe virtualmente controversia en la cristiandad acerca del canon del NT, comprendido por los veintisiete libros conocidos (véase CANON). Los escritos apócrifos que, como tales, no recibieron entrada en el canon del Nuevo Testamento, se pueden clasificar así:

(a) Evangelios apócrifos.

De carácter herético, se pueden mencionar:

el Evangelio de los Ebionitas,

el de los Egipcios,

el de Marción,

el de Pedro,

el de los Doce Apóstoles y

el de Bernabé y Bartolomé;

de carácter legendario y fantasioso, se conocen:

el Protoevangelio de Santiago,

el Pseudo-Mateo,

La Natividad de María,

el Evangelio de José el Carpintero,

la Dormición de María,

el Evangelio de Tomás,

el de la Infancia,

el de Pedro y

el de Nicodemo.

Lo anterior no agota el catálogo, sino que es tan sólo una muestra de la gran variedad de escritos que se difundieron en los primeros siglos. Sus fechas de redacción oscilan desde el segundo siglo hasta el quinto, y su contenido va desde adiciones legendarias y fantasiosas a historias irreverentes y descabelladas, como en el «Evangelio» de Tomás. Se cuentan fantasías como aquella en la que el Niño hace unos pájaros de barro, a los que da vida, con lo que estos se lanzan a volar, y cómo el Niño con Su poder hizo morir a otro niño que le había contrariado. En estas historias se narran hechos absurdos y totalmente alejados del elevado carácter que se hace patente en todas las maravillas y obra obediente del Señor en los Evangelios canónicos. Ello muestra la decadencia a la que había llegado la cristiandad post-apostólica (cfr. la advertencia de Pablo en Hch. 20:28-31, etc.). Otros escritos son lisa y llanamente heréticos en muchas doctrinas, incluyendo el docetismo (herejía que pretendía que el cuerpo del Señor era una mera apariencia, y negaba la realidad de la Encarnación. [Véase ENCARNACIÓN]); hay también libros cuyo fin es la glorificación y exaltación de María.

(b) Hechos apócrifos.

Cabe mencionar:

los Hechos de Pablo,

de Pedro,

de Juan,

de Andrés,

de Tomás.

Novelescos, pero, peor aún, manchados con la herejía docetista, excepto el primero, y todos ellos defendiendo el ascetismo.

(c) Epístolas apócrifas.

Incluyen varias pretendidamente escritas por la Virgen, una por el mismo Señor, y otras por el apóstol Pedro (en las que hace un violento ataque contra Pablo; falsificación de evidente tendencia ebionita, véase EBIONISMO), de Pablo a Séneca, etc.

(d) Apocalipsis apócrifos,

de los que se pueden mencionar:

los de Pedro,

de Pablo,

uno no canónico de Juan,

de Tomás y Esteban,

e incluso uno de María.

 

Bibliografía:

Charles, R. H. ed.: «The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament» (Oxford U. Press, Oxford, 1913);

James, M. R.: «The Apocryphal New Testament» (Oxford U. Press, Oxford, 1924).

nom, APOLONIA

tip, CIUD

Ciudad en la provincia griega de Macedonia, parte del Imperio Romano situada cerca de Anfípolis en la vía Yacia, en el camino romano a Tesalónica. La ciudad recibió su nombre en honor de Apolo, dios griego y romano del sol. Pablo pasó por Apolonia en su segundo viaje misionero (Hch. 17:1).

nom, APOLOS

tip, BIOG HOMB HONT

Alteración del nombre «Apolonio» o «Apolodoro». Judío nacido en Alejandría, elocuente y poderoso en las Escrituras. Conociendo sólo el bautismo de Juan, enseñaba diligentemente las cosas de Jesús. En Éfeso fue instruido con mayor detalle por Priscila y Aquila. Trabajó en Corinto, después del apóstol Pablo, que más tarde pudo decir: «Yo planté, Apolos regó. » Posteriormente, deseó en gran manera que Apolos volviera a visitar Corinto. Su nombre es asociado con el de Pablo en relación con el espíritu sectario en Corinto, que el apóstol reprendió duramente; pero al decir que «lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos» (1 Co. 4:6), parece que los corintios tenían conductores locales, entre los cuales se situaban, y a quienes no nombran; con ello les dio una necesaria lección estableciendo los principios generales usando su propio nombre y el de Apolos, en lugar del nombre de sus conductores (Hch. 18:24; 19:1; 1 Co. 1:12; 3:4-22; 4:6; 16:12; Tit. 3:13). No se puede en absoluto deducir, pues, que hubiera un grupo en Corinto de seguidores de Apolos en oposición a Pablo, sino que había división entre ellos, que Pablo buscó sanar con una exhortación con un ejemplo transferido.

nom, APOSENTO ALTO

tip, CONS

Las casas hebreas tenían en la parte superior una habitación, generalmente construida en el techo y que por lo regular estaba comunicada por una escalera privada con el resto de las habitaciones. En algunos libros de la Biblia esta expresión se traduce por «sala de verano», «de recibo», «cámara» o también «desván» (Jue. 3:20-24; 1 R. 17:19-23). Eran, en general, las habitaciones más ventiladas y las más cómodas de la casa y se usaban especialmente en verano (2 R. 23:12), consideradas como dignas de ser moradas de los huéspedes respetados o distinguidos (1 R. 17:20; 2 R. 4:10,11; Mr. 14:15; Hch. 1:13; 9:37; 20:8).

nom, APOSTASÍA

tip, ESCA DOCT

ver, ANTICRISTO

Significa «volverse atrás, recaer» (gr.).

Pablo fue acusado de enseñar a los judíos entre los gentiles a que apostataran de Moisés (Hch. 21:21). Pablo enseñaba la libertad de la ley por la muerte de Cristo, y esto, para un judío rabínico estricto, constituiría apostasía, olvidando la promesa del Nuevo Pacto dada por el profeta Jeremías (Jer. 31:31-34, etc.). Esta misma palabra se usa en Tesalonicenses (2 Ts. 2:3), donde se enseña que el día del Señor no puede venir hasta que no venga «la apostasía» o abandono del cristianismo en relación con la manifestación del hombre de pecado. (Véase ANTICRISTO).

Con respecto a apostasía individual, se trata en pasajes como Hebreos (He. 3:12; 10:26, 28), y en la Epístola de Judas. Hay también advertencias de que este tipo de apostasía se irá generalizando al ir finalizando la presente dispensación (1 Ti. 4:1-3). Una apostasía implica necesariamente una posición de la que se puede caer, una profesión hecha que se abandona de una manera deliberada. No se trata de un cristiano que caiga en algún pecado, sino de un abandono definido del cristianismo por parte de un profesante no convertido, que no ha experimentado la regeneración de la conversión. Las Escrituras no ofrecen ninguna esperanza para tal estado.

nom, APÓSTOL

tip, FUNC APOS

La palabra proviene del griego «apostelo», que significa «enviar en pos de sí» o «de parte de».

En el Nuevo Testamento se aplica a Jesucristo, que fue enviado por Dios para salvar al mundo (He. 3:1), aunque se aplica más comúnmente a las personas que fueron enviadas en comisión por el mismo Salvador; esto es, a cada uno de los doce discípulos escogidos por Jesús para formar su cuerpo especial de mensajeros: Pedro, Andrés, Juan, Santiago hijo de Zebedeo, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo o Leví, Simón Zelote, Judas Lebeo o Tadeo, Santiago hijo de Alfeo, Judas Iscariote. Después de su traición, este último fue sustituido por Matías (Mt. 10:2-42; Hch. 1:15-26; véanse los criterios en 1:21, 22). Aunque no elegido por Cristo junto con los anteriores, San Pablo fue también divinamente llamado e instituido por Él como apóstol especial a los gentiles (Hch. 9:1-31; 1 Co. 9:11). Pablo podía acreditar su título de apóstol por haber visto a Cristo resucitado (Gá. 1:12; 1 Co. 15).

Los apóstoles fueron considerados como los jefes superiores de la Iglesia primitiva y depositarios directos de la tradición cristiana. Eran tenidos en gran respeto, pero ninguno de ellos ejerció primado infalible y supremo. Aunque hay varias tradiciones respecto a la vida, trabajos y fin que tuvo cada uno de los apóstoles, después de lo narrado en Hechos, nada se sabe de ello a punto fijo. El «Credo de los Apóstoles» no fue escrito por ellos, pero se llama así porque encierra en compendio las doctrinas principales que profesaba la Iglesia primitiva, basándose en las enseñanzas apostólicas.

nom, AQUILA

tip, BIOG HOMB HONT

= «águila» (lat.).

Un judío convertido del Ponto, marido de Priscila. Pablo lo conoció en Corinto (Hch. 18:2). Él y Pablo trabajaron juntos como fabricantes de tiendas. Aquila y Priscila habían sido expulsados de Roma bajo el edicto de Claudio contra los judíos. Viajaron con Pablo a Éfeso, donde pudieron ayudar espiritualmente a Apolos (Hch. 18:18-26). Se hallaban todavía en Éfeso cuando Pablo escribió la primera epístola a los Corintios (1 Co. 16:19), y se hallaban en Roma cuando se escribió la epístola a los creyentes de allí. En ella dice Pablo que ellos habían arriesgado sus vidas por él, y que él y todas las iglesias de los gentiles se lo agradecían (Ro. 16:3, 4). En la última epístola de Pablo aún les envía saludos (1 Ti. 4:19).

nom, AQUIS

tip, REYE BIOG HOMB HOAT

= «encantador de serpiente».

(a) Rey filisteo de Gat. David se refugió dos veces bajo su protección, perseguido por Saúl. La primera vez sus siervos le recordaron cómo David tenía fama de haber matado «sus diez miles». Al oír esto, David tuvo miedo y se fingió loco, y Aquis lo hizo expulsar (1 S. 21:10-15). La segunda vez que David huyó de Saúl, Aquis le dio la ciudad de Siclag. Al pedirle Aquis que le ayudara en su guerra contra Israel, David se vio obligado, muy a su pesar, a incluirse en el ejército filisteo. Sin embargo, los otros príncipes se negaron a aceptar su ayuda, temiendo que David se pasara al enemigo (1 S. 27, 28).

(b) Otro rey de Gat, a donde acudieron en busca e refugio los siervos de Simei. Esto llevó a la muerte de Simei (1 R. 2:39, 40).

nom, ARABÁ

tip, LUGA

Depresión geológica que atraviesa Palestina de norte a sur = la depresión del Jordán y su continuación desde el mar Muerto al mar Rojo.

En la Biblia, Arabá designa casi exclusivamente la hondonada del Jordán (Dt. 1:7; Jos. 18:8 y frecuentemente); hoy se llama así solamente la depresión del mar Muerto.

nom, ÁRABES. Véase ARABIA.

nom, ARABIA

tip, PAIS TRIB

(a) ARABIA:

Por Arabia se entiende un país muy grande al sur, sureste y este de Palestina. En la antigüedad era, y hasta hace relativamente poco por los nativos, dividido en tres distritos:

(A) La Arabia propia, que era la antigua Arabia Félix, que abarca la península que se extiende por el sur hacia el mar de Arabia y por el norte en dirección al desierto.

(B) Arabia occidental, lo mismo que la antigua Arabia Pétrea, que abarca el Sinaí y el desierto de Petra, extendiéndose desde Egipto y el mar Muerto hasta cerca de Petra.

(C) La Arabia septentrional, adyacente a la Arabia occidental y que se extiende por el norte, hacia el Éufrates (1 R. 10:15; 2 Cr. 9:14; Is. 21:13; Jer. 25:24; Ez. 27:21; Gá. 1:17; 4:25).

(b) ÁRABES:

Los árabes tienen también a Abraham como padre. Leemos que Abraham envió a los hijos de Cetura y de sus concubinas «hacia oriente» (Gn. 25:6). También había los descendientes de Ismael y los de Esaú. Muchos de éstos vinieron a ser «jefes», y no puede dudarse que son sus descendientes los que siguen poseyendo la tierra. Los hay que se llaman a sí mismos árabes ismaelitas, y en el sur hay aún árabes joctanitas. Salomón recibía tributos de los reyes de Arabia (1 R. 10:15). Josafat lo mismo (2 Cr. 17:11); en los días de Joram atacaron Judá, saquearon la casa del rey y se llevaron a sus esposas y a algunos de sus hijos (2 Cr. 21:17; 22:1). Fueron vencidos por Uzías (2 Cr. 26:7).

Durante el cautiverio de los judíos en Babilonia, algunos árabes se establecieron en Palestina y posteriormente se enfrentaron contra Nehemías (cp. Neh. 2:19; 4:7; 6:1). Los árabes se hallan entre las naciones que tenían relación con Israel y sobre las que se pronuncia juicio (Is. 21:13-17; Jer. 25:24). Su conflicto contra el Israel restaurado, hasta la intervención divina directa, está profetizado en diversos pasajes de las Escrituras (cp. Sal. 83).

En el NT aparecen los árabes entre los presentes en el día de Pentecostés, pero no se especifica si se trataba de judíos habitantes en Arabia o prosélitos (Hch. 2:11).

nom, ARAD

tip, CIUD

sit, a3, 319, 392

vet,

=. Asno silvestre.

Ciudad cananea al extremo sur de Judea, que rechazó a los hebreos cuando intentaron entrar en a Tierra Prometida.

nom, ARADO

tip, TIPO UTEN META AGRI

Al principio se hacían de madera, siendo la más adecuada para ello la de alcornoque. Los campesinos pobres no podían al principio tener arado con refuerzo de hierro. Sin embargo, para la época de David ya se menciona un uso más general del hierro en relación con la agricultura (2 S. 12:31). La acción de arar se usa metafóricamente de intensa aflicción (Sal. 129:3). Es indudable que se trata de una mención profética del trato que el Señor Jesús sufrió en la tierra, especialmente de su flagelación.

nom, ARAM. Ver ARAMEOS

nom, ARAMEO (Lengua)

tip, ABEC

La lengua aramea es una lengua semítica (noroccidental), originariamente el dialecto semítico de las tribus arameas que hacia el año 1200 a.C. penetraron en la región de cultura siropalestinense, fundando allí varias ciudades.

El arameo evolucionó en formas y dialectos diversos y se subdivide en arameo antiguo, medio y moderno. La lengua, siendo una rama de las semíticas, se caracteriza por el triliteralismo y por la importancia de las consonantes respecto de las vocales.

El arameo se habla en el segundo milenio antes de Cristo. En la Biblia queda un indicio de que Labán hablaba arameo en el nombre Jegar Sahaduta que dio al monumento erigido para recordar la alianza con Jacob, al que este último llamó en hebreo Galaad (Gn. 31:47). Ya en el siglo VIII antes de Cristo el arameo es una especie de lengua común, especialmente por la influencia del Imperio Persa. Éstos difunden el arameo por toda la Mesopotamia, y de esta época nos quedan documentos escritos en los monumentos y en distintas formas. En la época griega los judíos usaban el arameo y lo intensificaron en la vida diaria con el fin de resistir la cultura y costumbres helénicas. De esta época datan varios comentarios de las Escrituras judías. Como dialecto se usa todavía en ciertas poblaciones del Antilíbano. En el Nuevo Testamento aparecen varias expresiones arameas que no han sido traducidas al griego y que se encontrarán en su respectivo artículo. Una es: "ELÍ, ELÍ, ¿LAMA SABACTANI?" y otra es: "MARANATA".

nom, ARAMEOS

tip, REGI TRIB

Grupo étnico semítico entre Siria y el Éufrates, mencionado en las cartas de Amarna y en una inscripción de Tiglat-pileser I. El Antiguo Testamento da el nombre de «Aram Naharaim», «Aram de los dos Ríos», al territorio comprendido entre los cursos superiores del Éufrates y del Tigris (Gn. 24:10; Padán-aram, Gn. 25:20, etc.). Allí estuvo Harán, la patria de Abraham. La tradición une a Jacob con esta región, que en Dt. 26:5 es llamada de los arameos. En tiempos de David y Salomón existían, entre otros, los siguientes estados arameos: Samal, en el norte de Siria;

Sobá, entre el Antilíbano y el desierto sirioárabe y en el valle superior del Leontes (2 S. 8:3 ss);

Bet-rehob (2 S. 10:6), Maaca, Guesur y Damasco.

Los asirios pusieron fin a la independencia de estas tribus y estados, también a la del reino de Damasco en el año 732 a.C. Los arameos lograron una gran influencia en Asiria. Su lengua se convirtió en la lengua del comercio, y más tarde en la lengua común. Entretanto, el pueblo arameo de los caldeos se había asentado en la región de la desembocadura del Éufrates y del Tigris y había aumentado más y más su poderío. Este grupo arameizó el reino y, a partir de la dinastía neobabilónica, consiguió también el poder político.

nom, ARAÑA

tip, FAUN TIPO REPT INSE

(a) (heb. «akkabish»).

Se sabe que se trata de una araña por la tela mencionada. Ésta, por su fragilidad, ilustra la confianza del hipócrita, y también el tejer de los inicuos, que no les servirá de vestido (Jb. 8:14; Is. 59:5).

(b) (Heb. «semanith»).

Se supone que en realidad se refiere a un lagarto que tiene patas anchas como manos. La revisión de 1977 de Reina-Valera da la traducción alternativa de «lagartija» en el margen, reteniendo la traducción tradicional de «araña» en el texto (Pr. 30:28).

nom, ARARAT

tip, REGI MONT

ver, DILUVIO

sit, a8, 257, 125

Topónimo de una región montañosa de Armenia junto al curso medio del Araxes, donde, según Gn. 8:4, se asentó el arca de Noé. El Ararat es probablemente el reino Urartu en los montes armenios, del que se habla en inscripciones cuneiformes, y cuyo florecimiento se desarrolló entre los siglos IX y VII. Aquí huyeron los dos hijos de Senaquerib, después de asesinar a su padre (2 R. 19:37). Hoy son llamadas Ararat dos montañas de Armenia.

Los campesinos de la región tienen tradiciones sobre el arca de Noé. Durante la década de 1973 a 1983 se han efectuado muchas expediciones para explorar la región y los montes de Ararat. (Véase DILUVIO).

nom, ARAUNA

tip, BIOG HOMB HOAT

= «Jehová es firme».

A éste, David compró su era y bueyes para ofrecer sacrificio a Jehová (2 S. 24:16-24). Recibe también el nombre de Ornán (1 Cr. 21:15-28). En el pasaje de Samuel se relata la compra de la mera era donde erigió el altar; en el Primero de Crónicas se incluye la compra del lugar, posiblemente posterior, que probablemente incluía la casa de Ornán. Esto es lo que ahora se conoce como el área del templo, en el sureste de Jerusalén.

nom, ÁRBOL

tip, FLOR TIPO ARBO

Las Sagradas Escrituras nos describen una flora correspondiente a las regiones subtropicales. En Palestina se alternan la aridez con la fertilidad. Las regiones más fértiles de las tierras bíblicas eran la llanura de Sarón a lo largo de la costa (Is. 35:2), los bosques de pinos y cedros del Líbano y del Hermón y los valles próximos a Jericó (Éx. 9:25), el llano de Esdraelón en Galilea y ciertas regiones al otro lado del Jordán.

Los árboles conocidos por los autores bíblicos eran de los tipos leñosos, arbustos y árboles de maderas resinosas. Los árboles son utilizados, además de sus usos naturales, para enseñar diversas verdades. Así, simbolizan al hombre justo (Sal. 1:3), que «es como el árbol plantado junto a la corriente del agua»; dará buen fruto a su debido tiempo. Quien confía en el Señor es como el árbol que tendrá follaje abundante y que no temerá el calor porque sus raíces estarán hundidas en el agua que conservará su verdor (Jer. 17:8). Quien pone su confianza en otro hombre viene a ser como tamarindo en la estepa, que habita en los lugares áridos y secos y nunca prospera (Jer. 17:6). La misma analogía se aplica también a los pueblos (Os. 14:6-8).

A veces los árboles son personificados en figuras poéticas que alaban y celebran las obras de Dios; así, en Isaías aplauden (Is. 55:12); en los Salmos se alegran y son saciados por la generosidad del Creador (Sal. 96:12; 104:16); comprenden las obras del Señor en Ezequiel (Ez. 17:24).

(a) AT:

Algunos árboles del Antiguo Testamento tienen un significado especial en la historia del pueblo de Dios, ya que cerca de ellos tuvo lugar algún acontecimiento de especial significación; así:la encina de More en Hebrón, donde el Señor se apareció dos veces a Abraham (Gn. 12:6-7; 18:1); el encinar de Mamre que está en Hebrón, donde Abraham edificó un altar (Gn. 13:8); el terebinto de Bet-el; la encina de Jabes, donde los habitantes de las cercanías enterraron a Saúl y a sus hijos; la encina de Ofra, donde el Señor se apareció a Gedeón; el valle de Ela, donde David mató a Goliat; el tamarisco de Beerseba, donde Abraham, después de establecer alianza con Abimelec, levantó un altar al Señor; el tamarisco de Gabaa, donde Saúl recibió la noticia de que habían descubierto a David; la palmera de Débora, donde ésta solía sentarse y donde los israelitas subían juntos para los juicios; el granado de Migrón, donde estaba sentado Saúl cuando Jonatán intentó cruzar las filas enemigas de los filisteos (Gn. 12:6-7; 18:1; Gn. 13:8; 1 R. 13:14; 1 Cr. 10:12; Jue. 6:11; 1 S. 17:2; Gn. 21:23-33; y 1 S. 22:6; Jue. 4:5; 1 S. 14:2). Estos pasajes y muchos otros nos indican hasta qué punto los árboles gozan de un carácter privilegiado, si bien accidental, en los hechos del pueblo de Dios. Los profetas y las leyes ordenan destruir todo árbol que pueda ser, aun indirectamente, objeto de veneración o de culto que solamente se debía rendir al Señor (Dt. 12:2-3; 16:21; Jer. 2:20).

(b) NT:

En el Nuevo Testamento el árbol se menciona en el sentido general de vegetación, o como en el caso de las parábolas de Jesús: cuando compara el reino de Dios a un árbol frondoso en el cual todos los hombres tienen abrigo; o cuando lo compara al grano de mostaza (Mt. 13:22; Lc. 13:19); o cuando enseña a discernir a los hombres buenos de los malos por sus frutos (Mt. 7:17-19); los nuevos brotes de la higuera presagian el verano (Mt. 24:32; Lc. 21:29).

El árbol sirve también para simbolizar la reprobación final del pueblo que no recibió a Cristo, en los gestos y palabras del Bautista, cuando ya el hacha está puesta a la raíz para cortarlo y arrojarlo al fuego (Mt. 3:10; Lc. 3:9). Finalmente, los árboles estériles indican la maldición que impide dar buenos frutos (Mt. 34:32; Lc. 21:29). Con relación a los distintos árboles véanse los respectivos artículos.

exc, ÁRBOL (A.T.)

tip, FLOR

Algunos árboles del Antiguo Testamento tienen un significado especial en la historia del pueblo de Dios, ya que cerca de ellos tuvo lugar algún acontecimiento de especial significación; así: la encina de More en Hebrón, donde el Señor se apareció dos veces a Abraham (Gn. 12:6-7; 12:18-1); el encinar de Mamre que está en Hebrón, donde Abraham edificó un altar (Gn. 13:8); el terebinto de Bet-el; la encina de Jabes, donde los habitantes de las cercanías enterraron a Saúl y a sus hijos; la encina de Ofra, donde el Señor se apareció a Gedeón; el valle de Ela, (significa el valle del Roble o, valle de la Encina), donde David mató a Goliat; el tamarisco de Beerseba, donde Abraham, después de establecer alianza con Abimelec, levantó un altar al Señor; el tamarisco de Gabaa, donde Saúl recibió la noticia de que habían descubierto a David; la palmera de Débora, donde ésta solía sentarse y donde los israelitas subían juntos para los juicios; el granado de Migrón, donde estaba sentado Saúl cuando Jonatán intentó cruzar las filas enemigas de los filisteos (Gn. 12:6-7; 18:1; Un. 13:8; 1 R. 13:14; 1 Cr. 10:12; Jue. 6:11; 1 S.17:2; Gn. 21:23-33; y 1 S.22:6; Jue. 4:5; 1 S.14:2). Estos pasajes y muchos otros nos indican hasta qué punto los árboles gozan de un carácter privilegiado, si bien accidental, en los hechos del pueblo de Dios. Los profetas y las leyes ordenan destruir todo árbol que pueda ser, aun indirectamente, objeto de veneración o de culto que solamente se debía rendir al Señor (Dt. 12:2-3; 16:21; Jer. 2:20).

nom, ÁRBOL DE LA VIDA

tip, FLOR TIPO ARBO

El Antiguo Testamento habla del árbol de vida en los libros del Génesis (Gn. 2:9; 3:22-24) y en el de los Proverbios (Pr. 3:18). En el paraíso, este árbol fue colocado por Dios en medio de los demás que eran hermosos a la vista y sabrosos al paladar. En el libro de los Proverbios la sabiduría es el «árbol de vida» asequible a cuantos se llegan a ella. La justicia es también uno de los frutos del «árbol de vida».

 nom, ARCA DE NOÉ. Véase DILUVIO.

nom, ARCA DEL PACTO

tip, UTEN TIPO CONS MILA

ver, DILUVIO, PROPICIATORIO, TABERNÁCULO

Recibe también el nombre de Arca de Dios, Arca del Testimonio, Arca de Jehová. Era el cofre sagrado del Tabernáculo y del Templo. Estaba hecha de madera de acacia, recubierta por dentro y por fuera de oro puro. Tenía 2-1/2 codos de longitud y 1-1/2 codos de anchura y de altura, con una corona o cornisa de oro a su alrededor. Tenía a cada lado anillas de oro donde se insertaban las barras con las que era transportada. Su cubierta, sobre la que había dos querubines totalmente de oro, recibía el nombre de PROPICIATORIO (véase). El arca era un tipo de Cristo en que era figura de la manifestación de la justicia divina (oro) en el hombre; el propiciatorio era el trono de Jehová, el lugar de Su morada en la tierra. En el arca se colocaron las dos tablas de piedra (la justicia que Dios demandaba del hombre) y después el vaso de oro conteniendo maná, y la vara de Aarón que reverdeció. Con respecto al lugar del arca y de cómo era desplazada, véase TABERNÁCULO.

Durante el primer viaje de los hijos de Israel desde el monte Sinaí el arca del pacto fue delante de ellos, «buscándoles lugar de descanso», ejemplificando el bondadoso cuidado de Dios hacia ellos (Nm. 10:33). Cuando llegaron al Jordán, el arca era llevada por los sacerdotes 2.000 codos por delante de las huestes, para que supieran por dónde debían ir (Jos. 3:3, 4), y el arca permaneció sobre los hombros de los sacerdotes en el lecho del río, hasta que todos hubieron pasado (Jos. 3:17). Esto es un tipo de la asociación en la muerte y resurrección de Cristo.

El arca les acompañó en su primera victoria en Jericó. Es sólo por el poder de Cristo en resurrección que el creyente puede tener la victoria. El tabernáculo fue plantado en Silo, e indudablemente el arca quedó allí (Jos. 18:1). En los días de Elí, al verse derrotado por los filisteos, los israelitas fueron a buscar el arca a Silo, para que ella los salvara. Se vieron de nuevo derrotados, y el arca, sobre la que habían depositado su confianza, en lugar de en Jehová, fue tomada por los filisteos (1 S. 5:1). Pero el arca les provocó tales desgracias que decidieron devolverla a los israelitas y la dispusieron a bordo de un carro nuevo. Éste, tirado por dos vacas que criaban, sin conducción alguna, se alejó de sus terneros, milagrosamente, y se dirigieron a Bet-semes. Allí, Dios hirió a los hombres de aquel lugar por haber mirado dentro del arca. Quedó después en casa de Abinadab (1 S. 6; 7:1, 2), en Quiriat-jearim.

Años después David quiso llevar el arca a Jerusalén, imitando la manera en que lo habían hecho los filisteos, que ignoraban las instrucciones precisas de Dios en la ley acerca de cómo ésta debía ser llevada. De ello sobrevino una desgracia, pues David debía conocer la Ley, y fue culpable de descuido en las cosas sagradas, juntamente con aquellos que le rodeaban. Llevada a casa de Obed-edom, Dios bendijo esta casa. Entonces David hizo llevar el arca de nuevo, esta vez siguiendo el orden divino, a hombros de los levitas (2 S. 6).

Cuando Salomón hubo construido el templo, el arca fue llevada allí, y fueron quitadas las varas con que era llevada: el arca había hallado ahora su lugar de reposo en el reino de Salomón, que tipifica el reino milenial. Había allí solamente las dos tablas de piedra de la ley (1 R. 8:11). El maná había cesado cuando comieron del fruto de la tierra, que tipifica al Cristo celestial; y no se precisaba del testimonio de la vara de Aarón ahora que estaban en el reino teocrático. Las circunstancias del desierto, en las que eran tan precisos el maná y el sacerdocio de Cristo, habían ahora pasado. Esto se menciona en Hebreos (He. 9:4) porque allí lo que se considera es el tabernáculo y no el templo; la peregrinación y no el reposo.

No se hace más mención del arca; se supone que fue llevada con las vasijas sagradas a Babilonia y que nunca volvió. Si es así, no hubo arca en el segundo templo ni en el templo erigido por Herodes. Tampoco leemos de ningún arca en relación con el templo descrito por Ezequiel. En Apocalipsis se ve el arca del pacto de Dios en el templo de Dios en el cielo (Ap. 11:19). Se trata de un símbolo de la reanudación de los tratos de Dios con su pueblo terreno de Israel.

nom, ARCÁNGEL. Véase ÁNGEL.

nom, ARCILLA

tip, MATE ELEM

ver, BARRO

Compuesto de sílice y alúmina, tiene la característica de ser plástica cuando está mezclada con agua. Al ser sometida a la acción del calor, pierde el agua y se contrae. De tierra arcillosa se hicieron los moldes de las fundiciones del rey Salomón en la llanura del Jordán, entre Sucot y Saretán (1 R. 7:46; 2 Cr. 4:17). (Véase BARRO).

nom, ARCO IRIS

tip, TIPO

ver, DILUVIO

«El arco puesto en las nubes» fue dado a Noé por parte de Dios como pacto de que no volvería a destruir todo el mundo con un diluvio (Gn. 9:13-16). Las condiciones que son causa del arco iris, la refracción de la luz en gotas de lluvia, no existían antes del diluvio, puesto que el estado de la atmósfera era distinto del que tenemos después del diluvio. (Véase DILUVIO).

El arco mencionado en Apocalipsis (Ap. 4:3; 10:1) es un símbolo de que, a pesar de todo el pecado del hombre, Dios ha sido fiel a su promesa respecto a la tierra. El hermoso arco iris debiera siempre traernos a la memoria Su permanente fidelidad.

Bibliografía:

Morris, H. M., y John C. Whitcomb: «El Diluvio del Génesis» (Clíe, Terrassa, 1982).

nom, ARCO Y FLECHAS

tip, UTEN EJER

ver, DILUVIO

El arco existía como arma ofensiva ya en tiempos de los patriarcas (Gn. 27:3; 48:22). Al principio era de madera, reforzándose después con ataduras. En tiempos posteriores los arcos estaban hechos de maderas finas y cuero. También se montaban sobre bronce (Jb. 20:24), y de cuerno, que se disponían en ocasiones en doble curva, imitando los cuernos de los bueyes. Las flechas estaban hechas generalmente de cañas livianas, con puntas de sílex, bronce o hierro. Los benjamitas, entre los hebreos, eran maestros en el uso del arco (Jue. 20).

nom, AREÓPAGO

tip, CONS MONT DIOS

(griego, «Colina de Ares»).

(a) Una de las colinas más bajas en la parte occidental de la Acrópolis de Atenas, consagrada a Ares, el dios de la guerra.

(b) La suprema corte de Atenas que se reunía en la colina llamada Areópago para dictar sus fallos. Todavía se pueden ver, labrados en la roca, los asientos de los jueces y de otros funcionarios. Según la opinión de algunos eruditos, Pablo defendió su causa y la del Cristianismo ante el Areópago, pero lo más probable es que haya dirigido su mensaje a algún grupo de filósofos en el mismo sitio en que la suprema corte dictaba sus fallos (Hch. 17:16 ss). Uno de los miembros de esta asamblea, Dionisio, llamado el Areopagita, se convirtió como resultado de la predicación de Pablo, si bien los demás se burlaron de él.

nom, ARETAS

tip, REYE BIOG HOMB HONT

El apelativo común (como Faraón para los reyes de Egipto) de los reyes árabes del norte de Arabia. Significa, en árabe, «forjador».

El gobernador de Aretas en Damasco intentó arrestar a Pablo (2 Co. 11:32). Este rey, que era suegro de Herodes Antipas, le hizo guerra por haberse divorciado de su hija, y le derrotó. Vitelio, gobernador de Siria, recibió orden de tomar a Aretas vivo o muerto, pero Tiberio murió antes de que esto pudiera llevarse a cabo. Calígula, que le sucedió en el imperio, hizo desterrar a Antipas. Hizo ciertos cambios en Oriente y se supone que Damasco fue separada de la provincia de Siria, y dada a Aretas.

nom, ARFAD

tip, CIUD

= «lugar de reposo» (heb.).

Ciudad fortificada cerca de Hamat, quizá la misma que Arvad (2 R. 18:34; 19:13; Is. 10:9; 36:19; 37:13; Jer. 49:23).

nom, ARFAXAD

ver, CAINÁN

De significado incierto.

Hijo de Sem, nacido dos años después del diluvio y de quien descendía Abraham (Gn. 10:22, 24; 11:10-13; 1 Cr. 1:17, 18, 24). Es mencionado por Lucas como padre de Cainán (Lc. 3:36). (Véase CAINÁN).

nom, ARGOD

tip, LUGA BIOG ARQU HOMB HOAT

= «fuerte».

(a) Distrito al sur de Damasco, y que formaba parte de Basán, donde residían los gigantes. Tuvo hasta 60 ciudades, sobre las que reinó Og. Og fue vencido por Moisés, y Jair de Manasés tomó las ciudades fortificadas, que vinieron a formar parte de Manasés. Más tarde vino a llamarse Traconite. En la actualidad se llama «El-Leyah». Se han hallado casas en este distrito que, por sus grandes proporciones se supone que fueron construidas por los gigantes (Dt. 3:3, 4, 13, 14; 1 R. 4:13).

(b) Un hombre, aparentemente al servicio de Pekaías, que fue muerto por Peka (2 R 15:25).

nom, ARIEL

tip, BIOG CIUD HOMB HOAT

(a) Un moabita (2 S. 23:20)

(b) Nombre hebreo aplicado a Jerusalén «la ciudad donde habitó David» (Is. 29:1, 2, 7). La misma palabra ocurre tres veces en Ez. 43:15, 16.

(c) Un jefe judío que estuvo con Esdras en el río Ahava y que el restaurador de Jerusalén envió a buscar colaboradores para la obra emprendida.

La palabra Ariel se interpreta generalmente por «león de Dios» u «hogar de Dios».

nom, ARIETE

tip, UTEN EJER

Una máquina parecida a la catapulta romana, que se usaba como máquina de guerra en los sitios de las ciudades, para abrir brechas en sus muros (2 S. 20:15; Ez. 4:2; 21:22; 26:9). La parte principal de la máquina era una viga larga, grande y fuerte, con una cabeza metálica, en ocasiones, en forma de cabeza de carnero, con la que se arremetía varias veces contra el muro hasta hacerlo ceder.

nom, ARIMATEA

tip, CIUD

Patria de Samuel (1 S. 1:1) y la aldea de donde era José, el discípulo secreto que pidió a Pilato el cuerpo de Cristo para darle sepultura (Mt. 27:50-60; Mr. 15:43; Lc. 23:51-53; Jn. 19:38). Arimatea es la forma griega de Ramá (dual Ramatayím).

nom, ARIOC

tip, BIOG REYE EJER HOMB HOAT

«semejante a león» (heb.).

(a) Rey de Elasar (Gn. 14:1, 9).

(b) Capitán de la guardia de Nabucodonosor (Dn. 2:14, 15, 24, 25).

nom, ARISTARCO

tip, BIOG HOMB HONT

= «el mejor gobernante» (gr.).

Un macedonio de Tesalónica, fue compañero de Pablo en varios de sus viajes y en su ida a Roma. Compartió voluntariamente el cautiverio de Pablo (Hch. 19:29; 20:4; 27:2; Col. 4:10; Flm. 24).

nom, ARISTÓBULO

tip, BIOG HOMB HONT

= «el mejor consejero» (gr.).

Un residente de Roma, a cuya casa Pablo manda saludos (Ro. 16:10). Hay la tradición de que fue parte de los Setenta, y que predicó en Gran Bretaña.

nom, ARMADURA

tip, UTEN EJER TIPO

ver, CORAZA, SANDALIAS, ESCUDO, YELMO, ESPADA

Ninguna de las palabras hebreas traducidas «armadura» se refiere definidamente a lo que en la actualidad se entiende como tal. En un pasaje se refiere a una cota de malla (1 R. 22:34), en otros, a un coselete (2 Cr. 18:33, etc.).

En el NT, «armadura» se utiliza simbólicamente.

(a) «Hopla», en contraste a las obras de las tinieblas, debemos vestirnos con la «armadura [o armas] de luz» (Ro. 13:12). Pablo y sus colaboradores quedaban acreditados como ministros de Dios por «las armas de justicia a diestra y a siniestra» (2 Co. 6:7).

(b) «Panoplia» se traduce como «plena armadura». Uno más fuerte que Satanás le arrebata toda su «armadura» (Lc. 11:22). El cristiano es llamado a vestirse de «toda la armadura de Dios», toda la panoplia de armas defensivas y ofensivas, para que pueda resistir en el día malo en su conflicto contra los poderes espirituales de maldad en las regiones celestes (Ef. 6:11, 13).

Las armas defensivas mencionadas en el anterior pasaje son: la coraza, las sandalias, el escudo, el yelmo; como arma ofensiva, se da la espada. (Véanse).

nom, ARMAGEDÓN

tip, EJER ESCA LUGA

= «montaña del degüello» (heb.).

Es el nombre hebreo del lugar donde los reyes de la tierra y todas las naciones se reunirán para hacer guerra contra el Señor Jesús en el gran día del Dios Todopoderoso (Ap. 16:16). Parece ser una mención al gran campo de batalla de Palestina en el Esdraelón y a Meguido mencionados en diversos pasajes de las Escrituras (Jue. 5:19; 1 R. 4:12; 2 R. 23:29, 30).

nom, ARNÓN (Torrente)

tip, RIOS

= «corriente estruendosa».

Un río que antiguamente fue el límite entre el país de los amorreos, al norte, y el de los moabitas, al sur (Nm. 21:13, 26). Más tarde fue el límite entre la tribu de Rubén, al norte, y Moab, al sur (Dt. 3:8, 16; Jos. 13:16). Siempre tiene agua; desemboca en el mar Muerto. Abunda la vegetación en sus márgenes y el pescado en sus aguas.

nom, AROER

tip, CIUD MANU ARQU

= «desnudo, desnudez».

Nombre que se da a tres poblaciones en el Antiguo Testamento.

(a) Aldea junto a la ribera del río Arnón. Era el punto sur del reino de los amorreos gobernado por Sihón (Dt. 2:36; Jos. 12:2; Jue. 11:26), y más tarde de la tribu de Rubén (Jos. 13:16); pero fue fortificado y ocupado por los gaditas (Nm. 32:34). Ahora se llama Arair y es un lugar desolado al sur de Dibón.

(b) Una ciudad en Gilead, en la frontera de Gad (Jos. 13:25).

(c) Una aldea de Judá adonde David envió los despojos después de su victoria sobre los amalecitas (1 S. 30:28). Estaba situada en el Neguev y desempeñó un importante papel en las cartas de El-Amarna.

nom, ARPA

tip, MUSI UTEN ARQU

Quizás el más bello de los instrumentos y seguramente el más común entre los antiguos, el arpa se menciona muchas veces en la Biblia (1 S. 10:5; 2 S. 6:5; 1 R. 10:12; 1 Cr. 13:8; 15:16, etc.). Tenía en la Antigüedad diversos tamaños y formas, según se ha constatado por los numerosos ejemplares encontrados en Mesopotamia. La traducción del término hebreo para este instrumento varía según las distintas versiones: arpa, salterio, cítara, lira, etc. El número de las cuerdas variaba según el tamaño y la forma de instrumento. Numerosos salmos están compuestos para ser tocados con arpa. David tocaba el arpa (1 S. 18:6 ss). En las festividades y en el culto del Templo las arpas acompañaban los cantos (1 Cr. 15:16; Neh. 12:27).

nom, ARQUELAO

tip, BIOG REYE HOMB HONT

= «jefe del pueblo» (gr.).

Hijo de Herodes el Grande con Maltace, una samaritana. Sucedió a su padre como etnarca de Idumea, Judea, Samaria y las ciudades marítimas de Palestina. Debido a su carácter cruel José temió llevar al niño Jesús a su territorio y se dirigió a Galilea, que se hallaba bajo la jurisdicción de su hermano Antipas (Mt. 2:22). Reinó 10 años. Josefo relata de él que poco después de su accesión al trono hizo dar muerte a 3.000 judíos. Al final fue depuesto por sus atrocidades y desterrado a Vienne en las Galias (Ant. 17:8, 9, etc.).

nom, ARQUEOLOGÍA

tip, ARQU CIEN

ver, ÓSTRACA, PALESTINA; JERUSALÉN, VASIJA

La ciencia arqueológica se ha desarrollado muchísimo en los últimos sesenta años y gracias a ello hoy podemos constatar científicamente hechos y afirmaciones de los cuales la Biblia era la única evidencia que quedaba. En cuanto ciencia, estudia los restos de civilizaciones en su ambiente y marco, y en su lugar exacto, con unas técnicas especiales que permiten reconstruir los escenarios de los hechos mencionados en los textos antiguos.

Los límites de la arqueología bíblica están impuestos por la historia: desde la época de los patriarcas (hacia 1750 a.C.) hasta el siglo I d.C.; y por la geografía: Palestina y aquellos lugares relacionados con los personajes protagonistas de la epopeya bíblica o cuyas culturas influyeron en la vida de Israel: Egipto, Mesopotamia, Anatolia, Chipre, Persia, Fenicia, Siria, Grecia y Roma. Una rama especial de la historia, la epigrafía, interpreta los resultados de la búsqueda arqueológica; pero es evidente que no puede, ni mucho menos, probar o negar aquellas afirmaciones que están por encima de cualquier ciencia, porque son directa revelación de Dios, aunque sí nos prueba que en tal situación y en tal época existió un hombre o un pueblo con las características descritas en el texto bíblico.

Estos testigos del pasado, «colinas de ruinas» (llamados «tell», «construcciones», sepulcros con los restos y accesorios de los muertos), son examinados generalmente por medio de excavaciones. La arqueología bíblica dirige su atención a las excavaciones y hallazgos (armas, cerámica, adornos) de las poblaciones bíblicas y mira de fijar históricamente cualquier dato que de una manera u otra tenga relación con la Biblia. Su finalidad no es probar la verdad de los relatos de la Biblia, sino encontrar pruebas de la verdad histórica.

La historia de la arqueología palestinense comienza en 1890 con las excavaciones de Flinders Petrie en tell «el-hesi». Sus conocimientos han sido de importancia para el trabajo arqueológico posterior:

(a) Las colinas que los árabes llaman «tell» son colinas artificiales de escombros formadas por diferentes capas de poblados superpuestos. La primera población está edificada sobre roca o sobre tierra elevada. Después es destruida o abandonada. Los adobes se deshacen. Los siguientes pobladores aplanan el terreno y construyen sobre las antiguas ruinas. La altura de escombros crece con el número de poblados. El «tell» de Meguido, por ejemplo, alcanza una altura de 21 m.

(b) La finalidad de una excavación no es recoger piezas para un museo, sino conocer la historia de un lugar. Por lo tanto, tienen que considerarse todos los descubrimientos y, especialmente, el orden de las capas.

(c) Las formas de la cerámica cambian en los diversos períodos culturales. Los fragmentos resistentes de arcilla cocida son un importante medio para delimitar las capas y fijar su época.

Otras ayudas para determinar el tiempo de las capas de las excavaciones son el método de la radiactividad del carbono (para el tiempo anterior a los 3.000 años a.C.) y los hallazgos de monedas (a partir del tiempo de los persas).

Después de Petrie se han desarrollado dos métodos de hacer excavaciones: el primero saca las capas del «tell» una después de otra. Primeramente se mide la colina, después se deja al descubierto la primera capa, se busca el plan de las paredes encontradas, se fotografía la capa, se registran los hallazgos, se recogen los fragmentos marcados y las monedas, se unen los fragmentos, se enumeran, se describen con exactitud y, a ser posible, se les pone la fecha. Después se quita la capa y se hace lo mismo con la segunda parte (ejemplo: Jasor). Según el método del corte, usado por Mortimer Wheeler y Cathleen Kenyon, el «tell» es abierto por medio por una profunda zanja. Después se hacen otros cortes rectangulares a los muros hallados (ejemplos: Jericó, Ofel en Jerusalén).

Las inscripciones y los vestigios de escritura no son frecuentes en las excavaciones, y los hallazgos de bibliotecas enteras como las del Qumram solamente se dan de siglo en siglo; pero la ciencia arqueológica ha desarrollado técnicas precisas que permiten «leer» con una exactitud asombrosa la historia de las civilizaciones pasadas. El análisis de la alfarería y del pedernal nos ha provisto de una cronología de los eventos que, si bien es relativa, se convierte en absoluta cuando se tienen los documentos escritos de determinados períodos.

La arqueología nos ha dado una visión más coherente y dinámica del Medio Oriente de la que de él teníamos por las fuentes literarias (cuando teníamos la fortuna de poseerlas). Así se ha podido comprobar que estas culturas no permanecieron anquilosadas o en una situación inalterable, como pretendía la escuela panbabilonista de principios del siglo. Palestina y Siria recibieron las influencias de Egipto, Mesopotamia y el Egeo.

Los hallazgos arqueológicos han dado nueva fuerza a los datos literarios de la Biblia, y con frecuencia muchos hallazgos arqueológicos sólo de la Biblia reciben su confirmación.

Jamás debe olvidarse que los documentos históricos y los restos arqueológicos de una civilización dada son dos cosas distintas, si bien muchas veces se complementan.

Muchas hipótesis de biblioteca que se habían construido a base de análisis meramente teóricos cayeron por tierra a medida que la arqueología iluminó la evolución cultural de los pueblos antiguos y la vida diaria del pueblo palestinense. Piénsese, por ejemplo, en las peregrinas teorías que circulaban sobre la antigüedad de la Sagrada Escritura. Gracias a la ciencia arqueológica existe en ciertos círculos una más alta valoración de los relatos bíblicos y una actitud más abierta hacia el mensaje de la Biblia.

Diversos Institutos Arqueológicos trabajan en Palestina:

École Biblique et Archéologique Française,

Deutsches Evangelisches Institut für Altertumswissenschaft des Heiligen Landes,

Israel Exploration Society,

American Schools of Oriental Research y otras.

(Véase ÓSTRACA, PALESTINA; JERUSALÉN, VASIJA, etc.).

nom, ARQUIPO

tip, BIOG HOMB HONT

= «caballerizo principal» (gr.).

Maestro entre los cristianos en Colosas, a quien Pablo llama su compañero de milicia y a quien exhorta a cumplir su ministerio (Col. 4:17; Flm. 2).

nom, ARRAS

tip, COST

Objeto o suma de dinero que el comprador entrega al vendedor en el momento de hacer un contrato, para asegurar su ejecución. Las arras tienen un valor jurídico: son una señal externa de consentimiento prestado y una garantía de ejecución del contrato.

Las arras se usaron en Israel desde los más remotos tiempos: Judá prometió a su nuera Tamar (sin saber que fuera su nuera) un cabrito si le permitía llegar a ella. Tamar accedió a condición de que le diera una «prenda»; Judá le entregó a título de arras, de garantía, su sello, el cordón que lo sostenía y el bastón (Gn. 38:17-20). El valor probativo del sello que entregó Judá es evidente y empeña la palabra del dador más que cualquier otro objeto.

En el Nuevo Testamento, San Pablo habla tres veces de las «arras del Espíritu» (2 Co. 1:22; 5:5; Ef. 1:14). El apóstol recuerda la fidelidad de Dios en cumplir todas sus promesas, y luego añade que, en prueba de que cumplirá su promesa, nos ha dado el Espíritu a modo de arras. El Espíritu Santo es la garantía de que el creyente tiene la salvación, de que ya posee la herencia del reino de Dios, y sus dones y carismas son clarísima evidencia de que esta herencia empieza a dar sus frutos. Las arras del Espíritu son una prenda del cumplimiento de las promesas divinas.

nom, ARREBATAMIENTO

tip, ESCA DOCT

ver, VENIDA (Segunda)

En el Antiguo Testamento nos encontramos con dos casos de personas arrebatadas a Dios: Enoc (Gn. 5:24; He. 11:5) y Elías (2 R. 2:11), sin ver la muerte.

En el Nuevo Testamento tenemos la promesa del arrebatamiento de los de Cristo en Su venida. Primero habrá la resurrección de los muertos «en Cristo», y luego todos los creyentes vivos entonces, juntamente con los santos acabados de resucitar, serán arrebatados para recibir al Señor en el aire (1 Ts. 4:16-17). Este hecho preliminar de la venida del Señor es del mayor de los intereses para la Iglesia, que recibe la instrucción de esperar a su Señor (Tit. 2:11-14). (Véase VENIDA [SEGUNDA]).

nom, ARREBATAMIENTO PARCIAL

tip, DOCT ESCA

vet,

Los proponentes de esta postura defienden que sólo los creyentes que estén velando serán arrebatados antes de la tribulación, mientras que los creyentes tibios serán dejados para pasar por la tribulación. Sin embargo, la promesa del arrebatamiento es para todos los creyentes, con independencia de su estado (1 Co. 15:51-54; 1 Ts. 1:9-10; 2:19; 4:13-18; 5:4-11; Ap. 22:12). El estado del cristiano sí que tendrá que ver con las recompensas ante el tribunal de Cristo (véase JUICIO).

Véase TRIBULACIÓN (GRAN).

nom, ARREPENTIMIENTO

tip, DOCT

ver, CONVERSIÓN

Palabras que en las lenguas modernas expresan una verdad central en la historia de la Revelación de Dios a los hombres. Tanto en el hebreo como en el griego bíblicos hay varias palabras para expresar la conversión del pecador a Dios. La necesidad del arrepentimiento para entrar en el reino de Dios es algo que el Nuevo Testamento afirma tajantemente (Mt. 3:8; Lc. 5:32; Hch. 5:31; 11:18; 26:20; Ro. 2:4, etc.).

En el Antiguo Testamento, este término se aplica también a Dios, mostrando cómo Dios, en su gobierno sobre la tierra, expresa su propio sentimiento acerca de los sucesos que tienen lugar sobre ella. Pero esto no choca con Su omnipresencia. Son dos los sentidos en que se habla del arrepentimiento con respecto a Dios.

(1) En cuanto a Su propia creación o designación de objetos que después no corresponden a Su gloria. Se arrepintió de haber hecho al hombre sobre la tierra y de haber puesto a Saúl como rey sobre Israel (Gn. 6:6, 7; 1 S. 15:11, 35).

(2) En cuanto a castigos de los que ha amenazado o bendiciones que ha prometido. Cuando Israel se apartaba de sus malos caminos y buscaba a Dios entonces Dios se arrepentía del castigo que Él había dispuesto (2 S. 24:16, etc.).

Por otra parte, las promesas de bendecir al pueblo de Israel cuando estaba en la tierra fueron condicionadas a su obediencia, de manera que Dios, si ellos hacían lo malo, se arrepentiría del bien que Él les había prometido. tanto a Israel como, de hecho, a cualquier otra nación (Jer. 18:8-10). Entonces alteraría el orden de Sus tratos hacia ellos. En cuanto a Israel. el Señor llega a decir: «Estoy cansado de arrepentirme» (Jer. 15:6). En todo esto entra la responsabilidad humana, así como el gobierno divino.

Pero las «promesas incondicionales» de Dios, dadas a Abraham, Isaac y Jacob, no están sujetas a arrepentimiento. «Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables» (Ro. 11:29). «Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?» (Nm. 13:19; 1 S. 15:29; Mal. 3:6). Y esto tiene que mantenerse así con respecto a cada propósito de Su voluntad.

Con respecto al hombre, el arrepentimiento es el necesario precursor de su experiencia de la gracia de Dios. Se presentan dos motivos para el arrepentimiento: la bondad de Dios que guía al arrepentimiento (Ro. 2:4), y el juicio que se avecina, en razón del cual Dios manda a todos los hombres ahora que se arrepientan (Hch. 17:30, 31); pero es de Su gracia y para Su gloria que se abre esta puerta de retorno a Él (Hch. 11:18). Él allega para sí al hombre en Su gracia en base a que Su justicia ha quedado salvaguardada por la muerte de Cristo. De ahí que el testimonio divino es «del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo» (Hch. 20:21). El arrepentimiento ha sido definido como «un cambio de mente hacia Dios que conduce al juicio de uno mismo y de los propios actos» (1 R. 8:47; Ez. 14:6; Mt. 3:2; 9:13; Lc. 15:7; Hch. 20:21; 2 Co. 7:9, 10, etc.). Esto no sería posible si no fuera por el reconocimiento de que Dios es misericordioso.

También se habla de arrepentimiento en relación con un cambio de pensamiento y de acción allí donde no hay mal del que arrepentirse (2 Co. 7:8).

En la predicación apostólica el arrepentimiento es uno de los temas centrales; ya desde la predicación de Jesús lo encontramos como una de las exigencias del reino, y el día de Pentecostés, en su sermón, Pedro termina invitando a los oyentes a arrepentirse de sus pecados y convertirse a Cristo (Hch. 3:19; 2 Co. 7:9; He. 6:1; Ap. 2:21). En el Nuevo Testamento la palabra «arrepentimiento» es, por lo general, la traducción de la palabra «metanoia», que significa cambio de actitud, cambio de modo de pensar o de plan de vida (Mt. 3:2; 4:17; 11:20; Mr. 1:15; 6:12; Lc. 10:13; 11:32; Hch. 2:38; 8:22; 17:30; 2 Co. 12:12; Ap. 2:5, 16). Éstos y muchos otros pasajes del Nuevo Testamento nos indican la centralidad de esta realidad y de esta doctrina en el mensaje de Cristo y de los apóstoles.

La traducción de «metanoia» por «penitencia» que hacen algunas ediciones catolicorromanas no solamente es un error, sino que contradice el Nuevo Testamento. (Véase CONVERSIÓN).

nom, ARROYO

tip, RIOS

Principalmente traducción del vocablo hebreo «nadal» (Gn. 32:23). Se trata de un torrente de montaña que a menudo se seca en verano, y por ello frecuentemente frustrante (cp. Jb. 6:15, «nahal»). Son numerosos en Palestina. Se traduce también como «valle», refiriéndose a una especie de cañada y que en árabe recibe el nombre de «wadi».

nom, ARTAJERJES

tip, BIOG REYE HOMB HOAT

ver, ASUERO

= «aquel cuya señoría es la ley»; también «gran jefe».

Nombre de varios reyes de la dinastía persa. Los principales son:

(a) Artajerjes I Longímano (465-424). Subió al trono mediante la eliminación violenta de su antecesor.

(b) Artajerjes II Mnemón (404-358), hijo de Darío II, combatió contra Ciro el Joven como lo relata magistralmente Jenofonte en su «Anábasis».

(c) Artajerjes III Ocos (358-338), tipo enérgico y cruel que eliminó a toda la familia; así nos lo presentan los historiadores.

En la Biblia se mencionan varios de éstos. Refiere Esdras que Artajerjes mandó parar las obras de Jerusalén (Esd. 4:7-23); esto coincide con las intrigas antijudías que reinaban en la corte de Babilonia. Este Artajerjes es, sin duda, Artajerjes I Longímano, que gobernaba cuando Esdras y Nehemías llegaron a Jerusalén (Esd. 4:7; 6:14; 7:1; 8:1; Neh. 2:1; 5:14; 13:6). (Véase ASUERO).

nom, ARTEMAS

tip, BIOG HOMB HONT

Nombre propio de origen griego: «fresco, sano».

Cristiano de una de las comunidades fundadas por Pablo; según Tito (Tit. 3:2), Pablo lo envió, en compañía de Tíquico, a Tito.

nom,

tip, LEYE DIAB DOCT

ver, MAGO, ADIVINACIÓN, ASTRÓLOGOS

vet,

Astrólogos, «los contempladores de los cielos» (Is. 47:13) con fines astrológicos. En Daniel, la palabra traducida «astrólogo» en todo el libro, «ashshaph», es distinta, y no implica ninguna relación con los cielos, sino que se trata de «hechiceros» o «encantadores», como leemos con referencia a Babilonia en Is. 47:9, 12, donde se habla de una multitud de hechizos y de encantamientos. Juntamente con los astrólogos babilónicos del v. 13 se mencionan los que observan las estrellas, que pueden haberse dedicado a pronosticar acontecimientos en base a las posiciones alteradas de los planetas en relación con las estrellas. A esto se añaden «los que cada mes [te] pronostican», que probablemente dedujeran sus pronósticos de la luna. También relacionado con Babilonia tenemos el término adivino, «gezar», «dividir, determinar el hado o el destino» mediante cualquier forma pretendida de predecir acontecimientos. (Ver ADIVINACIÓN, ASTRÓLOGOS).

nom, ASA

tip, BIOG REYE HOMB HOAT

Dos personajes aparecen con este nombre en la Biblia:

(a) Asa hijo de Elcana y padre de Berequias, morador de los poblados netofatitas. Su hijo fue uno de los que al regresar del exilio se estableció en Jerusalén (1 Cr. 9:16).

Asa tercer rey de Judá y reformador de las costumbres del pueblo. Reinó 41 años (911-870). Eliminó los ídolos que habían introducido sus antepasados y favoreció el retorno del pueblo a la adoración del verdadero Dios (1 R. 15:12, 13; 2 Cr. 15:8, 17; 1 R. 15:15). Hizo un censo de la población, fortificó las fronteras, rechazó victoriosamente a los invasores. Le sucedió su hijo Josafat. Mateo lo incluye entre los antepasados de Cristo (1 R. 15:17-22, 23; 1 Cr. 14:5, 6; 14:9-15; 16:7-20; Mt. 1:7).

nom, ASAEL

tip, BIOG HOMB HOAT

= «Dios ha creado».

Nombre de persona, uno de los «héroes» de David (2 S. 23:24), hermano de Joab y de Abisai, asesinado por Abner (2 S. 2:18-32). Era renombrado por su velocidad en la carrera.

nom, ASAF

tip, MUSI FUNC BIOG SACE HOMB HOAT

= «recolector» (heb.).

Cinco personas llevan este nombre en el AT:

(a) Un director del coro en la época de David, que una vez es llamado «vidente» (2 Cr. 29:30). Descendía de Gersón (1 Cr. 6:39; 15:17, 19; 16:5, 7, 37, etc.). Se le atribuyen doce salmos (Sal. 50, 73-83). Parece que su cargo era hereditario (Esd. 2:41; 3:10; Neh. 7:44, etc.).

(b) Padre de Joa, canciller del rey Ezequías (2 R. 18:18, 37; Is. 36:3, 22).

(c) Un levita cuyos descendientes moraron en Jerusalén después del exilio (1 Cr. 9:15).

(d) Un coreíta, cuyos descendientes fueron vigilantes del tabernáculo en tiempos de David (1 Cr. 26:1).

(e) Un funcionario, probablemente judío, guarda del bosque del rey Artajerjes en Judea (Neh. 2:8).

 

nom, ASALARIADO

tip, COST LEYE

ver, JORNALERO

Éstos se distinguían de los siervos domésticos, que generalmente eran esclavos. Los asalariados se contrataban por días, y se les pagaba al acabar el día. Un asalariado del sacerdote no era considerado parte de la familia, y no se le permitía comer de las cosas santas, en tanto que los esclavos eran considerados parte integrante de la familia (Lv. 19:13; 22:10; Dt. 15:18; 24:14; Jb. 14:6; Mal. 3:5). Los asalariados son contrastados en el NT con el pastor dueño de las ovejas (Mt. 20:1-8; Lc. 15:17, 19; Jn. 10:12, 13). (Véase JORNALERO)

nom, ASCALÓN

tip, CIUD ARQU

Una de las cinco ciudades reales de los filisteos, cayó en suerte a Judá, que tomó Ascalón y sus costas (Jue. 1:18), pero sin someterla realmente, porque seguía estando en manos de los filisteos cuando Sansón dio muerte a treinta hombres de la ciudad (Jue. 14:19). Siguió perteneciendo a los filisteos (1 S. 6:17; 2 S. 1:20). Esta ciudad fue objeto de amenazas divinas (Jer. 25:20; 47:5, 7; Am. 1:8; Zac. 9:5), y el residuo de Judá morará allí (Sof. 2:4, 7).

En tiempos más recientes, esta ciudad fue dominada por los Cruzados, y dentro de sus muros tenía su corte Ricardo III de Inglaterra, el llamado «Corazón de León». Las excavaciones arqueológicas han descubierto una capa de cenizas de considerable grosor.

Ascalón estaba situada en la costa, a mitad de camino entre Gaza y Asdod, a 31° 41' N. Los israelitas la volvieron a fundar en 1949, cerca de las ruinas de la vieja ciudad, y es centro industrial y terminal del oleoducto que une Elat, en el golfo de Akaba, con el mar Mediterráneo.

nom, ASCENSIÓN

tip, CALE DOCT ESCA

40 días después de la Pascua, Cristo ascendió al cielo en medio de Sus discípulos, volviendo a Su Padre para ser glorificado a Su diestra (Mr. 16:19; Lc. 24:50-51; Hch. 1:9-12). Este coronamiento de Su obra redentora estaba previsto en el AT (Sal. 68:19; 110:1). Jesús mismo la había anunciado en repetidas ocasiones (Lc. 9:31, 51; 19:12; Jn. 6:62; 7:33; 12:32; 14:12, 28; 16:5, 10, 17, 28; 17:5, 13; 20:17) y Su predicho retorno sobre las nubes del cielo implicaba Su ascensión previa (Mt. 24:30; 26:64).

Los apóstoles insisten mucho en lo sucedido aquel día:

Pedro (Hch. 2:33-36; 3:21; 1 P. 3:22).

Pablo (Ef. 1:20-22; 2:6; 4:8, 10; Fil. 3:20; 1 Ts. 4:16; 2 Ts. 1:7; 1 Ti. 3:16).

En Hebreos (He. 1:3, 13; 2:9; 6:20; 9:11-12, 24, 28).

Y Juan (en su evangelio ya citado y en Ap. 3:21; 5:6, 13).

La Ascensión es el sello y la consecuencia necesaria de la resurrección de Jesucristo Después de su humillación Él ha sido ahora soberanamente exaltado (Fil. 2:5-11) Sentado desde entonces a la diestra de Dios ha recibido todo poder en el cielo y sobre la tierra (Mt. 28:18, He. 12:2). Habiendo penetrado en el Santísimo, esto es, ante la misma presencia de Dios, cumple en nuestro favor Su oficio de intercesor y de sumo sacerdote (Ro. 8:34; He. 7:25; 9:24). Ha recibido del Padre el Espíritu Santo que prometió, y lo ha dado a la Iglesia con todos Sus dones (Hch. 2:33). Es nuestro abogado ante Dios, siempre presto a acogernos ante el trono de la gracia (1 Jn. 2:1; He. 4:14-16). Allí en lo alto está preparándonos lugar (Jn. 14:2), esperando Él mismo el definitivo triunfo sobre todos Sus enemigos (He. 10:12-13).

La Ascensión de Cristo está estrechamente relacionada con Su retorno. El Señor volverá de la misma manera que subió al cielo (Hch. 1:9-12), esto es: personalmente (Jn. 14:3), corporal y visiblemente (Mt. 24:30; Ap. 1:7), sobre y con las nubes (Ap. 1:7; Dn. 7:13), repentinamente (1 Ts. 5:2-3), en gloria y con Sus ángeles (Mt. 16:27; 24:30), sobre el monte de los Olivos (Zac. 14:3-4).

nom, ASDOD

tip, CIUD

Ciudad-estado anaquita (Jos. 11:22), desde el siglo XII a.C., filistea. Era famoso su santuario del dios Dagón (1 S. 5:2-5), en cuyo templo fue mantenida en cautividad el arca (1 S. 5:1-8; 6:17). Ozías destruyó sus murallas (2 Cr. 26:6). El año 711 a.C., Sargón la ocupó (Is. 20:1). Según un relato de Herodoto, el faraón Psammético la sitió hacia el año 620 a.C. por espacio de 29 años. Destruida por los macabeos, Asdod fue reconstruida por el general romano Gabinio. Según Hch. 8:40, Felipe predicó en ella. La actual Asdod yace a unos 7 Km. al norte de la antigua población. La Biblia de Reina-Valera escribe Azoto en algunos pasajes en lugar de Asdod. En la actualidad es el segundo puerto de Israel.

nom, ASEDIO

tip, EJER

ver, LAMENTACIONES

Táctica militar para la reducción de un punto fuerte por hambre. Al enfrentarse con una resistencia tenaz, e imposibilitarse un asalto frontal, los ejércitos que atacaban una fortaleza o una ciudad fortificada la rodeaban, impidiendo la salida o la entrada de personas y bienes en ella. Con frecuencia, los asedios duraban años, en el transcurso de los cuales se daban numerosas escaramuzas, ataques por diversos medios, entradas, salidas. Cuando los invasores juzgaban que la moral y el estado físico de los defensores de la ciudad habían bajado, se lanzaban al ataque con arietes, plataformas, escalas, o con estratagemas intentaban conseguir la apertura de la ciudad. Estos esfuerzos eran rechazados con todo tipo de armas defensivas, incluyendo el uso de aceite hirviendo arrojado sobre los atacantes. Los romanos perfeccionaron las técnicas, construyendo verdaderas rampas de asalto, para lanzarse sobre la ciudad fortificada. En muchas ocasiones, la fase final de ataque se resolvía en una degollina general de la población de la ciudad y su saqueo. Josefo da una vívida descripción del asedio de Jerusalén por los romanos (Guerras 5-6). Ver la estremecedora lamentación de Jeremías, del resultado del asedio de Nabucodonosor (Libro de Lamentaciones).

nom, ASENAT

tip, BIOG MUJE MUAT

Nombre propio egipcio que significa «posesión de la diosa Neit».

En La Biblia es el nombre de la hija de Potifera, el sacerdote de la ciudad de On, que la dio por esposa a José (Gn. 41:45). Asenat fue madre de Manasés y de Efraín (Gn. 46:20).

nom, ASER

tip, BIOG CIUD TR12 HOMB HOAT

= «feliz» (heb.).

(a) Octavo hijo de Jacob, su madre fue Zilpa, la criada de Lea (Gn. 30:13). Cuando Jacob llamó a sus hijos a su alrededor para contarles lo que les sucedería al final de los días (Keil-Delitzsch), esto es, el futuro escatológico relacionado con los días del Mesías: «El pan de Aser será substancioso, y él dará deleites al rey» (Gn. 49:1, 20).

(b) Una ciudad al este de Siquem, en el camino a Bet-sean, en Manasés, en la ribera occidental del Jordán (Jos. 17:7).

nom, ASER (Tribu)

tip, TRIB ESCA TR12

sit, a6, 287, 107

vet,

= «feliz» (heb.).

La descendencia de Aser constituyó una de las Doce Tribus. Su herencia en la tierra se extendía desde el monte Carmelo hacia el norte, y limitada al este por Neftalí, y al sudeste por Zabulón. Es indudable que el territorio que hubieran debido poseer hubiera debido tocar el mar, pero no expulsaron a los habitantes de Aco, Sidón, Ahlab, Aczib, Helba, Afec y Rehob (Jue. 1:31, 32). Así, Aser no entró en posesión de la franja costera, y vinieron entre los cananeos.

Débora y Barac tuvieron que lamentar que Aser no acudiera en apoyo de ellos en su lucha contra los cananeos (Jue. 5:17), pero cuando los madianitas y amalecitas invadieron el país, Aser respondió al llamamiento de Gedeón (Jue. 6:35; 7:23). Cuando tuvo lugar el cisma nacional, Aser vino a formar parte de Israel, el reino del norte, y es poco lo que se dice desde entonces de esta tribu.

En el NT, Ana, profetisa, de la tribu de Aser, dio gracias en el templo al ver al Salvador. Aser tendrá todavía una parte en la tierra, y bendición (Ez. 48:2, 3).

nom, ASERA

tip, DIOS

Diosa femenina cananea de la fertilidad, esposa de Baal (en Ugarit de Él, «el padre de los dioses»). Su imagen fue venerada: en Jerusalén (1 R. 15:13), en Israel (1 R. 16:33), en el templo de Baal en Samaria (2 R. 21:3, 7).

Su símbolo, llamado también Asera, era el árbol santo o tronco sagrado junto al altar. El Deuteronomio exige repetidamente que los aseras sean cortados (Dt. 7:5), quemados (Dt. 12:3) o bien que ni siquiera sean plantados (Dt. 16:21). Los libros sagrados y los profetas condenaron esta profanación del lugar sagrado como adulterio e infidelidad de Israel para con el Dios Santo (Éx. 34:12; Jue. 6:25; Mi. 5:13; Jer. 17:1-4, y en muchos otros pasajes).

nom, ASFALTO

tip, MATE

(heb. «chemar»).

Se halla en la orilla del mar Muerto y en otros lugares, en bolsas. Cuando se mezcla con alquitrán forma un material impermeable (Gn. 11:3; 14:10; Éx. 2:3).

nom, ASIA

tip, REGI

En el NT este término no se refiere al continente ahora llamado Asia, y ni siquiera incluye toda la llamada Asia Menor; se refiere simplemente a la parte occidental de Asia Menor legada a Roma por Atalo III Filometor, rey de Pérgamo o rey de Asia, en el año 133 a.C. Esta provincia, de la que Éfeso era la capital, incluía Caria, Lidia y Misia, que antiguamente eran llamadas Doris, lonia y Aelois. Era gobernada por un procónsul. En Hch. 2:9, 10, «Asia» no incluye a la Capadocia, el Ponto, la Frigia, ni la Panfilia, que se hallan todas en Asia Menor (ver también 1 P. 1:1). Se puede observar en el mapa que las siete iglesias de Asia mencionadas en Apocalipsis se hallan todas en el distrito tratado. Pablo dedicó muchas labores en otras partes de Asia Menor, y al haber frecuente relación entre las varias localidades y Éfeso, pudiera ser que en algunos pasajes se entienda por «Asia» un área más extensa (p. ej., Hch. 19:10, 26, 27).

nom, ASIARCA

tip, FUNC

= «Jefes de Asia» (gr.).

Eran cargos elegidos anualmente por las ciudades en la provincia romana de Asia. Se encargaban de los juegos públicos y de las celebraciones religiosas (Hch. 19:31). Los había similares en las otras provincias, como siriarcas para Siria, etc. Algunos de los asiarcas eran amigos de Pablo, y le rogaron que no se expusiera al peligro en el teatro: no siempre se podían controlar las multitudes.

nom, ASIRIA

tip, ABEC REGI HIST ARQU

ver, PUL

El gran reino de Asiria estaba situado cerca del río Tigris, limitado al norte por Armenia, por el monte Zagros y Media al este, Babilonia al sur, Siria y el desierto de Siria al oeste. Pero es indudable que sus fronteras no fueron siempre las mismas. Nínive vino a ser su capital. Sus ruinas se hallan ahora dentro del territorio del Iraq. La primera alusión a Asiria se halla en Génesis (Gn. 2:4), donde leemos que uno de los ríos del Paraíso «va al oriente de Asiria» (traducción alternativa: «iba hacia el este a Asiria»).

El nombre de Asiria parece haber derivado de su primera capital, Assur (que ahora recibe el nombre de Qal 'at Sarqat), sobre el Tigris. Aparentemente, gentes procedentes de Babilonia establecieron allí una monarquía, y hubo varios reyes antes de Salmansar I (alrededor del año 1300 a.C.). Su descendencia mantuvo el trono durante seis generaciones hasta Tiglat-pileser I (alrededor del año 1130 a.C.). Este último puede ser considerado como el fundador del primer Imperio Asirio. Hermoseó Nínive y acaudilló sus ejércitos en varias direcciones. Después de él, el reino entró en decadencia bajo Rimón-nirari II, 911 a.C., pero el hijo de éste, Assurnatsir-pal, 883 a.C., volvió a reforzar el reino, arrebatando territorio de los fenicios y de los «Kaldu» (caldeos). Le sucedió Salmansar III, 858 a.C., que expandió aún más sus fronteras, y dejó relatos de sus conquistas, de los que se conservan tres monumentos en el Museo Británico, uno de los cuales es el llamado Obelisco Negro. En él aparecen como coaligados en contra de él, Ben-adad, rey de Siria, y Acab, rey de Israel. Éstos fueron derrotados en la batalla de Karkar en el año 853 a.C. Hazael de Damasco fue también vencido; recibió tributo de Yahua, el hijo de Khumri, esto es, de Jehú, a quien incorrectamente llama hijo de Mori, rey de Israel.

El siguiente rey que invadió Siria fue Rimón-nirari III, 810 a.C. Extendió sus victorias hasta lo que él denomina «la costa del sol poniente», que indudablemente es el Mediterráneo, e impuso tributo sobre los fenicios, israelitas, edomitas, filisteos y Damasco. Después de esto el poder de Asiria se desvaneció por un tiempo.

El siguiente rey notable fue Tiglat-pileser II o III, 745 a.C., que es considerado como el fundador del segundo imperio asirio. Consolidó las varias colonias, deportó a las poblaciones turbulentas y dividió al país en provincias, cada una de las cuales pagaba un tributo anual fijo. En sus inscripciones aparecen los nombres de Joacaz (Acaz) de Judá; Peka y Oseas, de Israel; Reson (Rezín), de Damasco, e Hiram, de Tiro. También se halla el nombre de Merodac-baladán. Tomó Hamat y tuvo a toda la Palestina a su alcance. Atacó a las tribus del otro lado del Jordán, y llevó al exilio a los rubenitas, gaditas y a la media tribu de Manasés (1 Cr. 5:26). Acaz buscó aliarse con él contra Rezín, rey de Damasco. Rezín fue muerto y Damasco tomada, y allí Acaz se encontró con el rey de Asiria (2 R. 16:1-10; 2 Cr. 28:16-21). Se adueñó asimismo de Babilonia, que posteriormente recuperó su independencia bajo Merodac-baladán. Algunos asiriólogos consideran que Tiglat-pileser (cuyo nombre parece haber sido Pulu) es el mismo que el Pul mencionado en las Escrituras, pero ello no concuerda con la cronología bíblica; además, en un pasaje (1 Cr. 5:26) se menciona a Pul y Tiglat-pileser como dos personas distintas.

Salmansar IV accedió al trono en el año 727 a.C. Oseas, rey de Israel, era tributario suyo; al descubrirse que se había aliado con el rey de Egipto, Samaria fue asediada (1 R. 20:1; 2 R. 17:3-5).

Sargón le sucedió en el año 722 a.C., y es él quien conquistó Samaria. Una inscripción suya en Corbasad dice: «Asedié la ciudad de Samaria y deporté a 27.800 hombres que moraban allí, y tomé cincuenta carros de ellos, y ordené que fueran tomados el resto. Puse a mis jueces sobre ellos, e impuse sobre ellos el tributo de los anteriores reyes.» También llevó colonos nuevos a Samaria, pero es de suponer, por los nombres de los lugares de donde procedían, que tal cosa no fue hecha inmediatamente. Conquistó Carquemis, castigó al rey de Siria, e hizo desollar vivo al rey de Hamat. Sargón es mencionado por el profeta Isaías como enviando a su general a Asdod, que la tomó (Is. 20:1). Una inscripción menciona la caída de esta ciudad. Sargón derrotó a Merodac-baladán en Babilonia, pero fue asesinado en el año 705 a.C. Su nombre era Sharru-kenu, «rey fiel».

Senaquerib sucedió a Sargón, su padre, en el año 705 a.C. Ezequías había sido tributario; al rebelarse, Senaquerib tomó las ciudades amuralladas de Judá, y después Ezequías le envió los tesoros de su propia casa y los del templo. A pesar de ello Jerusalén fue atacada y se dieron discursos blasfemos contra el Dios de Israel. Ezequías se humilló ante Dios y el ángel del Señor dio muerte a 185 000 asirios. Senaquerib volvió a su tierra y fue asesinado por dos de sus hijos (2 R. 18:13-19:37). Escribiendo en primera persona Senaquerib relata: «Al mismo Ezequías lo encerré como a un pájaro en una jaula dentro de Jerusalén su ciudad real... además de su anterior tributo y dones anuales, le impuse otro tributo y la honra debida a mi majestad, y lo impuse sobre ellos.»

Una tableta muestra a Senaquerib sentado en un trono recibiendo el botín de la ciudad de Laquis. Se supone que vivió 20 años después que dejara Palestina, antes de ser asesinado. Nada dice de la pérdida de su ejército, y es posible que nunca se recuperara de este choque.

Esar-hadón le sucedió en el año 681 a.C. Se dice de él que reinó del Éufrates al Nilo. También conquistó Egipto y lo dividió en 20 provincias, gobernadas por asirios. Según una inscripción, reclamó la soberanía sobre Babilonia, y tuvo allí su corte. Esto explica que él, como rey de Asiria, llevara a Manasés cautivo a Babilonia (2 Cr. 33:11). Es mencionado también en Esdras (Esd. 4:2) como habiendo enviado colonizadores a Judea. Después de reinar durante 10 años, asoció consigo en el reino al famoso Assurbanipal. De nuevo fue otra vez conquistado. Reunió una famosa biblioteca en Kouyunjik, las tabletas de terracota de las que hay un número preservadas. Assurbanipal murió alrededor del año 626 a.C. La gloria del reino de Asiria iba declinando, y alrededor del año 606 a.C. Nínive fue tomada y destruida (Nah. 1-2).

Los asirios eran idólatras. De las inscripciones se pueden ver cientos de nombres de dioses.

La lengua de los asirios era una rama de las lenguas semíticas, y provenía del acadio. Se escribía con escritura cuneiforme.

Asiria fue usada por Dios como Su vara para castigar a Su pueblo Israel por sus pecados. También esta misma vara, por su soberbia y maldad tuvo que sufrir el juicio de Dios (cp. Is. 10:5-19; 14:25; Ez. 31:3-17; Nah. 3:18, 19; Sof. 2:13). Algunos de los pasajes que hablan del rey de Asiria son proféticos, y se refieren al futuro escatológico que espera su cumplimiento. cuando, como «reyes del norte», tendrán que ver otra vez con Israel, y será juzgada por Dios. La indignación contra Israel cesa con la destrucción del asirio (cp. Is. 10:12; 14:25; 30:27-33). Un notable pasaje habla del derramamiento de bendición sobre Asiria con Egipto e Israel (Is. 19:23-25): «Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.» Vemos así que los asirios tienen un gran puesto en las Escrituras tanto en el pasado como en el futuro, indudablemente porque han tenido que ver, y tendrán todavía que ver, con el pueblo terrenal de Jehová, «el Israel de Dios». El asirio es el azote abrumador de la ira de Dios debido a la relación de Israel con la idolatría.

nom, ASKENAZ

tip, BIOG ABEC HOMB HOAT

Según Gn. 10:3, nieto de Jafet.

Desde la Edad Media en Alemania: Judaísmo askanaítico = judíos alemanes y polacos con su dialecto judío-alemán.

nom, ASMONEOS. Véase HASMONEOS.

nom, ASNAPAR

tip, FUNC BIOG HOMB HOAT

= «Asnap el grande».

Alto dignatario asirio, calificado de «el grande y glorioso» (Esd. 4:10). Estableció diferentes tribus extranjeras en Samaria. Ciertos comentaristas han supuesto que Asnapar fue Esar-hadón o uno de sus sátrapas. En la actualidad se le identifica con Assurbanipal.

nom, ASNO

tip, FAUN CUAD LEYE

En oriente el asno ha tenido siempre el lugar que el caballo ha tenido en las naciones de Europa. Es allí un animal mucho más noble, y se declara que es muy inteligente (cp. Is. 1:13). Es muy valorado y muy bien tratado. Se usaba como montura tanto de hombres como de mujeres, y para transportar cargas. Con frecuencia se enumeran los asnos entre los bienes (Gn. 12:16; Jb. 1:3; 42:12; Esd. 2:67; Neh. 7:69). Hay cinco palabras hebreas utilizadas para el asno doméstico y el silvestre, refiriéndose a su fuerza o a su color.

Los «asnos blancos» (Jue. 5:10) siguen siendo muy apreciados en Oriente. En ciertos lugares la carne del asno es muy apreciada como alimento, pero estaba prohibida como impura para los judíos. Sin embargo, se comió en la terrible hambre que hubo en el asedio de Samaria (2 R. 6:25).

El asno montés es muy indómito y rápido. Raras veces se puede domar. Es así un emblema adecuado del hombre en su estado natural (Jb. 11:12). Jehová le preguntó a Job: «¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?» (Jb. 30:5; cp. Jer. 2:24; Dn. 5:21).

nom, ASÓN

tip, PUEM CIUD

Puerto marítimo de Misia, al oeste de Asia Menor, en la costa septentrional del golfo de Adramicio a unos 32 kilómetros de Troas (Hch. 20:13, 14). Una ojeada al mapa muestra que Pablo pudo llegar tan pronto andando, de Troas a Asón, como yendo en barco. Este lugar está ahora totalmente asolado, pero sus ruinas están bien conservadas, algunas de granito. No lejos se levanta la actual ciudad de Beiram.

nom, ASPERSIÓN

vet,

(a) DE SANGRE

La aspersión de sangre formaba una parte esencial de los sacrificios del AT (Lv. 4:6, 7). La sangre de la víctima representaba la vida misma ofrecida sobre el altar en lugar del pecador, prefigurando el gran sacrificio sustitutorio de la cruz (Lv. 17:11; He. 9:18-22). Por la aspersión, esta sangre purificadora era aplicada sobre el pecador mismo, como para lavarle de sus faltas que, de ahora en adelante, quedaban expiadas. Moisés santificó asimismo de esta manera el altar, el libro del pacto, el tabernáculo, sus utensilios, el pueblo y los sacrificadores (Éx. 24:6-8; 29:21; Lv. 8:30; He. 9:18-22). Así, no era suficiente que hubiera tenido lugar el derramamiento de sangre, sin lo cual no puede haber perdón; era necesaria la aspersión que aplica esta sangre personalmente al pecador. Señalemos que a propósito de Cristo se habla expresamente de «la sangre rociada» (He. 12:24), y que según Pedro los elegidos son «rociados con la sangre de Jesucristo» (1 P. 1:2).

(b) DE ACEITE

La aspersión de aceite se usaba también con frecuencia. De igual manera que la unción del aceite sobre el sacerdote era un tipo de la unción del Espíritu Santo dada a todos los creyentes (Éx. 29:7; 1 Jn. 2:20, 27), se puede decir que la aspersión de aceite representaba la aplicación al creyente de la virtud vivificadora y santificadora del Espíritu Santo. También se roció con aceite a los sacerdotes, sus vestiduras, y el santuario (Lv. 8:10-11, 30).

(c) DE AGUA

Algunas veces, el agua de purificación se usaba de una manera similar. Esta agua se mezclaba con la sangre de una avecilla pura (Lv. 14:6), o con las cenizas de la vaca alazana (Nm. 19:2, 9). La aspersión de agua sobre el leproso (Lv. 14:7), sobre una casa contaminada (Lv. 14:51) o sobre un hombre que se había contaminado y sobre su tienda (Nm. 19: 18) daba adicional expresión a la misma verdad fundamental: la purificación no es en absoluto una acción del hombre, sino que proviene del sacrificio expiatorio, y se le debe aplicar directamente, a él y a todo lo que le concierne.

nom, ÁSPID

tip, FAUN REPT

La palabra hebrea designa a una serpiente muy venenosa distinta de la víbora. A veces se trata de la «naja» o cobra egipcia, venenosa en extremo, pequeña, de color verde amarillento, con manchas pardas y cuello dilatable. Fue usada por Cleopatra para darse muerte. Es mencionada frecuentemente en la Biblia (Dt. 32:33; Jb. 20:14; Sal. 58:5; 91:13; Is. 18:8). A veces se traduce por serpiente, aunque la traducción correcta en estos pasajes es áspid. Actualmente es rara en Palestina.

nom, ASTAROT

tip, CIUD

Ciudad de Basán en el reino de Og, al este del Jordán. Fue dada a la media tribu de Manasés y después fue hecha ciudad levítica (Dt. 1:4; Jos. 9:10; 12:4; 13:12, 31; 1 Cr. 6:71).

Pudiera ser Beestera, la ciudad dada a los hijos de Gersón (Jos. 21:27). Identificada con «Tell Ashtarah», 32° 50' N, 36° 1' E.

nom, ASTAROT KARNAIM

tip, ARQU

Escena de la derrota de los refaítas ante las fuerzas de Quedorlaomer (Gn. 14:5). Aunque los hay que la han identificado con la anterior, hay otros que, por las características descritas en 2 Mac. 12:21 creen que se trata de «Tell Ashari», a 6 Km. al sur de «Tell Ashtarah».

nom, ASTORET

tip, DIOS CERE

= «una esposa».

Diosa de los fenicios y de los sidonios, adorada por Israel después de la muerte de Josué y también por Salomón. Josías destruyó los emblemas de su adoración, introducidos por Salomón (Jue. 2:13; 10:6; 1 S. 7:3, 4; 12:10; 32:10; 1 R. 11:5, 33; 2 R. 23:13). Era la consorte de Baal. Se trataba de un culto derivado de Babilonia, donde Istar representaba a las estrellas matutina y vespertina. Pasó de Babilonia, con ligeros cambios en su nombre, a todas las naciones alrededor. En Canaán pasó a ser la diosa de la luna, en tanto que Baal era el dios sol. Los inmorales ritos que acompañaban al culto de Istar en Babilonia pasaron a Canaán, y formaban parte de las prácticas idolátricas que los israelitas fueron llamados a extirpar. Es a menudo llamada Astarté, su nombre griego.

nom, ASTROLOGÍA

tip, LEYE

ver ADIVINACIÓN

La astrología se desarrolló en Sumer, Caldea y Babilonia. Ya desde muy antiguo se creía que los astros influían en la vida de los hombres. Esto es evidentemente idolatría, pues se transfiere a seres creados una acción que pertenece a Dios, y el que tal cree transfiere su confianza del Creador a la criatura. Como confesaba un astrólogo de mucho renombre «El verdadero astrólogo cree que el sol es el cuerpo del Logos de este sistema solar; «en él vivimos y nos movemos, y somos». Los planetas son sus ángeles siendo modificaciones en la consciencia del Logos» (Knowledge XXIII 228) La astrología se halla mencionada en el AT, juntamente con las otras formas de adivinación, pero en los más intensos términos de reprobación. (Ver ADIVINACIÓN)

nom, ASTRÓLOGOS

ver, ADIVINACIÓN

(1) En el libro de Daniel (Dn. 1:20; 2:2, 10, 27; 4:7; 5:7, 11, 15) la palabra hebrea es «ashshaph», que significa «mago, encantador», uno que practicaba las artes ocultas. Esta palabra no aparece en ningún otro pasaje.

(2) «Habar shamaim», uno que contemplaba o dividía los cielos, un astrólogo, que profesaba predecir los eventos futuros por la posición de los planetas (Is. 47:13). Babilonia estaba fatigada de sus muchos consejeros, que indudablemente diferían con frecuencia entre sí. Pero no tenía más adónde ir, por lo que se volvía a todas estas prácticas ocultas. (Ver ADIVINACIÓN).

nom, ASUERO

tip, BIOG REYE EJER HOMB HOAT

ver, ARTAJERJES, ESDRAS

(a) Soberano del Imperio Persa mencionado en el libro de Esdras (Esd. 4:6). En la historia profana se le llama Jerjes o Artajerjes, siguiendo la nomenclatura griega. (Véase ARTAJERJES). En el texto Masorético, rey persa del mismo nombre. Este gobernante es el mismo que las crónicas históricas nos describen en la batalla de las Termópilas luchando contra los griegos. Hijo y sucesor de Darío I, reinó entre los años 485-465 a.C.; sometió a Egipto, que se había insurreccionado, y prosiguiendo los planes de su padre contra Grecia, devastó la Beocia e invadió el Ática, pero fue derrotado en la famosa batalla de Salamina y tuvo que huir a Asia. (Véase ESDRAS).

(b) Padre de Darío, rey de Media (Dn. 9:1).

nom, ATALÍA

tip, PUEM BIOG CIUD MUJE MUAT

(a) Puerto de Panfilia en la desembocadura del Cataraktes (hoy llamado Absu), fundado por el rey Atalo II de Pérgamo; hoy Aralía; esta ciudad fue visitada por Pablo en su primer viaje misionero (Hch. 14:25).

(b) Nombre propio que significa «Jehová es exaltado».

La esposa de Joram, rey de Judá; hija de Acab y nieta de Omri (2 R. 8:18, 26; Cr. 21:6; 22:2). No tenía escrúpulos para derramar sangre. Reinó seis años, al final de los cuales Joás fue exaltado al trono por una rebelión encabezada por los sacerdotes. Le dieron muerte en el lugar por donde entraban los de a caballo en la casa del rey (2 R. 11:1-16; 2 Cr. 22-23).

nom, ATAR

tip, TIPO

vet,

(a) Atar:

Sentido figurado:

vínculo de los esposos (Ro. 7:2; 1 Co. 7:27, 39).

Sentido sobrenatural:

estar atado por Satanás (Lc. 13:16) y atar a Satanás (Ap. 20:2).

(b) Desatar:

en sentido figurado:

imagen del derribo de un edificio (Jn. 2:19; Ef. 2:14 s),

de la anulación de una ley (Mt. 5:19; Jn. 5:18),

en Jn. 3:8 del aplastamiento del poder de Satanás.

nom, ATAR Y DESATAR

tip, DOCT LEYE

vet,

En el uso de los rabinos, declarar doctrinalmente una cosa lícita o ilícita (también: imponer o levantar el anatema o excomunión).

Por medio de conceptos contradictorios (como, por ejemplo, bien y mal) se significa, en el lenguaje de los semitas, la idea de derecho a la totalidad. Entre los hebreos la expresión aludía a la autoridad que tenían los rabinos e intérpretes de la ley para dirimir cuestiones doctrinales y disciplinarias basados en la ley (Mt. 23:13; Lc. 11:52). Mas Jesús dice a sus discípulos que ellos tienen autoridad, (y con ellos toda la Iglesia), para desatar a los pecadores o para declarar en pecado a quienes obedezcan o rechacen el poder del Espíritu Santo (Jn. 20:23). Estas palabras, «atar y desatar», son dichas para todos los creyentes y no solamente para Pedro y los apóstoles. Dios desata y libera, pero deja esta gran responsabilidad también a todos los creyentes formalmente reunidos como asamblea para el trato de cuestiones de disciplina (Mt. 18:15-18; cp. 1 Co. 5).

nom, ATAROT

tip, CIUD

sit, a2, 427, 316

vet,

= «coronas» (heb.).

(a) Ciudad al este del Jordán, construida o reconstruida por los gaditas (Nm. 32:3, 4). Identificada con «Khirbet-attarus», 31° 36' N, 35° 42' E.

(b) Ciudad en los límites de Efraín y Manasés (Jos. 16:2, 7).

nom, ATAROT-ADAR

tip, CIUD

vet,

= «las coronas de Adar» (heb.).

Ciudad en la frontera entre Efraín y Benjamín (Jos. 16:5; 18:13). Ha sido identificada con «ed-Dariah», 31° 53' N, 35° 4' E.

nom, ATAÚD

tip, UTEN

vet,

Al haber sido hecho en Egipto para un cuerpo embalsamado, es indudable que el ataúd de José era del tipo de los sarcófagos para momias (Gn. 50:26). Se trataba de cofres mortuorios ornamentados mayores que los ataúdes europeos.

nom, ATENAS

tip. CIUD

sit, a9, 268, 207

vet,

La principal ciudad de la Ática, y la capital de la erudición y del arte griego. La ciudad estaba totalmente entregada a la idolatría, y la gente pasaba el tiempo buscando novedades. Pablo se dedicó a la obra en Atenas, mientras esperaba a Silas y a Timoteo, tratando de razonar con los judíos en su sinagoga y a diario en el mercado. Unos filósofos le llevaron a la colina de Marte, donde dio su memorable discurso a educados pero paganos oyentes. Hubo un cierto fruto de todas estas labores (Hch. 17:15-22; 18:1; 1 Ts. 3:1). Atenas era una ciudad antigua, y experimentó muchos cambios y diferentes formas de gobierno. Se rindió al general romano Sulla en el año 86 a.C., y quedó así integrada en el imperio romano. Fue asediada por los godos en el año 267 d.C., y fue tomada por Alarico, rey de los visigodos, en el año 396. Tomada por Mahomet II en 1456, vino finalmente a ser la capital de la moderna Grecia en 1833.

nom, ATEO

vet,

El término griego es «atheos», lit., «sin Dios», y así se traduce en Efesios (Ef. 2:12). Se usa como una descripción de los gentiles como tales por naturaleza, y también de todo el mundo en su desconocimiento de Dios. No tiene el sentido en que se usa en la actualidad, esto es, uno que rehúsa voluntariamente reconocer la existencia de Dios.

nom, ATRIO

tip, CONS ARQU

vet,

Patio rodeado de columnas que había en los templos y edificios antiguos. En el templo de Salomón había dos patios llamados atrios:

(a) el interior, donde se encontraba una gran piscina llamada «mar de bronce», y que servía para las purificaciones rituales (1 R. 6:36),

(b) y el grande, o sea aquel en el cual se encontraba el Tabernáculo y la casa de Salomón (1 R. 7:12).

El Templo conocido en la época de Jesús, o sea el herodiano, edificado por Herodes el Grande, conservó la estructura salomónica, pero tuvo una altura mayor y unas adiciones considerables. Se amplió al doble la explanada que lo rodeaba, para que tuviese tres atrios nuevos. El del exterior era accesible a todos, por lo cual era llamado «atrio de los gentiles», y estaba construido en piedra, y contaba con inscripciones en griego y latín, amenazando con la pena capital a quien traspasase los límites reservados a los paganos. Dos de estas inscripciones han sido recuperadas. Sus lados oriental y meridional estaban cubiertos por suntuosos pórticos, a los que se daba el nombre de «Pórtico de Salomón» y «Pórtico Real» (Jn. 10:23; Hch. 3:11; 5:12).

El atrio interior, rodeado de fuertes muros, estaba reservado a los judíos. Se dividía en «atrio de mujeres» y «atrio de los israelitas». Más allá se encontraba «el atrio de los sacerdotes» y en él el altar de los holocaustos.

nom, AUGUSTO

tip, FUNC

vet,

= «venerable, que impone respeto».

Título dado a los emperadores romanos sucesores de Augusto César. En la Biblia se mencionan por este título a Augusto César (Lc. 2:1) y a Nerón (Hch. 25:21, 25).

nom, AUGUSTO CÉSAR

tip, REYE BIOG HOMB HOAT HONT

vet,

Primer emperador romano, hijo de Cayo Octavio y Atia, sobrina de Julio César. Fue miembro del Triunvirato junto con Antonio y Lépido, y al morir este último compartió el imperio con Antonio. Al ser los dos demasiado ambiciosos para compartir el poder, se enfrentaron, venciendo Augusto César en la batalla de Accio, en el año 31 a.C. A partir de entonces reinó en solitario. Cuatro años después fue confirmado como «emperador» y «Augusto» en el año 27 a.C. Empezó a tener relación con Palestina a la derrota de Antonio, que había sido apoyado por Herodes. En contra de todo lo esperado, trató bondadosamente a Herodes, lo confirmó como rey, y añadió Samaria y Gadara a sus dominios. Herodes dio una lealtad sin límites a Augusto, y erigió en su honor un templo de mármol blanco en Cesarea de Filipos. Murió en el año 14 d.C. El Señor Jesús nació durante su reinado (Lc. 2:1).

nom, AUTORIDAD

tip, TIPO

ver, ATAR Y DESATAR

vet,

Potestad de dirigir u ordenar, inherente o delegada. Toda la autoridad pertenece a Dios (Ro. 13:1). Todas las autoridades establecidas lo han sido por Dios (Ro. 13:2). Son múltiples las esferas en las que se ejerce la autoridad, y todos los depositarios de ella tienen ante Dios una profunda responsabilidad por el modo de ejercerla (cp. Jn. 19:11).

En el AT hallamos primero la autoridad de Dios dada a Adán para el dominio del mundo (Gn. 1:28; Sal. 8:4-8; He. 2:6-8); después esta autoridad pasa a Noé (Gn. 9:2-6) en gobierno, y pasa a los patriarcas. Los cabezas de familia, las cabezas de tribus, ejercen la autoridad. Surgen también los líderes especialmente llamados por Dios para momentos de crisis, como Moisés, Josué, los jueces. La autoridad se institucionaliza en Israel con el sacerdocio (cp. Dt. 17:8-13), aunque había instancias inferiores, como la del consejo de ancianos de las ciudades. Más tarde, en el régimen monárquico, la autoridad divina es delegada en el rey (1 S. 10:1; 12:1, 13), que es un tipo del Mesías, el Rey que Dios ha de imponer sobre esta tierra (Is. 9:6, 7).

El Señor Jesús afirma claramente que le es dada toda autoridad (Mt. 28:18). Esta autoridad se había evidenciado en su enseñanza (Mt. 7:29), y en su dominio de la creación (cp. Mr. 1:23-27; 4:35-41); y moralmente, para perdonar los pecados, como Dios verdadero (Mr. 2:1-12).

El Señor delegó Su autoridad en sus apóstoles e iglesia. (Véase ATAR Y DESATAR). Ordena también a los suyos que se sujeten a las autoridades y magistrados (Ro. 13:1, 2; Tit. 3:1; 1 P. 3:22) por causa de la conciencia, no por temor (Ro. 13:5), con la limitación expresa de que en caso de conflicto abierto entre la autoridad sujeta a Dios y la autoridad directa de Dios, el creyente se halla sujeto a obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch. 4:18-20). Esto no puede nunca justificar la rebelión contra la autoridad ni la violencia (cp. Ro. 13:2; 1 P. 3:8-17).

Llegará el día del reino directo del Señor Jesús (Ap. 10:10; 1 Co. 15:24).

En el seno de la iglesia tiene su ejercicio y conducción en el temor del Señor (cp. 2 Co. 10:18; 13:10; Tit. 2:15; 1 Co. 11:10); no debe ser ejercida al modo de los gentiles (Lc. 22:25), sino a ejemplo del Señor, sirviendo a los demás (Mt. 20:25-28).

Después de la partida de los apóstoles, el creyente tiene como autoridad última la de Dios expresada en Su palabra (Hch. 20:32; 1 P. 1:13-21; Jn. 20:31).

nom, AVARICIA

vet,

Amor desordenado de las riquezas. No hay en hebreo bíblico una palabra específica para expresar esta pasión, pero en muchos pasajes se la designa con la palabra, «besa», que significa «latrocinio» o «rapiña», como también «ganancia ilícita». En el griego del Nuevo Testamento se denomina con las expresiones «amigo del dinero», «codicioso» o «ávido de ganancias sórdidas».

La avaricia es un vicio que daña al hombre y le impide usar de los bienes que posee (Pr. 15:16), lo hace insensato y duro para con sus semejantes (1 S. 25:11), lo hace esclavo del dinero (Pr. 30:8-9; Mt. 16:26), lo hace caer en la idolatría, apartándole del cumplimiento de sus deberes para con Dios y para con el prójimo (Ef. 5:5; Mt. 6:24; Lc. 16:13).

El avaro vive atormentado por el deseo de aumentar sus riquezas (Pr. 27:20; Is. 56:11) y se apodera injustamente de lo ajeno, dejándose corromper en la administración pública; es traidor de los suyos, opresor de los débiles, y escatima la paga a los subalternos y jornaleros (Éx. 18:21; 1 S. 8:3; Sal. 15:5; Pr. 22:7; Ez. 18:12-13; Ez. 22:12-13; 30:14; Am. 8:4-6; Stg. 5:1-5).

Dios reprueba la avaricia y Cristo la fustiga en los fariseos con palabras duras (Lc. 16:14). En el Nuevo Testamento se mencionan además otros casos de avaricia: el gobernador romano Félix y el de algunos herejes (Hch. 24:26; Tit. 1:11). Es uno de los vicios que excluyen del reino de Dios (Ro. 1:29; 1 Co. 5:10-11; Ef. 4:19). Pablo pone un cuidado especial en mantener toda sombra de codicia alejada de su predicación (1 Ts. 2:5; 2 Co. 7:2; 11:8-10; 12:17-18). La avaricia y el amor a las riquezas es uno de los mayores obstáculos para aceptar el mensaje de Cristo (Mt. 6:24; Lc. 16:13).

nom, AVENTADOR

tip, UTEN TIPO

vet,

El aventador era una especie de horca, con la que se arrojaba al aire el trigo previamente batido, con lo que el viento arrastraba la paja, y el grano, más pesado, caía al suelo (Is. 30:24; Jer. 4:11). Se utiliza simbólicamente de los juicios de Dios (Is. 41:16; Jer. 15:7; 51:2), y del poder separador del testimonio del Señor Jesús (Mt. 3:12; Lc. 3:17).

nom, AVES

tip, FAUN TIPO LEYE AVES

vet,

Son empleadas como símbolos de agentes del mal (cp. Gn. 40:17); en la parábola del Sembrador, las aves que devoraban la simiente al lado del camino son interpretadas por Cristo como «el Maligno» (Mt. 13:4, 19). En la parábola de la Semilla de Mostaza el reino de los cielos deviene en un gran sistema con raíces en la tierra, bajo cuya protección hallan refugio las aves (Mt. 13:31, 32). La palabra griega es la misma en ambos pasajes.

En el AT tenemos dos listas de aves impuras (Lv. 13:20; Dt. 14:12-18): El águila, el quebrantahuesos, el azor, el gallinazo, el milano, los cuervos, el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán, el búho, el somormujo, el ibis, el calamón, el pelícano, el buitre, la cigüeña, la garza, la abubilla y el murciélago (la clasificación hebrea de las aves era «funcional»; clasificaban como aves todo lo volador. Al ser la clasificación una actividad basada en criterios que se pueden establecer arbitrariamente, no se puede en absoluto considerar como un error, sino sólo como una clasificación basada en un distinto criterio al que estamos acostumbrados).

nom, AVESTRUZ

tip, FAUN LEYE TIPO AVES

vet,

Ave de la familia «struthinidae», orden «Cursores». Está clasificada entre las aves impuras por la Ley de Moisés. Vive en lugares desiertos (Is. 13:21; 34:13; 43:20; Jer. 50:39). Deja sus huevos en la arena, bien cubiertos. El sol los calienta de día, y los padres se sientan sobre ellos de noche. Otros huevos son dejados sin protección para que cuando los nuevos avestruces salgan de los suyos tengan alimento. En cuanto a la indiferencia de los avestruces hacia los suyos (Jb. 39:13-18), queda ilustrada por su fuga cuando se acercan cazadores, abandonando el nido.

nom, AVISPA

tip, FAUN TIPO

vet,

Más bien se trataba de una especie de abejas silvestres. Dios las utilizó para hostigar con ellas a los moradores de Canaán con sus dolorosas picaduras (Éx. 23:28; Dt. 7:20). Hacían sus colmenas en las hendiduras de las rocas y en los bosques, lo que bien ilustra la descripción de la tierra como «tierra que fluye leche y miel» (Dt. 11:9, etc.).

nom, AYO

tip, FUNC

vet,

(gr. «paidagogos»).

Era originalmente un esclavo que llevaba a los hijos de su amo a la escuela. La ley fue ayo para los judíos (no para los gentiles: Pablo habla en primera persona plural, en contraste a la segunda persona plural de Gá. 3:26) hasta que vino Cristo. Pero todo el que hubiera sido conducido a Cristo ya no estaba bajo este ayo (Gá. 3:24, 25; cp. Ro. 6:14).

nom, AYUNO

tip, COST LEYE

vet,

Abstención de tomar alimento período de tiempo dentro del cual se da esta abstinencia.

(a) Ayuno causado por la imposibilidad de conseguir alimento. Parece que a esto pertenecen: los 40 días que pasó Moisés en Sinaí (Éx. 34:28; Dt. 9:9); el ayuno de Elías durante su viaje a Horeb (1 R. 19:8); el del Señor Jesús en la tentación en el desierto (Mt. 4:2; Mr. 1:13; Lc. 4:2); y también ciertos ayunos de Pablo (2 Co. 6:5).

(b) Ayuno voluntario por motivos religiosos. En este sentido, se emplea el término con frecuencia para describir los períodos prescritos de abstención de alimentos. No se evidencia ninguna orden de ayunar en la ley mosaica; no aparece ni este verbo ni los términos ayuno o abstinencia en el Pentateuco. En todo caso, si se buscan alusiones al ayuno, se tienen que deducir de expresiones como «afligiréis vuestras almas» (Lv. 16:29; 23:27; Nm. 29:7). La primera mención de ayuno se halla en la época de los jueces (Jue. 20:26), en un tiempo de gran aflicción nacional. Los últimos libros del AT presentan numerosos ejemplos de ayunos no prescritos (Esd. 8:21; Neh. 9:1; Est. 4:3; Sal. 35:13; 69:11; 109:24; Dn. 6:18; 9:3). En ocasiones se proclamaban ayunos en tiempos de calamidades (Jer. 36:9; Jl. 1:14); el objeto de esta abstinencia era el de afligir el alma (Sal. 35:13; 69:11), y de dar más fuerza a la oración (Is. 58:3, 4). El ayuno público significaba que el pueblo, consciente de un gran peso de culpa, se humillaba ante Dios (1 S. 7:6). El verdadero ayuno no se limita a una mera práctica exterior: implica el abandono del mal y de los placeres prohibidos (Is. 58).

En la época de Zacarías se proclamaron ayunos en los meses 4º, 5º, 7º y 10º (Zac. 8:19). Esto era para conmemorar el inicio del asedio de Jerusalén en el 10º mes (2 R. 25:1); su caída al mes 4º (2 R. 25:3, 4; Jer. 52:6, 7), la destrucción del Templo en el mes 5º (2 R. 25:8, 9), el asesinato de Gedalías y de sus compañeros judíos en el 7º mes (2 R. 25:25).

La profetisa Ana servía a Dios con oraciones y ayunos (Lc. 2:37). Los fariseos ayunaban dos veces a la semana (Lc. 18:12). Cuando las personas religiosas y formalistas ayunaban, fingían ostensiblemente su tristeza. El Sermón del Monte ataca duramente esta hipócrita práctica (Mt. 6:16-18). Los discípulos de Juan el Bautista ayunaban; los del Señor no lo hicieron durante Su presencia personal en la tierra (Mt. 9:14,15; Mr. 2:18-20; Lc. 5:33-35), pero sí después de Su partida, bajo ciertas circunstancias (Hch. 13:2-3).

El ayuno no es una imposición formal sobre el cristiano, pero sí que es recomendable su práctica en un espíritu de oración y de súplica. Es de temer que por cuanto muchos han abusado del ayuno en el pasado, haciéndolo una práctica obligatoria y externamente formal, los creyentes han descuidado la unión del ayuno con la oración. El espíritu del ayuno se halla en la propia negación, y surge de la profunda consciencia de necesidad y urgencia.

nom, AZARÍAS

tip, REYE BIOG HOMB HOAT

vet,

= «el Señor es mi ayuda».

Nombre propio muy frecuente. Entre los personajes que lo llevan, el principal es Azarías, rey de Judá, llamado también Uzías, hijo de Amasías, rey de Judá.

nom, ÁZIMOS. Véase ÁCIMOS.

nom, AZOTE

tip, UTEN LEYE

vet,

Nombre del instrumento de castigo, y del castigo mismo, infligido a base de golpes de correas de cuero, frecuentemente armadas con bolas o puntas de metal (He. 11:36), o con varas. La Ley permitía azotar al culpable, el cual era tendido en el suelo, sobre la espalda (Dt. 25:2, 3). Roboam hace alusión, quizá, a una pena mucho más severa ya aplicada antes de su tiempo (1 R. 12:11, 14). Antíoco Epifanes empleó en vano este suplicio para obligar a los judíos a comer carne de cerdo, pero ellos se resistieron, prefiriendo morir bajo los azotes antes que violar la Ley de Moisés (2 Mac. 6:18-31; 7:1-42).

El Nuevo Testamento designa de varios modos la acción de azotar. El doctor de la ley estaba, seguramente, autorizado para mandar azotar inmediatamente a un transgresor de la ley. Éste es, acaso, el motivo de por qué nadie opuso resistencia a la actuación de Jesús en el Templo (Jn. 2:15), aunque su acción no era un azote propiamente dicho. Un tratado del Talmud da expresas instrucciones sobre los azotes en la sinagoga; también del Nuevo Testamento deducimos que esta pena fue a menudo ejecutada en la sinagoga (Mt. 10:17; 23:34; Mr. 13:9; Hch. 5:40; 22:19). Al parecer, los azotes judíos con varas sólo poco a poco fueron sustituidos por los azotes romanos, como nos resulta de 2 Co. 7:25, distinción entre los treinta y nueve golpes recibidos cinco veces de los judíos y las tres veces que Pablo fue azotado (y de los Hch. 16:22 una de las veces que fue azotado con «varas»). La práctica posterior judía fue evolucionando de forma que la flagelación constaba de tres correas y así cada golpe valía por tres y podía limitarse a trece golpes. La «Mishna» habla de treinta y nueve golpes, trece sobre el pecho desnudo y trece en cada lado de la espalda.

Los azotes romanos («kerberatio») se empleaban:

(a) como corrección de esclavos rebeldes y como pena por faltas graves cometidas en el servicio militar;

(b) como tormento para arrancar la confesión de un acusado;

(c) como preludio para la crucifixión.

Según una ley romana llamada «Lex Portia», los dos primeros tipos de azotes no podían aplicarse a ciudadanos romanos; en Hch. 16:22-37; 22:24 y siguientes se refiere Pablo a esta ley. Cuando era condenado a la crucifixión, antes debía ser azotado con correas o cuerdas, provistas a veces con nudos o bolas de metal, y constituía un castigo totalmente inhumano que con frecuencia acarreaba la muerte del reo. Esos azotes, o flagelación, se ejecutaron en Jesucristo (Mt. 27:26), probablemente dentro del pretorio.

nom, AZOTO. Véase ASDOD.

nom, AZUFRE

tip, TIPO MATE

vet,

Se halla en yacimientos en Palestina. Cae como lluvia del cielo en los juicios de Dios (Gn. 19:24; Sal. 11:6; Ez. 38:22; Lc. 17:29). Es símbolo de lo que añadirá al tormento y angustia de los malvados (Ap. 14:10; 19:20; 20:10; 21:8).

 

 

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